Capítulo 27 - No he dejado de estar contigo

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Habían pasado dos meses desde que empezó el castigo, estaba siendo una tortura, mi vida consistía en ir a clases y volver a casa para encerrarme en la habitación a escuchar música o estudiar. En este tiempo había aprovechado algunas ausencias de mis padres para coger mi teléfono escondido y llamar a Martha.

Ella siempre intentaba animarme y decirme que pronto cumpliría la mayoría de edad y todo sería mejor, ya deberían de verme como una mujer y dejarme tomar mis propias decisiones, pero las dos sabíamos de sobra que eso no sería así.

Las cosas por allí estaban un poco frías, cada uno a su trabajo y sin mucha fiesta, parecía que mi presencia de verdad había dejado huella. Me dijo que todos me echaban de menos pero que no iban a causarme más problemas, una conversación que habían tenido varias veces.

Ahora me encontraba en el salón viendo la televisión mientras estaba sola en casa. Mis padres me habían avisado de que venían con Jason y Maddie, a los cuales no veía desde aquel día. Sin embargo ellos si que fueron a su casa a comer un par de veces. Yo me había negado completamente.

La relación con mis padres se había vuelto fría y distante, apenas pasábamos tiempo juntos, yo me negaba a todos los planes que proponían y evitaba compartir sitio con ellos. No perdonaba que me hubiesen privado de mi libertad así, y ellos seguían enfadados por mi traición.

La situación con mi madre era complicada, ella no sacó la cara por mi y además avivó el enfado de mi padre cuando vio que él se estaba calmando. Yo pensaba que ella era la más moderna y con mentalidad más abierta, que simplemente no quería contradecir a mi padre en público, pero me equivoqué.

—Ya estamos en casa.

Puse los ojos en blanco y me levanté del sofá para irme a mi habitación pero me detuve al ver  a la persona que los acompañaba. Su rostro estaba lleno de cicatrices, su mirada más oscura que antes y la misma sonrisa socarrona de siempre. 

Calvin.

Los recuerdos de aquella noche pasaron por mi mente como una película, su móvil, yo huyendo de él, sus manos tocándome, los besos, su saliva... Un escalofrío recorrió mi columna, sabía que mis padres me habían hablado, todos me estaban mirando pero yo no podía reaccionar. Vi como Calvin ampliaba su sonrisa y me saludaba con la mano, que llevaba una venda.

—¡Lydia! — El grito de mi madre me sacó de mi pesadilla mental, tragué en seco y aparté la vista de él. —¿Estás bien? 

Asentí levemente y me pasé la mano por la cara. Esto no podía estar pasando. 

—Hola Lydia. — Maddie me saludó tímida, le intenté devolver la sonrisa pero solo me salió una mueca.

—Te presentamos a Calvin, un compañero del trabajo de Jason. Es un gran chico— Presentó mi padre. Solté una risa irónica con la última frase, todos se quedaron con la vista clavada en mi, sorprendidos. Calvin me miró arqueando una ceja, él ya sabía que yo no iba a contar  nada.

Mi mente si hizo un lio, si lo contaba odiarían más a los Rodríguez, o quizás no. Pero eso era si me creían. También podían pensar que era una mentira mía para fastidiar el plan. 

Con los malo recuerdos, la angustia y la impotencia no tenía hambre así que me disculpé y me encerré en mi habitación, no me sentía segura con Calvin comiendo en mi propia casa. Ese chico había intentado abusar de mi, ¿por qué los Rodríguez lo habían dejado suelto?

Mi primer instinto era coger el teléfono y avisar a Martha, aunque no podía hacerlo porque todos estaban en el salón. Respiré hondo varias veces para no ponerme nerviosa y así pensar con claridad.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2021 ⏰

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