Capítulo 1

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(Pov Clarke)

El sonido que producen sus dedos al aplastar con fuerza y maestría las teclas del piano es lo único que consigue calmarla. Hace tres meses que no descansa bien ni una sola noche, hace tres meses que una parte de ella, y de todas sus compañeras, murió en el puerto de Long Beach, y desde ese momento, ninguna de las cuatro ha vuelto a ser como antes. Con los ojos cerrados, sus manos se deslizan por el teclado del piano por inercia, disfrutando de la melodía de todas y cada una de las notas de "Clair de Lune" de Debussy. Hasta que el final de la canción la hace abrir los ojos, encontrándose a una muy atenta Abiggail mirándola con ternura.

- ¿Qué tal has dormido hoy cariño? - Pregunta la mujer mayor acercándose a la banqueta del piano de su casa. Clarke la mira y resopla, negando lentamente con la cabeza.

-He vuelto a tener la pesadilla de todas las noches mamá, asique sí, he vuelto a dormir bastante mal e ir al psicólogo me está sirviendo de poco- Dice cabizbaja levantándose del asiento del piano.

-Clarke, tienes que dejarlo ir... Si tu te empeñas en aferrarte al pasado nunca vas a superarlo, y Becko te necesita, os necesita a todas. Tenéis que volver al trabajo ya- Dice su madre acariciando su espalda, pero Clarke se aparta y evita el contacto.

-Mamá, la vi morir delante de mis ojos. Vi como cayó al suelo de bruces y como uno de los ladrones se llevaba su cuerpo. Estuvimos semanas buscándolos, a ellos y a su cuerpo, pero el carguero se esfumó, como si fuera un barco fantasma. Asique, por favor, ahórrate el "tienes que superarlo ya", porque asesinaron a mi compañera en mí cara hace solo tres meses...- Grita Clarke saliendo de la habitación; para ella era más que una simple compañera o una amiga... Abbigail tensa la mandíbula al escuchar las palabras de su hija y resopla, sopesando la idea de ir tras ella o no, pero finalmente decide que es mejor darle más tiempo y no insistirle.

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(Pov Abbigail)

Al decidir que lo mejor era dejar que Clarke se desahogara sola una vez más, se dirige a la cocina para preparar el desayuno antes de salir hacia Becko Technologies, cuando recibe un mensaje de texto que hace vibrar su teléfono móvil sobre la encimera. Decide coger el dispositivo para ver quién desea contactar con ella tan temprano en la mañana, y el nombre que aparece en la pantalla la hace fruncir el ceño bastante extrañada; "¿Qué querrá Becca tan urgente, si tenemos reunión dentro de una hora?" piensa para sí misma desbloqueando el móvil para acceder al mensaje.

Becca Franko

"Buenos días Abby, dile a Clarke que encienda el teléfono móvil del trabajo, y que quiero verla en la reunión luego. Es importante."

Esas líneas la dejan todavía más descolocada que al principio, y tras procesar la información rápidamente, sale de su momentáneo trance sacudiendo la cabeza a ambos lados.

- ¡Clarke! Baja a desayunar tenemos que hablar- Exclama Abiggail lo suficientemente alto como para que su hija la escuche.

Es consciente de la presión y la carga que Clarke y el resto del equipo tienen sobre sus hombros, y también sabe lo mal que lo están pasando, pero tienen una obligación y un deber en Becko, que también está pasando por un fatídico momento. Becca decidió darles vacaciones indefinidas y recurrir a lo que quedaba de la generación anterior para mantener un equipo de operaciones especiales provisional, pero algo ha tenido que pasar para que las haya mandado llamar a todas, y eso la asusta. Solo se le ocurren dos opciones: una misión para la que el equipo provisional no está capacitado, o noticias del carguero, que ha sido el centro de todas las investigaciones de Becko desde hace tres meses.

Pompeya: CAPITULO 2 La chispaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora