Capítulo 4

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(Pov Lexa)

Han pasado ocho días desde que encendió la señal gps, tenía la esperanza de que Becko la encontrara, pero después de tantos días, está empezando a perder la fe. Puede ser que, como le dijo el misterioso señor de la sonrisa inquietante cuando la liberó, todos en la empresa se olvidaran de ella, pero se niega a pensar eso... no puede ser, sus compañeras no harían eso, y menos su rubia favorita en todo el mundo. Lleva meses soñando con poder volver a verla, y esa idea cada vez está más alejada de la realidad, eso la rompe por dentro.

-Eh, ¿en qué piensas? – Lincoln le da dos suaves toquecitos en la frente que la sacan de sus pensamientos y la hacen fruncir el ceño.

-Sabes que odio que me hagas eso estúpido- Empuja al chico, que esquiva el ataque de su amiga y la rodea con los brazos inmovilizándola mientras ríe. – Creía que lo que más te molestaba era que no te dejara estornudar tranquila - Y suelta a Lexa para poder mirarla a la cara.

-Sí bueno, eres bastante molesto en general Lincoln- Se cruza de brazos frente a él.

-Venga anda, termina de desayunar, nos toca el campamento de Mount Weather hoy- Dice el chico levantándose de su lado y preparándose para partir.

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(Pov Clarke)

Está empezando a impacientarse esperando a que sus compañeras terminen de prepararse para a explorar la zona. Están alojadas en dos cabañas de un pequeño campamento cerca del puerto, y es curioso que todos los alrededores sean frondosos bosques. "Qué mejor sitio para esconder un barco enorme que en una zona forestal poco habitada" piensa dándose una explicación a sí misma.

- ¡Ya estoy! – Exclama Lauren saliendo de la cabaña. Todas van vestidas de deporte, para no dar ninguna pista de que son agentes de Becko; aunque van armadas hasta los ojos bajo las inofensivas sudaderas.

-Ya era hora, tardas tanto como Lexa en prepararse- Dice Clarke tomándolas por sorpresa a todas, incluso a sí misma, es la segunda vez que mencionan su nombre todas juntas desde el accidente.

-No perdamos más tiempo, tenemos que andar seis kilómetros para llegar al puerto- Normani toma la iniciativa, como casi siempre, y todas asienten siguiendo a su compañera hacia el sendero forestal.

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-Vale chicas, estamos a unos diez minutos del puerto- Normani se gira para encarar al resto de sus compañeras, que andaban silenciosamente tras ella, y las hace frenar en seco chocando entre ellas. – Podemos separarnos y cubrir más terreno, además llamaremos menos la atención si vamos dos y dos que las cuatro juntas- Sugiere.

-Es buena idea- Fallon asiente, pero Clarke y Lauren no parecen muy convencidas.

-Si nos separamos es más peligroso, yo prefiero que nos quedemos juntas- Dice Clarke tímidamente, mirando a Lauren que asiente al escuchar las palabras de la rubia.

-Vamos... Clarke, no va a pasar nada, no vamos a entrar al barco, solo vamos a explorar el terreno - Fallon intenta convencerlas. Pero hay algo dentro de la rubia que le dice que es mucho mejor ir en grupo, una corazonada o un presentimiento, que cada paso que dan hacia el puerto se hace más fuerte.

-Está bien, separémonos, pero yo voy con Normani- Lauren interrumpe el revuelo de pensamientos de Clarke haciéndola volver al mundo real.

-Oye, eres una vendida... - La rubia entrecierra los ojos y niega con la cabeza. -Espero que tengáis razón, y yo esté equivocada, pero presiento que esto no va a ser tan fácil-

(Pov Lexa)

Y a poca distancia de ellas, Lincoln aparca la furgoneta tras la maleza del bosque y la cubre con la lona verde que llevan siempre en el maletero.

- ¿Estás lista? - Pregunta a su compañera, que aún no ha bajado del vehículo, asomando la cabeza por la ventanilla del copiloto.

-Casi, últimos retoques en la pintura negra- Contesta la chica sin dejar de mirarse en el pequeño espejo del parasol.

-Me encanta como te maquillas los ojos, parece una máscara- Lincoln sonríe, arrancando una ligera carcajada de su amiga.

-Es pintura de guerra, Lin- Ríe, mirando los también maquillados ojos del chico.

-Ya, pero está muy chula, impones mucho así. Quién diría que eres aún más guapa sin ella- Ese comentario pilla totalmente desprevenida a Lexa, que se queda en shock unos segundos. Lincoln se ruboriza irremediablemente y se aleja de la furgoneta. – Vamos, ya hemos perdido suficiente tiempo Lex- Y Lexa sale del vehículo, aún pensando en lo que acaba de decirle su compañero, siguiendo sus pasos hacia el frondoso bosque, ya bastante conocido para ellos.

Andan sigilosamente, siempre escondidos detrás de alguna maleza, y con mucho cuidado de no pisar ninguna rama ni nada que pueda hacer ruido y descubrirlos. Lincoln le hace señas con las manos, señas que ella ya bien conoce, asiente y se separan.

Muy lejos de su amigo, pero sabiendo perfectamente donde está escondido, Lexa se mete dentro de una enorme grieta en un árbol bastante grande. La primera vez que la vio, se sorprendió de que su cuerpo cupiera perfectamente en el hueco, y empezó a usarla de escondite siempre que venían a este sitio.

-Escucho ruido Lexa, dos chicas, campistas al parecer – la voz de Lincoln resuena por el altavoz de su walkie.

-Vale, sepáralas- Y si hace falta me acerco a tu posición- Susurra la morena al aparato.

-Recibido, procedo- Termina la transmisión. Lexa espera pacientemente alguna señal de su amigo, pero no llega ninguna y está empezando a preocuparse, cuando el crujido de varias ramas a escasos metros delante de su escondite hace saltar sus alarmas. Algo va mal. Respira hondo, agarra uno de sus cuchillos mientras localiza la procedencia exacta del ruido y salta chocando bruscamente con su objetivo. La chica grita de dolor al caer al suelo, Lexa se coloca a horcajadas sobre ella y le pone el cuchillo en la garganta.

- ¿Clarke? - Su imaginación está jugándole una mala pasada, pestañea varias veces intentando salir del trance. La rubia le asesta un puñetazo en el costado, y gira sobre la morena para posicionarse encima e inmovilizarla.

- ¿Qué demonios? – La cara de Clarke al reconocer a su atacante cambia de ira a desconcierto. No podría olvidar esos ojos ni en mil años, aunque estuvieran escondidos bajo una intensa capa de pintura negra. - ¿Lexa? – Susurra soltando el agarre sobre sus muñecas. La morena golpea a Clarke en el estómago, tomando totalmente por sorpresa a la rubia, y sale corriendo hacia donde Lincoln se encontraba escondido. Al llegar se encontró a una inconsciente Lauren en brazos de su amigo. Esa imagen dolió, dolió tanto como haber tenido que pegarle a Clarke. Por suerte, el chico no la ha escuchado llegar y no se ha percatado de su presencia tras ese arbusto. La morena agarra una piedra con una de sus manos y se acerca sigilosamente a él y le golpea en la cabeza haciéndolo caer al suelo junto con el cuerpo de su compañera de piso.

-Joder, joder...- Susurra con las manos en la cabeza, dando vueltas. - ¡Mierda! – Exclama. -Esto no tendría que estar pasando- Coge a su amigo por las axilas arrastrándolo hacia la furgoneta, tropezando por el camino varias veces. Becko detectó la señal gps, y se alegra por ello, pero esto no tendría que pasar así. Las chicas están aquí y no era esta la primera toma de contacto que tendrían que haber tenido; no así joder.

Al llegar a las naves, lleva a Lincoln hacia el ala de enfermería para que le curen la herida de la cabeza y se dirige a su habitación, sabe que le harán preguntas sobre lo ocurrido y más vale que tenga una buena mentira preparada...

Pompeya: CAPITULO 2 La chispaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora