Cheonsa Nabi | YoonMin/YoonKook || BOOK 1#

8. Amarillo de optimismo

—Yoooooooooooongi, busquemos plumas. Es temprano.

Yoongi no le responde, sirviendo los múltiples y casi interminables envases de comida para perro, otros con comida para gato y así hasta sentir que no tiene espalda. Tose y gira le cuello incómodo, está sintiendo dolores y fatiga de nuevo, sin motivo. Esta vez no se sobre esfuerza o hace nada fuera de lo común. Considerando que sus pocas salidas con Jimin, apenas son un cansancio.

Ha sido visitar casas, no soportar vientos despiadados, interminables desiertos y escalar hasta la última habitación de la puta torre para encontrar un almohadón de plumas. Se lleva la mano a la cabeza y frunce el entrecejo.

—De nuevo... —musita extrañado. En teoría, a una persona se le puede caer el cabello de forma regular, pero en su caso, se le caen casi mechones enteros. Es una suerte enorme que no quede con grandes lugares sin cabellera. Chasquea la lengua y va a tirarlo a la basura. Al girar encuentra a Jimin casi pegado a su cara.

—Distancia-per-son-nal. —Lo hace atrás y Jimin saca los labios.

—Te estás viendo un poco mal. Pálido y eso en alguien como tú no es buena señal—informa con una mano en la barbilla—. ¡AH! ¡YO SE! ¡Haremos la comida hoy! Así descansarás mucho y podremos ir por las plumas.

Abre y cierra la boca.

—Tendría que descansar hoy todo el día. —Aclara. De ese modo, Jimin no insistiría hoy de nuevo en que salgan. Son apenas las dos de la tarde, por lo que para Jimin, hay tiempo de ir a buscar. Jimin asiente animado de que Yoongi aceptara—. No quemes la casa. No hace falta hacer nada complicado. con un pan de jamón y queso es suficiente. No-

— ¿Cómo se hace eso?

Yoongi ve su casa quemada.

Para evitar una tragedia, prefiere pedir comida y así problema arreglado. Hará que Jimin la caliente y así sienta que lo hizo él. Es una excusa perfecta. Revisa que todos los perros hayan comido y se sienta en la mesa a revisar las solicitudes de adopción que hay. Jimin se sienta al frente, con los brazos estirados.

—Te gustan mucho los perros.

—Los animales en general. —Aclara concentrado.

—Ummm ¿Por eso los ayudas?

—Considero que merecen un apoyo y un hogar—Deja a un lado el papel y toma otro—. Son criaturas muy frágiles y que se vuelven agresivas a veces porque los tratan mal en la calle. Si los cuido y busco casa, eso no pasará. —Jimin gira la mirada a uno de los pitbulls. Siendo que este está echado en el suelo con la lengua afuera.

—Tú crees ¿Qué todos pueden ser buenos?

Baja el papel y lo mira fijamente.

«Ŝ̴̪͎̈́̆̑̓̄̂͘͠ǒ̸͈͈̺̹̘̖̃͌͐̌̈̓̽̉̅̓̾͠m̷̳͖̰̮͈͎̼̐͋͆̀͠o̴̞̝͌͆̏̇̐̄̓̒̈́͌̄̕̚͘͠ŝ̵̤̞̆m̶̧̧̛̼͓̰͉̰̪̮̹̙̯̪͎̍́̈̕͜å̴̱̯͔͈̞̭̘̻͔̫̮̫̝̓̇̄̆̍̍͑̀͒̈́̈̚͝l̵͙̝̳̜̘̫͇̟̺̬̗̗̯̩̬̠̑͂̋̎̑͝͠͠ơ̵̡͙̮͎͔̭̤̞̞̂̀̍̂̒̀̆̀̚͠s̵̡̡̩̩͇͇͔̻̆̔̏͝,̸̯̬̥̜̣͆͂͊̀͋͆̚͠͝ ̴̠̬̼̖̀͆̿̉̋̋̀͊͗̆̑̅͒̓̚͜͝͝ţ̸͓͔̻̖͓͔̏̿̔̔̋̎̔͆ơ̸̡͕̠͈̺͇̫̬̹̠̈́̂̆̊̂͗͆̓͐́̽̕d̷̨͚̘̣̬͎͈̦̤̚o̴̢͔̗͕͔̰̘̻̥̘͔̖̳̗̱̹̅͂̈́̂́̍́͊͋̄̈́̈̚̕͝ş̴̡̢͎͓̱̗̺̙͖̩̺̠͛̊͑̂̎̀͛̐͠ͅͅ ̵̧͔̜̭̞͕̥͇̝͈̳̓́̈̀̔́͗̀́̅̕͝d̸̡̨̢̧͔̞̮͙̱̳͉͉̱͍̣̹̦͛̒̈̎͋̂̂̌̈̑̂̃͝i̸̡̘͚̬̝̩͈͔̝̾̍̿̈́̽̂̓̿̂̈́̓̏̿̂̐͊̕č̴̢̧̨̧̮̺̥̰̯͚͚͇͇͓̻͈̈́̑̆͌̿̿̊̅̊̆̋̀͘͠͝ȩ̷͉̱̞͕̺̰̜̣̼̜̘͉̮͓̼̖͒̈́̊͒̄̓͂͛͝n̸̞̐̒̕ ̸̨͎̱̳̬͕͎̠̥̥̭̅͒̑͑͛̎͊͘͠ͅq̸̻̩̉ư̷͍͉̱̰̣̯̪͓͓̬͙̖̻̱͖̒͒̆̿̋͛̄̓̇͘͝e̴̦̮͕̺̰̣͙͚̯̫̝̰͉͍̎̇̌͘͜͝ͅ ̴̯̳̦̠̣̜͍̣̲̹̟͌͂ş̸̯̰̗̰͓̫̥̜̹͙̗̝͌̑͌͒̈̄̅̋̅̌͊͋̓̓͊̚̕͜͜ǒ̸͈͈̺̹̘̖̃͌͐̌̈̓̽̉̅̓̾͠m̷̳͖̰̮͈͎̼̐͋͆̀͠o̴̞̝͌͆̏̇̐̄̓̒̈́͌̄̕̚͘͠ŝ̵̤̞̆ ̸̡̡̡̮̻̫̤͙̙̬̘̘̥̻͉̬̗͐ͅm̸̛̱̟̥̯͙̼͓̤̥̘̍͐͂̃́͛̍͆͊̒̓̋̓̒͜͝͝͝á̶̢̡̛̯̱͕̤̼͈̱͖͍̗̪̫͍͈̝͂̈́̎͌̑̇̐̕͘̚͝͝l̷̢̢̢̖̰̰͓̼̼̤̑̔̈͗̇̇̏̒̀͗̐̊͋̚o̴̘̫̣̓̈́̆̈́̊͌͆̑̐͂̎̓̔ş̸̯̰̗̰͓̫̥̜̹͙̗̝͌̑͌͒̈̄̅̋̅̌͊͋̓̓͊̚̕͜͜ ̵̛̳̪̝̞͓̺͓̀̓̾͋̕͘͝͝¿̴̮̭͚͍̀̌̉̂̀̕͝͠͠C̵̢̙͙̼̰͆ͅr̶̡̛̖̰̰̼̺͈̳̐̇̅̐̚̕͘ę̶̝̭̻̹̟͗́̊̄̓͆͝e̵̫̟̞̫̝͚̝͔̟͚̰̫͖͙̝̫̦̔̋͐͆̓ş̵̛̗̫͍̣̖̼̖̥͉͓͓̪͇͈̞̼͒̏̽̐̂̋͠ͅ ̸̆̊̃́͑̂̓́̂̆͘͜q̴̛͕̠̞̤̠̖̜̙̣̻̙͕͆́̀̑̉̓̾͌͑̍̆͝ũ̵̟̲̦̖͇̗̺̗̜̔̎͊̈̾̈́͒̍e̷͚̻͋̕̕͘͠ ̵̢͔̃p̷̡̢̢̡̛͖͈͈̫̝̳̳̠̠̀̽͋̇̓̕͝ͅͅô̶̡̹̗̭̺̥̲̦̙̲͍̋͗̍́d̶͈̩̮͚͍͕̩̱̲̉́̆̂̓̕͜e̶̡̛͚̮͍̤̹̥̝͇̽̌̄͠ͅm̶̡͉͓͊̚ö̷̧̮̙̰̲̳̦̗̘̙̳͆̑͋͆̓̃̓̑̈́̆͑̚͜͠s̷̠̦̝̰͆̐̃͜͜͝ ̵̨͉̩̈͋̓̓͋̓̈́s̶̮͎̣̻͚̞͋́͌̓̇͐̀̌̃͋͊͑̔͘͝͝ͅę̴̺̻̟̟̗̪̯̲̲̻̰̺̽̉ͅr̷̢̮͙̻̺̬̹͖̫̗̳͊̋ͅ ̷̢̧̬̭̲̭̠͉͙͕̻̗̲̣̞̪̠̀̐̇́̇̏̍́͑̓́̈́͝͠b̴͈̬̦̖̭̜̜͕̞̭̹̙́̿͛̈́̅̾̽̽̾̀̽̋͊̚͝ů̴̧̦̜͈͕̺̥̦̤̦̻̗̥͛̃̓̀̕͜e̷̪̭͂̕͘͝n̵̢̘̰̞̫͔̰̱̮̬̳̬̽̽̓̃̐͌̃̈́̅̿͋̈́̍́̄̂͠͝o̵͇̝͖̝̬̙͙͚̺̒̿̈̋͑͠?̴̧̧̡̺̻͚̳̱̏́̆͊̀̇̎͑͘̕͠͠»

—Si se los ayuda cuando más lo necesitan, sí. Cualquiera puede ser malo si no recibe cariño, protección y confianza en un momento vulnerable—explica volviendo al papel—. Cuando hay que darles motivación de continuar como algo bueno. Que se entienda qué es bien y qué es mal.

Se queda un instante viendo a un lado ¿No ha tenido esta conversación antes? Gira hacia Jimin un instante y frunce las cejas, viendo, por un segundo, ve un niño pequeño con cuernos prominentes en la cabeza. Al parpadear, ve a Jimin que tiene la barbilla apoyada n sus brazos cruzados.

—Eres una persona muy buena. —Elogia Jimin.

—Supongo—balbucea volviendo al papel—. La verdad no sé.

— ¿No sabes?

—No, llegué a este lugar hace un par de años sin recordar nada. Tengo amnesia—informa Yoongi, apoya la mejilla en sus nudillos—. Solo sabía mi nombre, tenía heridas que aun a día de hoy nadie sabe de dónde salieron y lo poco que sabía era el año, nombre, edad o cercana y que sé tocar el piano.

—Oh~ Que bonito ¿Por eso lo tocas? Para que tus recuerdos salgan—Yoongi asiente leve—. Porque las notas y las teclas conectan a algo dentro de ti, pero aun no consigues la combinación correcta.

—Han sido años intentándolo. A final, me gusta esta vida que tengo, así que no es un apuro para mí enterarme. Quizá en mi vida anterior fui un asesino y por eso-

—¡NO! —Yoongi evita que el vaso se caiga, pus Jimin dio un golpe muy fuerte a la mesa—. ¡No eras malo! ¡Tú nunca has sido malo! ¡Solo que muchas personas malas te persiguen para hacerte daño y...!

El timbre suena.

—Oh, la comida.

Yoongi levanta las manos ¿¡Y ESO QUÉ FUE!? Jimin debe tener bipolaridad. Justo cuando miles de conspiraciones aparecen en la mente de Yoongi, se ve en la necesidad de frotar sus ojos con insistencia. Pues lo que está viendo debe ser un fallo de visión o, por el contrario, una especie de alucinación porque su mente va de mal en peor.

Jimin tiene cuernos.

Jimin tiene alas.

Una es negra, recubierta por una fina y brillante capa de pelaje. La otra, blanca y brillante llena de plumas. Ambas moviéndose ligeramente. Jimin toma la comida del repartidor y Yoongi debe apurarse a confirmar que llegó. Lo hace de forma descuidada y al volver su atención a Jimin, las alas y cuernos ya no están.

— ¿Qué? —pregunta Jimin con la boca llena. Habiendo pedido sushi. Yoongi balbucea y niega con la cabeza.

—N-nada solo- S-solo usa servilleta, por favor.

Yoongi se dedica casi todo lo que resta de día en cazar algún momento en que pueda ver aquello de nuevo. No tiene suficiente imaginación como para ponerle cuernos a nadie. Así de sosa es su mente a veces. Las alas, su diseño. Hay demasiados detalles que imposibilitan su capacidad imaginativa y lo hacen considerar que debe ir al psicólogo de nuevo.

Hace una larga lista de posibilidades: Vestigios deesquizofrenia que desconocía, estrés, alucinaciones, algún síndrome que apenassurge. Cualquiera. Jimin tan solo va de aquí para allá con una enorme sonrisa,sin saber el caos mental que ocasiona.