Capítulo 19. «Estúpido temperamento».

910 68 11
                                    

¡Hola a todas y todos! Por favor, leed la cursiva antes de ir a leer el capítulo. 

Quisiera disculparme, nuevamente, por mi retraso en las actualizaciones. Hay cosas que a veces se escapan de mis manos y una de ellas es el control de la mente. ¿Qué quiero decir con esto? Mi mente juega mucho más rápido que yo en algunos momentos y eso me impide tener la suficiente concentración para sacar un buen capítulo y estar contenta yo misma con mi propia creación. 

Quiero que sepáis que 'Performance' será escrito hasta el final, aunque pueda tardar más tiempo de lo habitual en actualizar. Esto no quiere decir que vuelva a tardar seis meses en subir un capítulo, sino que no voy a tener días fijos para subir una nueva actualización y, con todo el dolor de mi corazón, habrá semanas que posiblemente no pueda subir ninguno. Espero poder ganarle la batalla a la mente y que esta me deje disfrutar de escribir en mi tiempo libre y así poder compartir mis historias (sí, tengo más historias bajo la manga). Mi mente no solamente afecta para las actividades de tiempo libre, sino también para los estudios y demás obligaciones, por eso necesito más tiempo de lo habitual en todas las actividades que realizo. 

Por favor, os pido paciencia, quiero volver con todas mis fuerzas y eso es lo que estoy intentando al volver con un nuevo capítulo.

¡Disfrutad del capítulo! ¡Muchas gracias por permanecer aquí!

***

Capítulo 19. «Estúpido temperamento».

En una puta nube.

Ahí estaba ella. En una puta nube.

No se creía nada de lo que había pasado esa misma tarde. Hacía escasos minutos.

Había ido a casa de Lexa a llevarle una merienda porque echaba de menos sus ojos verdes y estaba volviendo a casa con uno de los mejores orgasmos en sus últimos años de vida.

La primera cita a lo loco que tuvieron en casa de su hermana fue maravillosa pero esa tarde había sido excelentemente maravillosa. No se atrevía a decir que la superaba en todos los aspectos, porque ambas tardes fueron geniales, pero la de ese día, la de esa misma tarde, también a lo loco, no sabía ni siquiera como definirla.

Iba sonriendo por mitad de la calle de camino a su piso compartido con su mejor amiga e iba sonriendo por una sola razón: Lexa Woods.

Había descubierto uno de sus mayores hobbies. Lexa Woods tocaba la guitarra.

Se sorprendió mucho ante aquella faceta que era desconocida para ella, porque realmente no sabía nada de esa afición. Joder, es que Lexa Woods tocaba la guitarra en secreto y para ella ya no era un secreto.

La castaña la había dejado totalmente embobada mientras tocaba aquella canción tan conocida de Bob Dylan, canción que le encantaba, que siempre le había gustado, pero escucharla en las cuerdas de la guitarra de Lexa había sido único, sobretodo conociendo que esa guitarra era del padre de la maestra.

Mientras estaban en la cama, tras un par de orgasmos, Lexa le contó la historia de la guitarra al completo. Le contó que cuando era pequeña vio a su padre tocando esa misma guitarra y, desde aquel momento, él comenzó a enseñarle a tocarla con esa misma canción. Le explicó cada detalle de ese día, haciendo que ella misma pudiese imaginarse a una mini Lexa de pelo castaño largo y grandes ojos verdes sentada en el regazo de su padre,mientras él iba enseñándole cada una de las notas y posiciones de esa canción. Se le encogió un poco el corazón tras aquel profundo secreto de Lexa.

Performance - Clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora