Capítulo 5

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Capítulo 5

―Noah ―gritó Ian mientras se acercaba a él.

Era un poco más bajo que Noah, pero ambos tenían la espalda ancha, Ian tenía el pelo negro y ondulado y unos ojos castaños claros. En el último año se había dejado crecer la barba, había que admitir que le quedaba muy bien y le confería un poco más de madurez, lo cual le venía muy bien para su trabajo.

―Ian, ¿Qué tal?

―Muy bien, pero tú no tienes muy buena cara. Tienes pinta de haber recibido una noticia terrible.

―No digas tonterías, mira hacia allí ―y señaló con la mano que sujetaba el vaso de whisky.

―¿Dónde?

―Donde esta Sherlyn, la chica que la acompaña es mi secretaria. Te puedes creer que mi familia la adora y a mí ni me voltea a ver.

―Joder, te está dando duro esa chica. Si no te conociera, diría que estas enamorado. ―comentó Ian y Noah no lo desmintió, porque en realidad ni el mismo sabía lo que estaba empezando a sentir por esa chica, era algo nuevo para él, no sabía como manejarlo y eso lo estaba carcomiendo por dentro.

―Es muy guapa –mirando donde estaba Allison.

―Sí y también difícil. Pero ya caerá en mi juego.

―Cuidado, puede que seas tú quien caiga en su propia trampa.

―Ya veremos quien cae primero. Voy a la caza ―y se alejó de su amigo para ir junto a Allison.

En cuanto Noah se acercó a Allison y a su hermana, pudo notar como ella se callaba y su rostro cambiaba inmediatamente.

―Noah. –gritó su hermana―. ¿Verdad que Lisy es adorable? es como la hermana que nunca tuve.

―No lo sé, porque conmigo es todo lo contrario ―contestó Noah, mirando a Allison.

Angus llamó a Sherlyn y esta se fue con su padre, dejando a Noah y a Allison solos. Ella se dio la vuelta para irse, pero él la detuvo sujetándola por el brazo.

―He observado que tienes una buena relación con mi familia, lo que me hace preguntarme, porque no soportas estar a mi lado.

Allison no se había dado la vuelta para verlo, pero él la seguía sujetando del brazo, haciendo que su corazón se acelerara, esos últimos días habían sido terribles para ella. Tener que trabajar a su lado y soportar esas miradas que le erizaban la piel, había comprobado que en realidad era irresistible, pero eso no quería decir que ella sucumbiría a sus encantos.

―Simplemente me limito a hacer mi trabajo ―se soltó de su mano.

Esa mujer lo estaba trastornando de una manera que nunca imaginó. El resto de la fiesta él se la pasó como un halcón que asecha a su presa, ella seguía compartiendo con su familia, incluso sonreía junto a Ian, alguien a quien apenas acababa de conocer. Él le estaba mostrando algo en el móvil y esto hizo que ella estallara en una risa. Noah solamente se unió a ellos, cuando llegó la hora de cantar feliz cumpleaños y a pesar de estar a tan solo unos metros de ella, toda su atención estaba en las demás personas y no en él.

Hubo un momento en que Allison se fue dentro de la casa, para ir al baño y justo cuando salió y se dirigía otra vez al jardín, alguien la arrastró dentro del pequeño armario que estaba debajo de la escalera, no tuvo tiempo de gritar, porque le cubrieron la boca.

Noah la soltó y le dio la vuelta, para tenerla de frente y encendió la bombilla, la sujetó por la cintura y la acercó a él. La respiración de Allison iba demasiado de prisa y cuando Noah puso sus labios sobre su cuello para darle unos húmedos besos, su corazón se detuvo y el miedo le recorrió todo el cuerpo. Intentó separarse de él, pero Noah la sujetaba con mucha fuerza y le fue imposible, empezó a temblar y a llorar.

La última conquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora