Todo se veía oscuro.
Sus sentidos estaban distantes.
Su cuerpo se sentía increíblemente insomne.
Pero de igual manera, encontró la forma de caer en consciencia después de la terrible sensación de vacío que atacaba con agresividad sus interiores.
Tardó bastantes horas en darse cuenta de las cosas que lo rodeaban. Era un ciclo de caer en sentimientos de confusión y de sentir poca conexión entre sus pensamientos y el ambiente a su alrededor. Los pensamientos iban y venían, pero no era capaz de correr tras ellos, pues estaba exhausto mentalmente.
Ya cuando tuvo una mínima idea de lo que ocurría y comenzó a sentirse un poco mejor, cayó en cuenta de que sí estaba respirando y pensando, debía estar vivo sin duda alguna. Su cabeza se sentía extraña ciertamente y ninguna de sus extremidades respondía, pero estaba completamente seguro de que aún vivía.
No había razón para la que estuviese vivo, ¿entonces por qué lo estaba? Estaba estupefacto con aquel hecho, pues había hecho su mayor esfuerzo para morir en nombre de su plan, el cual a este punto no estaba muy seguro de que había funcionado.
Era casi cómico como sus primeros pensamientos del día eran tan retorcidos como esos. Se supone que debería estar feliz de haber sobrevivido tan atroz muerte, o al menos, confundido de por qué lo había hecho.
Un par de ojos violetas se abrió finalmente.
Pero su vista fue recibida con solo blanco. Brillante, impecable, deslumbrante color blanco. Cada lugar al que miraba, ese claro color lo atormentaba. No estaba seguro de donde estaba, pero logró mantener la calma incluso en esta situación, después de todo ya había pasado por el susto de recibir el peor castigo de todos, la muerte.
Hablando de su muerte, no podía evitar pensar en todas las cosas que habían llevado a ese momento. Desde la personalidad falsa que tuvo que adoptar para llevar a cabo su plan, hasta el terrible trato que tuvo que soportar para proteger a todos, cosa que estaba seguro de no haber logrado.
Lo más probable es que Kaito no hubiese logrado engañar a Monokuma, como sabría qué ocurriría. Después de todo, no era él a quién tenía planeado utilizar... pero suponía que había sido un buen intento de cualquier forma.
Eso significaba que habría muerto en vano, cosa que no lo asustaba de todas formas, pues sabía que nadie estaba apegado a su persona por múltiples razones. Una de ellas siendo que era un mentiroso compulsivo, algo que resultó siendo una mentira también.
La máscara que tuvo que ponerse había sido difícil de mantener antes, puesto que ser un joven que aparenta no tener remordimiento sería un papel complicado de seguir por un largo periodo de tiempo hasta para el mejor de los actores. Engañar a tus queridas compañías solo hacía el trabajo más duro. Fingir que no le temía a morir solo hacía todo eso imposible.
Recordaba el horrible nudo en su garganta y en su estómago que no paraba de crecer conforme veía a la enorme presa hidráulica, lo terrible que se sentía observar aquella placa de metal descender y descender hasta el punto en el que sintió la fría superficie metálica contra su nariz, para eventualmente no recordar nada después de ese momento.
No le era grato rememorar sus últimos respiros, pero si enserio estaba vivo no había a que temerle ahora, además de las potenciales amistades que había arruinado con su fallido plan... lo cuál había sido algo que hubiese disfrutado de no haber sido puesto en una situación tan horrorosa como un juego de asesinato.
Aparentemente nadie descubrió su acto, algo que debía decir, tomaba orgullo en ello. Por el otro lado, lo encontraba trágico y triste. Enserio que a ninguno de los otros 15 jóvenes les importó lo suficiente para descubrir la mentira que era toda su persona.
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↳ 💉₊˚. ··· Healing Takes Time »-Postgame Saiouma-«
Fanfiction16 alumnos se despiertan en una academia abandonada, y tras la muerte de muchas de sus compañías, 3 de ellos salen con vida de aquel atroz lugar ¿Qué ocurrirá después, cuando Ouma quiera eliminar los recuerdos de Shuichi de su vida? ↳ Long-fic ...