ALMAS PERDIDAS 🔹 Liam Dumbar |EN EDICIÓN|

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- Deberíamos irnos... tienes a todos preocupados - sigiró el chico levantándose del piso, ella siguió su acción - voy a llamarlos, diré que estas conmigo - Dijo sacando su celular y llamó a Lydia, la cual le informó a los demás.

Ellos comenzaron a caminar uno al lado del otro, hablando sobre como Scott había sido mordido

- De verdad quiero conocer a Derek - confesó la joven riendo por las historias contadas por el chico, antes de que Scott pudiera hablar, la voz de su primer beta sonó

- Apareció la desaparecida - Dijo llegando a ellos junto con su novia, Hayden. La chica manteniendo la postura habló

- Gracias a Dios. Si no ¿quien te podría soportar llorando todas las noches por mi? - en sus labios se formó un puchero falso, Liam gruñó molestó y Scott rió.

Los cuatro caminaron hasta llegar a la clínica veterinaria donde estaban Lydia, Deaton y Stiles. Ella llegó frente a ellos y habló

- De verdad siento escapar... es que vi muchas agujas... y les tengo pánico - Mintió, pero los humanos le creyeron, y los dos betas no prestaron atención a sus latidos.

- No importa, lo importante es que estés bien - Alivió el hombre mirandola, ella sonrió agradecida

- Tus padres vienen en camino - informó Lydia, viendo su celular brevemente

- ¿Y malia? - preguntó la chica notando la ausencia de la castaña

- Aún esta en el bosque - Dijo Lydia. Luego de un rato, sus padres llegaron. Y corrieron a abrazarla, la primera fue Helena, su madre

- Hija, ¿Estas bien? Dime que no hiciste nada malo - Decía la mujer tocando el rostro de la chica con preocupación

- Tranquila, estoy bien. Perdón por preocuparlos - Bajó la vista - Perdón por decepcionarlos - Pronunció en español, su idioma natal. Cuando su padre la abrazó fuertemente, y ahí se unió su madre - Estoy bien gracias a Scott - ella miró al chico con una sonrisa. - Y a los chicos, claro - sonrió mirando a los demás

Luego de una platica, todos fueron a sus casas ya que a pesar de todo lo ocurrido, tendrían escuela cuando el sol saliese.

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Ya habían pasado dos días desde el "incidente", y ya todo había quedado olvidado.

A primera hora, Gabriela y Scott entraron juntos entre risas tomaron asiento compartiendo escritorio, ella de su mochila sacó las hojas engrapadas que conformaban el trabajo, y las colocó en el blanco escritorio, Scott lo tomó en sus brazos y comenzó a contar las hojas.

Su cuenta llevaba 13 cuando Gabriela sacó una pequeña taza llena de fresas, tomó una entre sus dedos y la mordió, todavía teniendo la mitad en su mano miró a su compañero

- ¿Quieres? - preguntó acercando la fresa a su rostro, el sonrió y comió una, y juntos esperaban a la profesora mientras hablaban

- ¿Por qué siempre estas comiendo fresas? - preguntó con curiosidad, ella tragó y respondió tomando otra

- ¿Recuerdas que te dije que aún no se me quitaban todos los síntomas? - el asintió - pues mi ansiedad me obliga a comer algo - trató de explicar

- ¿Y siempre tienen que ser fresas? - preguntó el con un tono de burla

- ¡Las fresas son lo mejor, McCall! - Exclamó y el rió.

Desde esa noche su confianza con el alpha había crecido, y ella se sentía segura al hablar libremente con él de su pasado. La profesora entró y ella guardó las fresas sobrantes y ambos comenzaron a ver la clase. Al final entregaron el trabajo y salieron.

- ¿Vamos a Desayunar? - preguntó el chico

- Nah, esta vez si comí en casa. Y tengo deportes. Así que iré a cambiarme - Explicó, se paró de puntitas de besó su mejilla.

Ella era alta, medía 1.69 , pero Scott medía 1.78. Ambos se separaron.

Gabriela siguió caminando hasta los vestidores de mujeres, buscó su casillero y sacó la ropa nueva empaquetada que le brindaba BHHS.

La sacó, se metió en un vestidor y reemplazó sus Jeans por un short de tela suave de color negro, y su blusa rosa por la camisa roja que marcaba en blanco BHHS.

salió y colocó su ropa en su casillero. Pero al voltear a verse en el espejo, se sorprendió. El short era un Mini-short. Y la camisa le quedaba a la perfección, pero esto solo resaltaba sus gordos muslos.

Ella suspiró tratando de mantener la calma, tomó su celular, y llamó al numero del director.

Este solo le dio por respuesta que fue un error de talla, que será resuelto dentro de una semana, por lo cual se quedara con ese.

Ella colgó para no insultarlo, y comenzó a dar vueltas por la habitación y cada cierto tiempo se miraba en el espejo con la esperanza de que el uniforme fuera mas largo.

Se acercó a la puerta de los vestidores y olió a Stiles, al instante ente pasó sin notarla. Ella rápidamente lo llamó entre susurros. El chico no escuchó, así que lo llamó fuertemente haciendo que él y varias personas voltearan.

Él la miró y retrocedió, su cabeza estaba asomada mirando al chico, pero su cuerpo estaba dentro de los vestidores

- ¿gabriela? ¿Qué quie... - preguntó confundido y fue interrumpido

- Necesito tu ayuda - las cejas del pálido se unieron aun mas

- ¿Para que necesitas mi ayuda? - preguntó rápidamente

- Solo entra - Dijo irritada y jalándolo de la camisa lo adentro

- Ok, ¿que quie... WOW - se interrumpió el mismo al verla - ¿Que haces vestida así? - preguntó casi en un regaño.

Y ella le explicó todo, molestándose cuando explicaba. Al terminar, Stiles habló

- ¿Que puedo hacer? - ella pensó

- ¿Tienes aquí tu camisa? - preguntó como una niña pequeña. - Tu eres mas alto que yo, por lo cual me cubrirá al menos el trasero - explicó con rapidez -Por favor Stiles - suplicó y el accedió. Fue a buscar la ropa y ella fue a cambiarse. Salió

- ¿Esta mejor? - preguntó. El entrecerró los ojos y apretó sus labios

- Tus piernas igual se ven, pero cubre mas que el short que tienes debajo, así que ¿si? - trató de convencer de si mismo. Ella se rindió y se miró en el espejo

- ¿Crees que me mirarán? - preguntó mirando su reflejo

- Si, si lo harán - Dijo stiles

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