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El timbre sonó, y como era de costumbre Gabriela ya estaba esperando a el profesor comiendo fresas, esto siempre le dio curiosidad a Mason, y una vez le preguntó y ella respondió "Amo las fresas".

La clase había comenzado, era Física. Ella compartía esa clase con Mason, Liam, y Corey. Gabriela se sentó en la segunda mesa junto con la quimera, y la clase transcurría de manera normal.

— Van a resolver estos ejercicios sobre la Ley de Newton con ayuda de su compañero — indicó el profesor terminando de escribir los ejercicios. Tienen hasta el final de la clase, es decir, una hora

El profesor Cyrus dejó el marcador en su escritorio y se sentó a revisar su libro. Levantó la vista

— pueden comenzar — indicó, y volvió su vista a las paginas del libro.

Gabriela miró a Corey y juntos comenzaron a resolver, mientras que que Mason hacia sus ejercicios y Liam trataba de entenderlos. Ya faltaban 32 minutos para terminar la clase. Gabriela estaba respondiendo el último ejercicio que le correspondía, a Corey le faltaban dos. 

Por los pasillos cruzó una brisa que hizo que los casilleros se abrieran. Gabriela con incomodidad llevó la mano a su oreja, donde estaba la  marca, e hizo una pequeña mueca

— ¿Estas bien? — preguntó su compañero 

— Si — lo miró con una sonrisa — solo que no entiendo el ejercicio, eso es todo — Mintió, no lo quería preocupar.

Él solo asintió y siguió resolviendo los ejercicios restantes. Ella con dificultad terminó el que le faltaba, y Corey estaba comprobando el resultado de su última ecuación. Habían terminado, pero siguieron sentados esperando que el profesor indicara que era hora de entregarlos. 

En los pasillos una densa brisa golpeó los casilleros cerrándolos siguiendo el sonido de una línea recta, este sonido retumbó por los pasillos y el eco llegó al salón.

Los estudiantes levantaron la cabeza al escuchar el fuerte sonido. Liam y Mason se miraron entre si, y antes de que uno pudiera hablar se escuchó un grito entrecortado de dolor. Gabriela había puesto su mano en su oreja y cerró los ojos con fuerza

— Señorita Solv ¿pasa algo? — el profesor de levantó de su silla 

— Todo, todo esta bien. ¿Puedo ir al baño? — Preguntó con la respiración agitada. Mason se levantó junto con Corey y Liam 

— ¿Podemos acompañarla? — preguntó Mason, el profesor los miró extrañado. Iba a hablar pero Gabriela volvió a gritar, esta vez con mas dolor, no esperó una respuesta y salió  corriendo del lugar, y bajó las escaleras. Liam, y Mason corrieron tras ella, y Corey dijo:

— Aquí están los ejercicios — dejo la hoja sobre la mesa y salió corriendo tras sus amigos 

Gabriela corría, y se apoyó de un casillero para descansar un momento, otro grito llenó los pasillos. Scott, y Malia escucharon y salieron del salón en busca del causante de el grito. Liam la alcanzó 

— ¿Que te pasa? — preguntó sosteniéndola, pero ella aun seguía apoyada en los casilleros.

Vio su marca, estaba brillando nuevamente, como si una fina linea de fuego atravesara y marcara su piel  

— No, no lo sé — casi no podía hablar — duele — logró decir.

Mason los alcanzó. Liam y Malia llegaron y Scott se acercó a ella. Su respiración era acelerada; el alpha colocó su mano en su rostro y trató de absorber el dolor, pero quitó su mano rápidamente, el dolor lo hizo retroceder.

Se escuchó un grito, el de un hombre, y al instante de que el sonido naciera, ella abrió los ojos dejando ver un color azul que luego se difuminó con el ámbar. El dolor disminuyó, pero aún así seguía doliendo.

El pasillo se volvió oscuro y una niebla negra reinó en el lugar, esta cerró las puertas de los salones, y al igual que la primera vez se convirtió en una silueta, esta volteó hacia Gabriela, y habló en un susurró que escucharon todos 

— Faltan 28. Solo espera — La piel de todos se erizó y como vino la niebla se fue con el viento, y la luz volvió.

A medida de que la niebla se iba alejando, el dolor fue disminuyendo hasta llegar a nada. Ella retomó la postura y miró a Scott 

— ¡Chicos! — llamó Stiles. Todos la miraron — Tienen que ver esto — dijo desapareciendo por los pasillos 

Ellos lo siguieron hasta llegar a los vestidores de hombre donde estaba Lydia con una de las manos en su mentón observando el cadáver, con los mismos rasgos que el primero, Scott caminó hacia él, se agachó a su lado  y echó a un lado su cabeza dejando ver la marca brillante tras su oreja.

Ellos se miraron entre si, y Gabriela se acercó al cadáver, se agachó y tocó la marca, sus ojos brillaron nuevamente en un azul, y cuando regresó la vista a los chicos estos se volvieron a difuminar. 

— Llama a tu padre, Stiles — ordenó ella volviendo a sus ojos humanos, al parecer ella no se daba cuenta de cuando cambiaban de un color a otro.

Nadie dijo nada, y Stiles llamó a su padre, para que vinieran a recojer el cadáver. Ella se levantó junto a Scott, lo miró y le preguntó 

— ¿Que tienes? — El la miró 

— Mi mano. Se alejó de ti al intentar quitar el dolor — Dijo viendo sus manos, todos se miraron confundidos 

— Yo ayer le quité el dolor — Dijo Malia, ahora todos estaban mas confundidos 

— ¿Eso fue lo que vieron Liam y tu ayer? — preguntó Scott. Ella asintió 

— No se a lo que se refiere con "28". ¿28 días? ¿28 cuerpos? — se preguntaba ella misma

— Pero, ¿Que es eso? — preguntó Mason 

— No parece mas que una silueta hecha de oscuridad, sin rostro — respondió Liam diciendo lo obvio

— Te equivocas, es mas que eso — Dijo Corey apareciendo de la nada, como siempre, sobresaltando a todos en el lugar 

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Tan Tan TAAAAAAAAAAAAAAN

ALMAS PERDIDAS 🔹 Liam Dumbar |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora