Performance - Clexa AU

Capítulo 17. El apellido Griffin

Joder.

Joder. Joder. Joder.

Era la única palabra que pasaba por su mente tras aquella confesión de Lexa.

No sabía que Madi se apellidaba Griffin, eso quería decir, que Lexa llevaba 3 años y medio pensando que Madi llevaba el apellido de Bellamy y Octavia, es decir, Madi Blake.

Joder, es que le sonaba hasta mal, con el perdón de su cuñado.

–¿Cómo que no sabías que Madi es Griffin, Lex? –Preguntó después de unos segundos de silencio que se instauraron en el salón.

–No sabía que Madi se apellida Griffin, Clarke –volvió a repetir la castaña –es en serio, no lo sabía.

–Entonces, ¿pensabas que era Blake? –Cuestionó para salir de aquella duda que rondaba su cabeza.

–Exactamente –confesó Lexa –pensaba y tenía como algo muy obvio y lógico que se llamaba Madi Blake, e incluso que podría llevar incorporado Griffin con guion por el apellido de soltera de tu hermana, porque no están casados –hizo una pausa –. Porque no están casados, ¿no? ¿O es otra información que me tienen ocultada?

–No, no, tranquila, no te ocultan nada, no están casados –tranquilizó a Lexa –todavía –soltó de repente en un tono mayor del que pretendía. 

Maldita impulsividad.

–¿Cómo que todavía? –Interrogó la castaña con el ceño fruncido.

–Bueno, mi hermana me ha dicho que quieren casarse, para el tema de papeles con respecto a Madi y demás.

Lexa estaba sentada justo a su lado, pasándose la mano por tabique nasal de forma reiterada y respirando de forma ansiosa.

Decidió poner la mano en su pierna, arriesgándose a llevarse el manotazo de su vida, pero quería que Lexa se calmara.

–Lex, tranquilízate, por favor –le apretó un poco la rodilla –es algo que han hablado entre ellos, pero no se lo han dicho a nadie más, de hecho, creo que Octavia tampoco lo sabe –la castaña la miró con confusión –lo llevan pensando un tiempo pero aún no tienen nada en claro, así que no han querido decir nada hasta no tenerlo totalmente claro –le explicó –. Echo me lo ha contado porque necesitaba consejo y habló conmigo, nada más, por eso lo sé yo –le regaló una media sonrisa –y ahora tú, pero, no debes decir nada sobre ello porque no es algo que nos incumba a nosotras, ¿de acuerdo?

Lexa le afirmó con la cabeza que la mantenía ligeramente agachada, mirando un punto fijo del suelo, como si estuviera totalmente en otro lugar. No le gustaba nada verla así y no saber que era exactamente lo que pasaba por su mente.

–Por favor, Lex, prométeme que guardarás el secreto, ni siquiera Ontari lo sabe –volvió a pedirle con preocupación por miedo a que su hermana se enterase de que lo había contado.

–Puedes estar tranquila, Clarke –la castaña apoyó la mano encima de la suya, a la altura de la rodilla, donde había permanecido durante toda la conversación –no diré nada, te lo prometo –dijo con un amago de sonrisa y volviendo a su expresión seria.

No había hecho contacto con sus ojos aún, aquellas palabras las dijo manteniendo la mirada fija en el suelo, totalmente sumergida en sus pensamientos.

Pensamientos que desconocía, porque por más que intentase leer su mirada, lo único que veía en ellos era un atisbo de tristeza, brillantes, seguramente por las lágrimas que estaba reteniendo.