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— ¿Recuerdas cuando nos besamos en las gradas? — rió la chica mientras que Gabriela movía su pierna impacientemente. Estaba molesta, y muy celosa, mientras escuchaba lo que decía Hayden sobre su noviazgo con Liam.
— Liam acompañame — habló seca
— ¿A donde? — preguntó curioso
— Solo hazlo — dijo. Él tragó la caminó a su lado en silencio. La chica lo empujó contra el baño
— ¿Que estás haciendo? —  preguntó confundido
— demostrándole a ella quien manda — habló molesta
— ¿De que hablas? Sabes que te amo a ti — rió por el comportamiento de su novia
— Si. Pero ella no. Y voy a dejárselo claro — respondió antes de besar sus labios con necesidad, Liam se sorprendió, nunca lo había besado de esa manera. Caminó hacia adelante haciendo que él chocara con la pared, provocando que el beso se separará un poco. Siguió besandolo, ella mandaba ahí. Su lengua pasó a él cuello del chico y comenzó a acariciar su abdomen. Volvió a sus labios rojos e hinchados, Liam comenzó a apretar su trasero y ella llevó sus manos hacia su pantalón, y se lo bajó dejándolo en boxer
— Siéntate — ordenó agitada
— ¿Que va a... — Liam estaba sorprendido por su repentino comportamiento pero en el fondo lo estaba disfrutando. Quería saber que tan lejos llegaría su novia. Liam se sentó sobre la tapa del inodoro aún sin saber que es lo que ella haría. Ella en cambio estaba decidida. Bajó sus boxers y abrió los ojos a más no poder al ver nuevamente el gran miembro de Liam. Ella se arrodilló y comenzó a acariciar suavemente su piel torturandolo un poco. Tragó antes de meterlo en su boca haciendo que Liam soltara una maldición. Concentrada en su trabajo comenzó a hacerle la mejor mamada que pudo haber tenido Liam en su vida hasta ahora. Sus manos enredadas en el cabello negro de la pelinegra guiaban sus movimientos. Al terminar la chica limpió sus labios y vió como la mirada de su novio estaba ámbar, sonrió satisfecha
— Nos vemos en la salida, Limi — sonrió y salió del baño dejando al beta totalmente loco. Ella caminó triunfante hacia la barra y minutos después sintió una mano en su cintura
— Vamos a mi casa — susurró en su oído, ella sonrió, y ambos subieron a auto hacia la casa del chico, la sonrisa no se movía de su rostro sabiendo que se había salido completamente con la suya. Realmente, nunca llegaron a la casa, Liam no aguantó más tiempo y la hizo suya nuevamente en el auto.
...
Durante toda la estadía de Hayden Gabriela estuvo cerca de Liam todo el tiempo, y eso realmente le gustaba y le causaba Garcia al castaño el cual había descubierto una cara de su novia que no conocía, y a decir verdad también le encantaba.
El tiempo pasaba, dos años y cuatro meses.

— Me aceptaron en la misma universidad que Lydia — informó ella feliz acostada en las piernas de Liam mientras que este jugaba con su cabello — Nos seguiremos viendo, esa está a tan solo 3 horas de la tuya — comentó con los ojos cerrados debido a las caricias de su novio
— No te librarás de mi tan fácilmente — Le dió un beso en la mejilla. Luego de la graduación eso era lo que más le preocupa a la pareja. Que sería de ellos. Sin embargo las universidades donde fueron aceptados no quedaban a tan grandes distancias.
Idiomas y relaciones internacionales era la carrera soñada desde los 10 años de la pelinegra. Y realmente a todos les sorprendió cuando Liam decidió tomar una rama de la medicina. Mason y Corey estaban en la misma universidad, el moreno en administración, y el castaño en psicología infantil. Pasó medio año en la universidad, y las cosas iba realmente bien entre Liam y Gabriela, más para ella, la cual había recibido una carta de aceptación para una pasantía en su carrera. La abrió impacientemente.

"Saludos cordiales. Le informamos que si carta ha sido aceptada, y que vendrá a la pasantía dentro de dos semanas. Nos vemos en Francia"

Gabriela invitó a Liam a si habitación en la universidad. Y mientras ella estaba en el baño él notó su celular sonar, se acercó y vió que era un mensaje de uno de sus amigos universitarios. Iba a responder cuando notó un sobre con una estampilla brillante. Con curiosidad lo abrió y su sonrisa apareció cuando comenzó a leerla, pero se borró al leer ese "Nos vemos en Francia"

La pelinegra salió del baño y vio a Liam sentado sobre la cama con el papel entre sus manos y la cabeza baja, se acercó a él y se sentó en el piso
— ¿Cuando me lo dirías? — preguntó aún mirando el piso
— Liam yo... Apenas la recibí hoy — respondió desanimada. A pesar de estar orgullosa de ser aceptada, estaba triste, porque sabía lo que pasaría con su relación con el chico
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⚠️CAPITULOS FINALES⚠️

ALMAS PERDIDAS 🔹 Liam Dumbar |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora