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〖⊹extra⊹〗

Especial San Valentín

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Tengan en mente ese camisón
Es para otra tarea ah

— voy a repetir mil veces esto toda mi vida—. pronunció Canadá suspirando seguidamente. —tu cuerpo es una obra de arte—. sus manos se apoyaron en los hombros del latino, mientras observaban el reflejo de ambos en el gran espejo.

Argentina traía puesto un camisón de una tela finísima que resaltaba su belleza exterior, su cuerpo definido y notando sus curvas, mostrando sus hombros que exponían su piel tan tersa y suave que con sólo verla daba esa sensación de querer probarla. Sus cabellos celestes como el cielo, dejando que su flequillo cubra un poco sus bellos ojos claros, su mirada destilando inocencia y también picardía. Todo un encanto.

— sabía que te quedaría perfecto, alguien con ese cuerpo esculpido por dioses... todo atuendo le queda como anillo al dedo—. Canadá sujetó delicadamente la mano del argentino, haciendo que dé una vuelta para ver mejor como quedaba dicha prenda fina. —oh mon dieu... tu es magnifique—. por último corrió el flequillo de Argentina para darle un beso en su frente y luego un beso en el dorso de su mano.

— ¿será que le va a gustar?—. preguntó ligeramente tímido, estaba muy nervioso por lo que planeó con el canadiense durante una semana. Quería sorprender a su esposo para el día de San Valentín, esperaba que esto fuera una buena idea.

— Oh mon chéri, él lo va a adorar—. Canadá le mostró una sonrisa, no había idea que no le haya funcionado, él era un experto en éstas cosas y sabía que su hermano quedaría babeando por el argentino.

Estaba más que seguro en que iban a tener una buena noche de San Valentín, con el encanto de Argentina y su ayuda lograrían su objetivo. El sudaca confiaba plenamente en el norteamericano hablante de dos lenguas, había sido bueno ir a visitarlo y pedirle algunas ideas para esa fecha, el canadiense le dió una lista larga desde lo simple hasta lo más candente. Con sus contactos trajo una variedad de atuendos eróticos, con diferentes colores que atraería la atención completa de Estados Unidos. Los gustos del estadounidense eran entre algo simple pero también algo que le robe el aliento, por eso el camisón rosado, una prenda fina y a la vez sexy en el cuerpo del argentino. Dejaba a la vista las partes favoritas de él, desde los muslos hasta sus hombros que sabía que adoraba recorrerlos y probarlos para saciarse.

Cuando ya decidieron la ropa, ambos fueron a la casa que compartía con el norteamericano mayor, se pusieron a preparar todo antes de que llegara USA. El canadiense usó su creatividad para diseñar un ambiente atractivo, cambiando hasta las sábanas de la cama teniendo colores rojos y una tela suave que era como una dulce caricia. Mientras él ordenaba, Argentina se preparaba también, tomando un baño y después humectar su piel con una crema que Canadá le dió, tenía un aroma encantador a rosas.

Fué por la prenda íntima que usaría y luego ponerse el camisón que escogió, peinó su cabello y terminó viendo su reflejo, sonriendo al notar lo sexy que se encontraba. Sin duda esto sería el endulzante para su linda nochecita de amor.