Capítulo 16

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Capítulo 16

Después de haber ido a ver a su hermano, se detuvo un momento en el supermercado. Tenía que hacer algunas compras, al salir de allí sintió como si alguien la observaba, a pesar de la cantidad de gente que había fuera del supermercado. Intentó tranquilizarse, lo más seguro es que se tratara solo de su imaginación. Ver a su hermano esa tarde, le había hecho mucho bien, él también se sentía del todo decepcionado por la manera en que su amigo se había portado.

―No puedo creerlo, Daniel se ha portado de la forma más infame.

―Lo sé, pero de ahora en adelante todo será diferente. Con la ayuda de Ian saldrás pronto ―le dijo Allison con afecto.

El rostro de su hermano había adquirido su habitual belleza y ya no tenía ninguna magulladura, compartían el mismo color de pelo, aunque Ronan lo tenía más oscuro, al sonreír se le formaban unos pequeños hoyuelos, los cuales Allison siempre había envidiado y apreciado a partes iguales. A pesar del tiempo que llevaba en la cárcel, la relación que tenía con su hermana no había cambiado en nada, aunque era de admitir que ya no era tan dulce y tierno como antes. Ese chico de mirada suave y llena de sueños, con los años había sido reemplazada por la dureza y una evidente antipatía, tan solo con Allison mostraba su mejor cara.

―¿Dónde has conseguido ese abogado?

―Me lo ha recomendado mi jefe ―fue lo único que pudo decirle.

Como podría decirle a su hermano que se estaba acostando con su jefe y que lo más seguro por eso él se había ofrecido a ayudarla. Aunque tampoco es que supusiera un sacrificio muy grande estar en los brazos de Noah, sino todo lo contrario, no sabía como viviría sin ellos.

―Entiendo ―y sonrió, haciendo relucir sus hoyuelos.

Metió las bolsas en el asiento trasero y se subió a su coche, el saber que alguien la estaba persiguiendo, no podía significar nada bueno y era mejor que anduviera con cuidado. Noah le había prometido que ya no volvería a enviar a Andy a perseguirla, aunque de ser así no se hubiera dado cuenta, justo como pasó la última vez, que aquel hombre estuvo una semana siguiéndola y ella no se había enterado.

Esa noche, Shaw fue hasta la celda de Ronan. Él estaba acostado mientras leía un libro, al sentir que alguien se acercaba se incorporó. Allí había aprendido a estar todo el tiempo pendiente del más mínimo ruido. En realidad, él intentaba no decirle a Allison todas las cosas por las que había tenido que pasar en aquel lugar, incluso una vez alguien lo apuñaló. Fingió estar resfriado para así negarse a verla y evitar preguntas y lo más importante, no preocuparla.

―¿Qué quieres? ―preguntó Ronan nada más ver a Shaw.

―Hoy me ha venido a visitar tu antiguo abogado, Jackson ―eso hizo que Ronan le prestara atención―. Para darme una información muy importante, la dirección de tu hermana.

―Deja en paz a Allison ―gritó y sujetó a Shaw por la camiseta.

De repente de la nada, aparecieron dos hombres más, que cogieron a Ronan por los brazos para que Shaw le propinara un puñetazo en el estómago, haciendo que cayera de rodillas en el suelo y Shaw se alejó por el pasillo.

Ronan se quedó un momento en el suelo, mientras se retorcía de dolor e intentaba respirar con normalidad. Cuando se recompuso, fue a hablar con uno de los guardias, él sabía que no le harían ningún caso, pero tenía que intentarlo para avisar a su hermana y que nadie le hiciera daño.

―Necesito usar el teléfono ―le pidió Ronan al guardia.

―Tu hora de hacer llamadas ha pasado, Mattson.

La última conquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora