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(Obligatorio: -Another Love -Tom Odell)

—¡Deja de intentar salir por la ventana!—Aquel rubio y miedoso espadachín, intentaba calmar a Inosuke, que al parecer quería hacer una carrera contra el "monstruo" llamado tren.

Akuma sin embargo, solo observaba las vistosas montañas nocturnas que rodeaban las vías del tren, pues era lo único que podía hacer, y Tanjiro Y Rengoku Socializaban hablando de las respiraciones.

—Nunca viajé en un tren...—Dijo susurrando Akuma refiriéndose a la bonita infancia que tuvo con sus "padres" Rinma y Tijuro, ya difuntos.

—¡Si! Las respiraciones básicas son esas, y de ellas, emergen otras, como la del amor, por ejemplo— Instruía a Tanjiro de manera perfecta, pues observaba embobado al pilar.

—Hm...—Akuma estaba aburrido, pero fue en ese mismo momento, cuando sintió que sus ojos se nublaron, parecía estar envuelto de una nube negra, que no dejaba ver nada. Hasta que la misma se dispersó.

—E-ej... —Akuma visualizaba porfín a un demonio, un demonio de pelo rosado y líneas negras por todo su cuerpo.

—D-donde est— Su frase no terminó de redactarse. Al ver a Rengoku sangrando siendo atravesado por un brazo del mismo demonio que visualizó anteriormente.

—R-rengoku...—Sus ojos estaban abiertos como platos.

No sabía porque, pero después de aquello pudo despertar, volviendo al "presente" y dando por echo de que aquello no era más que un sueño y suspiró aliviado.

—Menos mal...—Dijo arrugando con sus manos apoyadas en sus piernas, el traje que llevaba puesto.

—Demonios...—Dijo el Pilar, dejando de hablar del tema del que hablaban y observando con atención a todo su alrededor.

—¿Que ha dicho?—Preguntó el de pelo color oro.

—¡Demonios!—Se levantó de su asiento, y acto seguido desenfundó su perfecta Nichirinto, en posición de combate.

Derrepente una de las luces que estaban prendidas, dejó de funcionar, dejando a todo el vagón sin luz.

¡Ahí!—Chilló Zenitsu cuando vió al demonio bajo la luz que inmediatamente se había encendido.

El pilar, inmediatamente se posicionó, en una de las posturas de la llama, y después de decir el nombre, rebanó la cabeza del demonio dejando una silueta de llamas tras su paso.

Hay más...— Se adentró en el siguiente vagón y visualizó al demonio patas largas, que intentaba atacarlo a gran velocidad.

De nuevo, otra postura acabó con el demonio, viéndolo desintegrarse por completo. Todos estaban impresionados,  y flotaban alrededor de Rengoku, como si a partir de ahora se convirtiera en su dios.

—¡Rengoku-San!—Dijeron al unísono los cuatro "novatos en la caza".

—¡Sé nuestro maestro!—De nuevo los cuatro.

—¡JaJaJa~!—Reía el pilar de la manera peculiar en la que lo hacía siempre.

La imagen de todos sonriendo, y siendo felices, era conformadora y tierna, Akuma era feliz en ese momento, y a decir verdad los cuatro merecían parte de aquel sentimiento. Todo fue así, hasta que entraron en un profundo sueño, del que no podrían despertar.

¡Nezuko! Ten cuidado... Allí hay un río, súbete a mis espaldas— El rizado llevaba un sueño de lo más romántico con la hermana de Tanjiro, que hizo caso completo a lo que le ordenó Zenitsu.

—¡Vale!—La diferencia era que Nezuko no era un demonio en ese sueño.

—¡Hey! Jejeje~—Zenitsu utilizó su propia respiración para poder alcanzar una velocidad increíble y saltar el río de manera perfecta. Los dos vivieron felices.

Por otro lado teníamos a Inosuke...

—¡Mataremos al bicho!—Dijo con su voz icónica acercándose junto a Tanjiro, Zenitsu y Nezuko conejos. Para derrotarlo.

—¡Muere maldito monstruo!—Comenzaron a atacarlo.

Pero también teníamos a Tanjiro...

—¡Lo siento! ¡He de irme!—Se alejaba de aquella familia, a la que alguna vez pudo amar infinitamente. Lo hacía desprendiendo lágrimas, que lograban hacer llorar al menor de la familia.

—¡Hermanito! ¡No te vayas!—Dijo el menor, intentando alcanzarlo sin ningún resultado óptimo.

—Lo siento...—Dejó atrás a su familia, sin más.

Y por otro lado, también tenemos a Rengoku, que por desgracia tubo uno de los peores sueños que alguien podría tener, el odio de su padre hacía el.

No importa... Eso no sirve de nada...—Dijo su padre despreciandolo.

—Entiendo...—Abandonó el lugar, para después instruir a su hermano de cómo tenía que ser.

Y por último, Akuma.

Cómida familiar, con Tijuro e Rinma, que por desgracia sabía que era un sueño, aún así intentó vivirlo lo máximo posible, por qué, tampoco tenía a nadie con quién compartir las cosas desde que ellos murieron.

—Si... Es increíble, pero... Mi Nichirinto es algo extraña...—Dijo Akuma mientras comía.

—Es lo que tiene... Ser un cabezón.—Tijuro, como siempre dejó caer aquello, por alguna razón, Akuma respondió con una carcajada.

—Tijuro... Sabes perfectamente que él es mejor que tú... Y esta más capacitado que otros...—Miró mal a Tijuro.

—Bueno... Tú no tienes porqué meterte en este tema, no sabes lo que puede hacer o no.—Murmuró intentando que la mujer no lo escuchara, obviamente salió mal, y recibió un golpe de su parte

—¡Mujer! ¡Que lo decía en broma!—Dijo rascándose el chichón que le había dejado, mientras Akuma sonreía.

—Moriré... Sé que algún día lo haré... Y porfín podré reunirme con vosotros...—Sonrió nostálgico, acabándose el plato de fideos vegetales.





¡Gracias por los comentarios! Disfrutad de la saga de Mugen Train. Porque se vienen PlotTwists.

𝑴𝒂𝒔 𝒃𝒓𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍 𝒔𝒐𝒍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora