ㅤㅤㅤೄྀ࿐おいしい
ㅤㅤㅤ✎↷: 2O days OTP challenge
ㅤㅤㅤ| oh God... you're fucking delicious, honey ❜
ㅤㅤㅤ| ♡
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🍒 Prohibida copia, traducción, transcripción o adaptación sin mi permiso. Ésta historia sólo se publica en wattpad...
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— oh Arge, ¿nos acompañas de compras?—. preguntó muy sonriente Francia, ella se encontraba sentada en el sofá de la sala junto a Italia y España.
Reino Unido se presentó después con una charola en mano, traía café y unos bocadillos para acompañar. Argentina lo miró en un muy corto período de tiempo, aún no se sentía muy cómodo con la presencia del británico. La francesa carraspeó teniendo su atención, el argentino aceptó ir con ellos y también preguntaron si USA los podía acompañar, así que fué arriba para decirle.
Llegó a la habitación, el norteamericano se terminaba de poner su ropa luego de haberse bañado. Argentina se quedó parado cerca de la puerta, esperando a que el otro note su presencia.
— what's up, darling?—. cuestionó antes de ponerse su camiseta.
— tu madre pregunta si nos acompañas de compras—. Estados Unidos suspiró. Desde que sus padres estaban de visita se habían sentido algo malhumorado, no es que le moleste que estén ahí, pero su madre... dios, no se había separado de su esposo y no tenían tiempo para sus momentos íntimos. —si vas a poner esa cara... ¿le digo que no querés ir?—.
— wait—. el argentino levantó su cabeza cuando el anglosajón se aproximó y sujetó su cintura. —voy a ir, pero primero... I'm hungry, honey—. sonrió bajando sus manos por las caderas del argentino y levantarlo sujetando sus muslos. El latino se sujetó de sus hombros, le había tomado por sorpresa ese accionar, y abrazó con sus piernas la cintura del norteamericano.
USA fué llenando de besos el cuello del menor, percibiendo su aroma y escuchando los pequeños jadeos que soltaba.
— amor... mmm~...mi padres y lo-los tuyos están abajo—. murmuró abrazando del cuello al estadounidense y luego recibir cortos besos en sus labios, volviéndose más lentos e intensos.
— give me twenty minutes—. Argentina se mordió el labio y asintió, también necesitaba de su esposo. El inglés hablante lo llevó a la cama, dejándolo sobre las mantas y bajando la cremallera de su pantalón, tenía una leve erección y notó como el argentino se lamió los labios al verlo.
Él se desvistió, por suerte traía pantalón deportivo por lo que resultaba más fácil de quitar y se deshizo de su remera. USA lamió sus dedos, los llevó a la entrada del sudamericano y, levemente, introdujo el primero y fácilmente el segundo después. Necesitaba esto, las interrupciones de sus padres y también el estrés del trabajo no le habían dado un respiro. Argentina cubría su boca para no dejar salir sus gemidos, podían escucharlos y sabía que era algo escandaloso en eso.
— aah~... po-ponéte un condón, no quiero a-aah~ andar co-con...—. volvió a cubrir su boca. El anglosajón quitó sus dígitos del interior de Argentina, buscó un preservativo en el cajón de la mesita de luz y se le fué arrebatado por el latino. Él lo empujó contra la cama y se posicionó encima de USA, abrió el paquete y se lo puso a su pareja.
Argentina guió el miembro de su esposo hasta su entrada, fué bajando sus caderas sintiendo el tamaño del norteamericano y como se abría paso en su interior. USA jadeó percibiendo lo estrecho que era, apretó ligeramente los muslos y acarició la suavidad de la piel clara de su amado, mientras él comenzaba a moverse luego de acostumbrarse. Las manos del anglosajón se posaron en sus caderas, ayudándolo a dar brincos sobre él y mordió su labio inferior para reprimir sus gemidos. Luego de unos minutos el sonido de sus pieles chocando se oía en la habitación, junto con los jadeos de ambos y los gemidos siendo ahogados con sus manos o mordiéndose el labio. Argentina movía con rapidez sus caderas con ayuda de su pareja, mirándolo con sus ojos entrecerrados.
Pasaron 4 minutos después para que ambos casi se corrieran juntos, siendo el argentino el primero en hacerlo.
Estados Unidos se tumbó en la cama con su esposo encima suyo, levantó su muñeca derecha y mirar su reloj. 13 minutos, nada mal para ser su tiempo récord.
— ya...vamos o tu madre vendrá para acá—. dijo Argentina luego de reponerse un poco y darle un corto beso.
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