53. Empoderamiento

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Jimin dio la pauta para que Jungkook ingrese a la habitación una vez que salió de ésta.

-Ten cuidado con lo que le dices, por favor-dijo tomándolo del codo, que más que una advertencia sonó como una súplica.

-No le haré más daño- afirmó Jungkook con voz ronca, mirando duramente la mano que lo detenía y con esa expresión fría incentivó a que Jimin lo soltara.

Cuando, por fin, entró completamente no pudo evitar sentir como si el alma se le desgarrara. Era la tercera vez que la veía postrada en la cama de un hospital solo que en está ocasión era por su culpa.

Jimin no mentía, Halo realmente estaba devastada. Jk lo notaba en su mirada apagada, en su rostro hinchado de tanto llorar y en la forma de como colocaba las manos en su vientre por encima de la tela.

El chico de inmediato reaccionó y se dio cuenta de que ese no era él, ¿que le había pasado?, si se convenció no romperle más el corazón a su Halo y era justamente lo que estaba haciendo. No, esa no era Jungkook.

Y es que Jungkook no solo se estaba metiendo con Halo sino que también, sin tan si quiera, haberlo previsto, lo hacía con un pequeño ser que no tenía la culpa de nada, se metía con las ilusiones de Suni y aunque le costara admitirlo, también se metía con Jimin, quien en su desesperación no le importó dejar el orgullo a un lado para prácticamente rogarle por su ahora familia.

-Hola, corazón- saludó cabizbajo y arrepentido; a cambió recibió una expresión endurecida por parte de ella.

-¿Vas a anular la demanda?- fue directa.

-Sí, lo haré- se pronunció con seguridad y se acercó un poco más hasta estar justo a su lado. De pie.

Tuvo la intención de coger su mano pero ella la quitó antes de que eso sucediera.

-Escúchame...- pidió él.

-Yo solo quiero tener la certeza de que esa demanda no se llevará a cabo y que no vas a intentar ni en lo más mínimo quitarme a Suni- nuevamente lloraba.

-Cálmate- pidió, esta vez tomando su mano en donde se dio cuenta de la sortija de compromiso que llevaba puesta provocándole un fastidioso nudo en la garganta. Suspiró y continuó hablando- la demanda será desestimada en 24 horas.

-¿Cómo sé si es cierto?

-Sé que estas molesta conmigo pero créeme, no sé que me pasó. No voy a volverte hacer daño, mi amor- con la otra mano le empezó a acariciar su cabello y a llevarlo hacia atrás

-¿así nada más? ¿Qué es lo que quieres a cambio?- se notaba incrédula, desconfiada. No podía ser que Jungkook de la nada se de por vencido.

De pronto el incómodo nudo en la garganta de JK se deshizo en lágrimas. Tenía que dejarla, dejarla en serio. Renunciar a ella definitivamente.

-Yo solo quiero que seas feliz- él respondió con sinceridad entre sollozos- aunque sea con el imbécil que está allá afuera- señaló hacia la puerta con un movimiento de cabeza y regresó su mirada hacia ella- Lo siento, lo siento tanto, mi amor.

-Sabes que yo no voy a separar a Suni de ti ¿verdad?- ella solo quería que JK lo supiese y evitar que él se llenara de miedos que lo pudieran hacer actuar de la manera impulsiva en que lo hizo, además de que sabía que Suni lo amaba y no quería causarle ese mal momento a la pequeña. Eso era algo en que Jimin y Halo estuvieron de acuerdo en una conversación días atrás.

El sólo asintió con la cabeza repetidamente, con la mirada agachada , dolido, arrepentido y resignado.

-Eres un estúpido- su voz salió más débil como si realmente no quisiera decirlo pero sentía que merecía que se lo dijera.

Frenesí II (+18/Jimin, Jungkook y tú) SEGUNDO LIBRO ⚠️EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora