Capítulo 3. Octavia Blake

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Salió del colegio, bastante más relajada a como había entrado esa mañana y lo primero que hizo fue llamar a su mejor amiga. Lo necesitaba. Tenía que hablar con ella.

El sonido de llamada del móvil dio dos tonos y antes sonar el tercero, una voz adormilada habló desde el otro lado.

– ¿Lex?

– Sí, la misma. – Viendo que su amiga no decía nada más, siguió hablando para asegurarse de que lo que pasaba por su cabeza, era cierto. - No me digas que estabas durmiendo y te he despertado... – Miró la hora que era y su reloj marcaba la 13:30.

– Un poco, pero no pasa nada, apagué el despertador a las 12. – Dio un bostezo bastante sonoro. – Debería de estar levantada ya, podrías ser mi nuevo despertador.

– ¿Tienes plan para comer? – Se echó a reír por el gruñido indescifrable que soltó su amiga. – Vale, vale. No sé para qué pregunto, si te acabas de despertar.

– Si ti iquibis di dispirtir.

– ¡Tonta! – Estalló en una carcajada que sonó más de lo que ella quería, ya que estaba en mitad de la calle y se sintió un poco observada de repente, pero es que su amiga solía tener ese mal despertar. – Levanta tu precioso culo de la cama y dúchate, yo me encargo de comprar algo y comemos juntas, tengo cosas que contarte.

Se hizo el silencio por unos segundos, un silencio bastante dramático, hasta que su amiga la dejó un poco sorda por el grito que pegó en su oído.

– ¡Hostia, hostia, joder, qué hoy es viernes! ¿¡Acabas de salir del colegio!? ¡Joder, cuéntame ya! ¡Vamos!

– Solo por gritarme de esta manera, te quedas sin saber el veredicto final, nos vemos en 30 minutos, recíbeme en condiciones, ponte aunque sea una camiseta. – Se lo dijo en un tono neutro, para que no notase la emoción en su voz.

– Pf, si estás deseando verme en paños menores, querida.

– Creída. – Suspiró y se volvió a reír por la situación. – Nos vemos ahora, O.

Colgó el teléfono y se dispuso a ir al supermercado a comprar algo para cocinar en el piso de su mejor amiga, por si acaso.

Compró algo de pollo y demás ingredientes para hacer una sopa caliente, seguramente la necesitaría y con la excusa del frío, no le diría que no.

Octavia Blake era su mejor amiga desde la infancia, habían crecido prácticamente juntas y ahora se dirigía a su apartamento, en plena ciudad a unos escasos 10 minutos andando desde el colegio.

Llevaba sin verla tres meses, ya que como Lexa vivía en el pueblo era difícil cuadrar sus respectivos horarios, y contarle que finalmente la habían cogido en el colegio. Iba a ser un bonito reencuentro y se moría de ganas por volver a ver a su amiga.

*********

Llegó al apartamento de su amiga, vivía en el último piso y vivía sola. Llamó al timbre y en apenas 3 segundos, abrió la puerta sin ni siquiera preguntar quién era. Subió con el ascensor y cargada con su bolso, que le empezaba a pesar debido a las carpetas y cosas del colegio, y la bolsa del supermercado.

Cuando llegó arriba, vio que la puerta estaba abierta, pero ella no se encontraba esperándola ahí. Seguro que le había pillado sin camiseta, como era de costumbre y había ido corriendo a ponérsela.

– ¿Y si ahora resulta que soy un psicópata que ha decidido llamar a tu casa y tú has abierto como si nada? – Fue lo primero que dijo nada más cerrar la puerta, lo gritó porque no veía a Octavia por ningún lado.

Performance - Clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora