II

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Canción para escuchar: Spirited Away - Reprise
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Sólo quedaban unas horas para que Akuma accediera al examen, estaba preparándose, desayunando, y al mismo tiempo, reflexionando.

- Akuma, tú, eres fuerte y seguro que puedes con todos los demonios. -Akuma estaba hablando con sigo mismo, estaba autoconvenciendose de que podría con todos y cada uno de ellos-

- Akuma...- Rinma, entró a la habitación de Akuma, llamándolo por su nombre, con una voz relajada y a la vez nerviosa. Era de costumbre, Rinma no era de gritar mucho y tampoco es que le ilusionara hacerlo.

- Oh, señora Rinma.- Akuma miró alegremente a la señora Rinma, que en esos momentos sonreía de igual forma que lo hacía siempre.

- Akuma, debes saber, que pase lo que pase estaremos aquí, por favor, vuelve con vida, he aprendido a quererte... Aun que de pequeño fueras un bicho, ahora eres un buen hombre, y realmente, te necesitamos aquí, con nosotros. -Rinma confesó aquello, sosteniendo la mano de Akuma, con las suyas, mientras de nuevo, lo miraba sonriente, y con alguna lágrima nostálgica.

- Señora Rinma... No llore por favor... -Akuma limpió la lágrima que el ojo de Rinma  atrevió a expulsar-

- De verdad, juro que volveré, y estaré bien. Seré un cazador de demonios, y vendré cada día a veros. -Akuma no dejaba de sonreír en ningún momento, y esta vez era el el que sostenía ambas manos.

- Dejaos de lloriqueos.- Como siempre Tijuro, arruinó el momento con su voz ronca. Si Tijuro tuviera que elegir entre llorar y morir, preferiría mil veces morír.

- Señor Tijuro, deje de arruinar momentos así, ven aquí, y abrazame anda.- Tijuro no quería, pero si quería despedirse de Akuma, lo haría sin pensarlo-

Los tres se abrazaron con amor y cariño, la más baja, la señora Rinma y el más Alto el señor Tijuro, estaban más que orgullosos de Akuma, todas sus esperanzas estaban depositadas en el y siempre lo harían. Después de aquel emotivo abrazo Akuma abandonó el hogar despidiéndose de ellos con una sonrisa.

- ¡Cuando vuelvas prepararé la mejor cena!- Decía Rinma abrazada a su esposo, y secándose las lágrimas con un trapo algo elegante.

- ¡Mucha suerte pequeño! -Tijuro no lloraba, pero si sentía algo de tristeza al saber que no estaría con el en al menos 7 días.

Así fue como Akuma, emprendió su viaje hacia el examen, tardó unas horas en llegar, al menos, no llegó tarde. Pero si que sabía a lo que se enfrentaría, desde luego no sería fácil quitarse de encima a los demonios.

-Ya estoy aquí...- Admiró el paisaje, repleto de árboles de glicinas ( Glicina: Odiado por los demonios) y algunos que otros individuos, extravagantes.

- Bienvenidos al examen de cazadores de demonios. - Dos chicas de la misma estatura, y unos ojos peculiares, hablaban sobre el examen- Tenéis siete días para sobrevivir, si llegáis aquí con vida, se os otorgará un premio.- acabaron de hablar, dando a entender, que el examen de cazadores de demonios, había empezado.

- Ya empieza...- Akuma, se adentró en el bosque con cuidado, todos los aspirantes, se dispersaron por el bosque, y el, quedó solo.

- ¡Es mío!- Un demonio, saltó hacia Akuma por la espalda, estaba preparado para morder su cabeza.

- No es tan fácil acabar con migo -Akuma esperó al momento preciso para atacar. Cuando el demonio estaba a unos milímetros de morder su cabeza, Akuma reaccionó y de un corte limpió, decapitó al demonio.

- Tan... He caído, tan bajo...- el demonio ya no podía hablar, estaba desintegrandose.

-No diré que descanses en paz, pero desde luego espero que en la siguiente vida no te conviertas en un demonio.- Enfundó su katana, y siguió el camino.

Por suerte, siguió su camino sin tener que desenfundar su espada, ni una sola vez, pero aquella paz, no duraría mucho por desgracia.

-¡Un demonio gigante! -Uno de los aspirantes, estaba huyendo de algo, al parecer era un demonio gigante, estaba hecho, por carne, y muchos brazos.

-Q-que es eso...-Desenfundó su espada con algo de miedo. Lentamente, se acercó al demonio, pero cuando estaba preparado para atacar, un pelirrojo, con una mascara de zorro se adelantó.

-¡Hya!-El pelirrojo, atacó desde arriba, intentando penetrar el cuello del Demonio, con su katana. De ella, comenzó a emerger agua, creando la forma de un dragón.

-¡No sirve de nada que me cortes solo la mano!-El demonio no tardó en regenerarla de nuevo, y aprovechó para atacar al pelirrojo con uno de los brazos.

El pelirrojo estaba en apuros, y Akuma, solo estaba observando, ¿Eso es ser un hombre? Pensó Akuma, 'mi vida está en riesgo, pero la suya también' ¿Que hago? Saltó hacia el demonio planeando un ataque poderoso, pero El pelirrojo, ya le había cortado la cabeza.

-Cuando has...-Akuma, sorprendido, cayó de pie en el suelo, y admiró el gesto de ese pelirrojo.

- Descansa en paz...-Aquello fue lo último que dijo el chico antes de presentarse ante Akuma, que hizo lo mismo-

-Yo soy Akuma, un placer. -Estrechó su mano durante unos segundos, y Tanjiro le hizo una reverencia.

-¡Por favor, sobrevive!-Tanjiro Kamado, se despidió alejándose así de Akuma, al parecer tenía prisas. Pero estaba seguro, de que ese chico sobreviviría.

Y así, fue como Tanjiro y Akuma se conocieron, no en las mejores circunstancias, pero si en un acto de bondad.

¡Sayonara¡

𝑴𝒂𝒔 𝒃𝒓𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍 𝒔𝒐𝒍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora