–¿Te quieres ir ya, pesada? –Resopló viendo que su amiga tardaba más de la cuenta en irse del piso– al final llegará Lexa y seguirás aquí y yo le he dicho que no estarías aquí.
–¿Ha salido de su casa ya? –Preguntó Raven desde dentro del baño.
–No...
Al menos que ella supiera. Lexa le dijo que cuando saliese del pueblo le escribiría y además le avisó que tendría que pasar por el piso que compartía con su hermana antes de ir al suyo, porque tenía que recoger sus cosas para el día siguiente.
–Entonces no sé por qué tienes tanta prisa en perderme de vista, rubia, sé que te encanto –le dio un golpe de cadera cuando pasó por su lado al salir del baño.
–La prisa es que tengo que adecentar un poco el estropicio que tienes por piso, Rae... –señaló el salón donde habían varias cosas de la castaña tiradas– yo haciendo unas horas extras que le debía a una compañera del Spa y tú viviendo la vida loca, me debes muchas, Raven Reyes, no es la primera vez que tengo que limpiar y ordenar tus cosas.
Realmente aquello se lo dijo con tono bromista, porque no le importaba recoger las cosas de su mejor amiga siempre y cuando no fuesen muchas, como era el caso en ese preciso instante, porque Raven ya había recogido las suyas más de una vez. Además que siempre tenían ese juego la una con la otra.
–Deja de quejarte que te van a salir arrugas y no vas a estar mona para cuando venga tu novia –le pasó el dedo por el ceño fruncido y le puso morritos para meterse con ella.
Sintió varios cosquilleos por dentro al escuchar la palabra «novia» para referirse a Lexa. Hasta ahora no habían hablado del tema pero sabía que simples amigas no eran pero tampoco una pareja formal, no tenían ningún nombre, pero esa palabra le removió cosas agradables por dentro que hacía tiempo no sentía.
–No es mi novia –corrigió Clarke.
Que no era su novia era cierto, igual de cierto que algo en su cabeza y por dentro de ella al completo le hacía claras señales de que deseaba que lo fuese, tenía que admitirlo, pero por ahora, solo lo admitiría para ella misma.
–Cuéntame más... –volvió a aparecer Raven delante suya pero esta vez para quedarse inmóvil frente a ella, sin parar de mirarle directamente a los ojos con una ceja alzada– cuando venían otras personas a verte aquí, no te preocupabas tanto de mi presencia ni de si el piso estaba decente o no –señaló con media sonrisa burlona.
Jaque.
Completa y absolutamente cierto. Cuando había llevado a gente al piso le importaba entre cero y nada el estado del mismo o si Raven estaba allí o no. Una vez llevó a un chico que estaba haciendo prácticas como preparador físico en el equipo de las chicas. Era un chico bastante mono, alto, moreno y de ojos oscuros, pero todo quedó en aquel encuentro espontáneo y nada más, lo vio dos veces más cuando fue acompañando a Raven a alguno de los partidos, después desapareció del mapa y no volvió a verlo. Tampoco sufría mucho por ello.
También había llevado varias veces a Niylah pero conforme había venido siempre se había ido, nunca se había quedado a dormir y lo suyo siempre había sido algo puramente físico y sin nada más de fondo, al menos de su parte.
Con Lexa lo sentía completamente diferente, como hacía años que no lo sentía. Quería hacerla sentir bien, cómoda en su piso y quería que quisiera quedarse allí. No quería que nadie más entrase en el lugar de Lexa y quería estar tiempo a solas con ella. Quería que se quedara a dormir y sentir su piel ardiendo junto a la suya durante la noche. Quería que fuese algo más que algo físico, quería que fuese algo mucho más grande que todo lo que había tenido anteriormente.
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Performance - Clexa AU
FanfictionTrabajar, trabajar y trabajar. Hay personas que más que trabajar para vivir, viven para trabajar; y más si su trabajo es su pasión. Pero siempre hay lugar y tiempo para los hobbies. Un hobby escondido durante toda la vida. Una forma de desconectar d...