Capítulo 17

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Capítulo 17

Después de varios minutos, la policía por fin le puso atención y llevaron a Noah hasta el hospital. Aunque Allison deseaba permanecer a su lado, tuvo que ir a la oficina de la policía para rendir declaración. Se vio en la obligación de explicarle todo a la policía, desde que su hermano estaba en la cárcel, hasta que había contratado a alguien para protegerlo. Los dos delincuentes habían confesado ser familiares de Shaw, lo cual le facilitó las cosas a Allison y no la culparon por haber querido proteger a su hermano. Ya que en cierto modo estuvo involucrada con un ex presidiario.

―Entiendo, podría pedirle al abogado de su hermano que lo cambiaran de prisión ―le sugirió el agente.

―Muchas gracias por la sugerencia.

Le habían llevado su bolso y pudo tomar un taxi para ir a ver a Noah, tenía pintas de haber salido de una cloaca. Ese día se le ocurrió ponerse una blusa blanca y esta había pasado a ser casi gris, como pudo se limpió un poco en el baño de la comisaria, aunque su ropa no tenía ningún arreglo.

Se subió al taxi, aunque en un principio el chofer la miró con cara de asco, no le importó. Le indicó que la llevara al hospital y al final del trayecto le dio una propina por haberla llevado, era consciente que en ese momento no inspiraba confianza.

―Buenos días, ¿Cuál es la habitación del señor Noah Harper?

―Sí, lo acaban de trasladar a la habitación 205.

―Gracias ―y se dirigió al ascensor.

Anduvo un buen trecho por el largo pasillo, hasta poder dar con la habitación en donde se encontraba Noah. No se molestó en tocar y entró, él estaba recostado sobre unas almohadas, mientras hablaba por teléfono.

―No te preocupes ―y colgó―. Estas horriblemente hermosa.

Ella sonrió un poco ante su comentario, pero se quedó parada en la puerta, con un poco de timidez y la mirada puesta en el suelo. No sabía bien como actuar, ese hombre acababa de arriesgar su vida por salvarla y aunque deseaba creer que lo había hecho porque la amaba, a la vez sentía miedo de escuchar esas palabras, esas que tanto había querido escuchar. Allison no sabía que decirle, de haber recibido ese disparo, lo más seguro es que ella se estuviera debatiendo entre la vida y la muerta.

―¿Por qué lo has hecho, Noah? Te habrían podido matar ―mientras se limpiaba una lágrima que corría por su mejilla y por fin se acercó a la cama.

Él tomó su mano entre la suya y permaneció unos segundos en silencio, levantó la mirada para mirarla a los ojos.

―Yo te quiero, Allison y al ver que ese hombre estaba a punto de matarte, simplemente pensé en salvarte.

El corazón de Allison dio un vuelco de alegría y se quedó totalmente de piedra, creía que lo que acababa de escuchar había sido producto de su imaginación o que estaba soñando. Él le dio un fuerte apretón en la mano y su mirada regresó a esos lindos ojos grises, que parecían esperar una respuesta ante tal confesión.

―Yo también te quiero, Noah. Te quiero mucho, perdóname por no habértelo dicho antes. No sabía lo que tu sentías por mí y tenía miedo de decírtelo ―confesó ella entre lágrimas.

Él le indicó que se sentara en el borde de la cama y entrelazó su mano con la suya.

―Aunque hay una cosa que no entiendo ―dijo Allison de repente. ¿Cómo me has encontrado tan pronto? ¿Cómo supiste donde estaba?

―Primero me tienes que prometer que no te enfadarás ―ella se quedó unos segundos mirándolo, hasta que finalmente asintió.

―Pensé que me estabas ocultando algo y he enviado a Andy a seguirte.

La última conquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora