Capítulo 6

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Capítulo 6

Allison estaba muy confundida con su jefe, se le veía muy preocupado por ella y nadie podía negar que era un mujeriego, pero habría que ser muy buen actor para demostrar ese sentimiento que vio reflejado en su rostro.

Una vez en su oficina, Noah tardó varios minutos hasta ponerse a trabajar, se moría por saber porque Allison lloraba de esa manera y con quien hablaba por teléfono. Puede que se tratara de su novio y hubieran peleado y por eso estaba en ese estado. No importaba lo que fuera, él no se daría por vencido hasta descubrirlo.

Su padre se sorprendió al verlo allí tan temprano, pero enseguida empezaron a trabajar. Tenían varias exportaciones esa semana, aparte de la fiesta de la empresa, cumplía treinta años y había que contratar muchísimas personas, para la decoración, la comida, camareros y una orquesta. Estarían invitados todos los empleados, desde el personal de limpieza, hasta los que tenían un alto cargo en la empresa.

Durante los siguientes días, Noah se había mantenido alejado de Allison. De querer acostarse con ella, había pasado a no querer incomodarla, no obstante eso no le impedía observarla y saber que ya se encontraba mejor, se le veía sonreír como siempre, aunque con él siguiera en las mismas, con una total indiferencia.

Esa tarde la vio pasar por su oficina y le llamó la atención que fuera de salida, si tan solo eran las cuatro de la tarde, fue corriendo a la oficina de su padre para saber a donde se dirigía. Se suponía que era su secretaria, pero a él nunca le daba cuenta de su paradero, ni le pedía permiso para salir antes de la empresa.

―Papá, ¿porque ha salido antes Allison?

―Tenía un asunto personal que resolver. Como es tan eficiente ya había terminado todo y le he dado permiso.

―Entiendo, yo también tengo algo que hacer. Nos vemos mañana ―y salió despavorido, cogió las llaves de su coche y se fue.

No podía desperdiciar esa oportunidad, puede que en esa salida por fin supiera el motivo de porque Allison lloraba días atrás. Por suerte cuando salió a la calle, ella acaba de salir y la pudo seguir sin problema.

Allison ya había recorrido una gran distancia y aun no se había detenido en ningún lugar. Luego dio la vuelta y paró en una especie de descampado, en donde se encontró con un hombre un poco desgarbado, de estatura baja, llevaba una boina encasquetada a la cabeza y Noah no pudo ver su rostro. Allison le entregó un sobre y el asintió.

Luego ella volvió a su coche y el hombre desapareció entre unos arbustos altos. Noah dio marcha atrás con su coche para que ella no lo viera al salir otra vez a la carretera. Su mente se imaginó un sinnúmero de cosas y ninguna de ellas lo llevaba a pensar algo bueno y se preguntaba una y otra vez, en que lío estaba metida.

Aquel hombre no parecía precisamente tener muy buena reputación, sino más bien un delincuente. Igual le debía dinero a alguien y la había llamado para cobrarle, pero que podía haber hecho para deber tanto dinero. En la empresa se le pagaba muy bien y según le había dicho su padre, ella no tenía ningún familiar.

Después de presenciar todo aquello, se fue a su piso, necesitaba un trago y relajarse. Hubiera querido hablar con ella, escuchar de sus labios lo que ocurría, ayudarla en su problema. Pero estaba tan lejos de ella, como la tierra de la luna. Se sirvió otro whisky, se sentó en el sofá y se aflojó la corbata.

En un principio estaba dispuesto a lo que fuera por acostarse con ella y en este momento estaría dispuesto a dar la mitad de su fortuna por descubrir en que lío estaba metida y que la había hecho llorar de esa forma tan descontrolada, que hasta había permitido que él la consolara. Algo que no hubiera sucedido, de no haber estado tan vulnerable.

La última conquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora