Los trillizos R

Capítulo 15 - Calvin

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Calvin. Fue complicado interactuar con él ya que estaba sentado en la otra punta de la mesa. —Su móvil, tienes que buscar algo relacionado con una serpiente.

—¿Una serpiente? Esto parece una película de la mafia. — Susurré. Ella negó con la cabeza y me miró con una sonrisa.Nuestra conversación no duró mucho porque Jacob llegó a paso ligero hasta Man y le susurró algo en el oído, éste con el ceño fruncido se levantó y se apartó del grupo para hablar con él. Todas las miradas se centraron en ellos menos la de Martha que de manera disimulada veía a Calvin.  Man se pasó la mano por el pelo, su gesto típico de frustración, luego nos miró y al final volvió a la mesa.

—¿Todo bien?

Silencio. Apoyó los codos en la mesa y puso su cara entre sus manos, Martha que estaba sentada a su lado le acarició la espalda. — Tenemos un problema. Todos.

Mi corazón se aceleró un poco al recordar las palabras de Martha advirtiéndome de que si pasaba algo yo también estaría en peligro. —¿Que pasa Man? — Calvin. Lo miré con duda, si él tenía algo que ver con lo que estuviera pasando debería mostrar algún gesto de indiferencia pero parecía preocupado de verdad. 

—Han filtrado información importante sobre el grupo al que estábamos siguiendo y ha tenido que ser alguien de la oficina. — Hizo una pausa lenta y tragó saliva. — O alguien de los que estamos aquí.

Silencio. Todas las miradas iban de unos a otros, David se echó hacía atrás en la silla con los brazos cruzados. Man se detuvo mirando a Martha, supuse que dudando por unos segundos de Calvin.

—¿Insinúas que alguno de nosotros ha traicionado al grupo? — Su voz sonaba indignada y me temía que esto iba a acabar mal, a nadie le gusta que lo acusen de traición. Julio miró a Man y se levantó de la mesa. — No me lo puedo creer.

—Julio basta, nadie ha dicho que seas tú. — Lo calmó Sofi a su lado. Él se echó a reír irónicamente y se acercó de nuevo a la mesa.

—¿Y que hacemos? ¿Nos investigamos los unos a los otros? ¿Tengo que desconfiar de ti Man? ¿De mi hermano, de mi novia o de mi cuñada? O empezamos a dudar de Calvin y Lydia que han llegado hace nada.

Todas las miradas se posaron en mi y me sentí incómoda, yo nunca les traicionaría pero ellos no tenían ni idea. Martha resopló llevándose un par de miradas.

—¿Ha firmado ya el contrato no? —Una pregunta inocente y una respuesta complicada. ¿Habían firmado ellos el maldito contrato de confidencialidad? No había una sola persona en la mesa que no me mirase. Me hubiera gustado que su boca se hubiese mantenido cerrada pero tuvo que preguntar. Maldito Calvin.

—Si, el primer día que pisó esta casa. 

Intenté camuflar la sorpresa pero a ellos se les daba mejor que a mi, ninguno se inmutó con la respuesta de David. Mentiras. Estaba consiguiendo que un grupo de amigos se mintieran entre ellos.

—Ya está bien, pudo haber sido algún trabajador que pasara por allí, incluso un invitado. Somos amigos y desde hace mucho, no vamos a desconfiar de nadie en esta mesa. Además es una locura.

No me gustaba ver la cara de incredulidad de Chris. Julio arrastró la silla y se volvió a sentar en silencio, yo le di un trago a mi bebida y busqué la mirada de Calvin que estaba sobre mi.

—Será mejor que nos vayamos. — Murmuró Daniella que se había mantenido callada todo el rato, Emett a su lado asintió y ambos se levantaron, así uno por uno fueron imitando los movimientos y abandonando el salón. Aparte de los trillizos y Martha solo quedamos Calvin y yo.