Sam detesta a Sharon.
Sharon es la definición de realeza.
Todo se tuerce cuando él inicia una guerra de bromas con ella.
¿Quién ganará?
𝒐𝒉 𝑫𝒊𝒐𝒔, 𝒕𝒖́ 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒎𝒊 𝑫𝒊𝒐𝒔; 𝒚𝒐 𝒕𝒆 𝒃𝒖𝒔𝒄𝒐 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒔𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆. 𝑴𝒊 𝒂𝒍𝒎𝒂 𝒕𝒊�...
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; Hebreos 12:28 ***
Llegó el amor sin pedir permiso Y desde entonces no puedo dormir Solo pensando en ti🎵🎵
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Sábado 1 deabril Sam
Bostezo. No recuerdo cuántas horas dormí anoche pero no las suficientes.Tengo mucho sueño. Toco dos notas consecutivas en mi guitarra pero casi no logro escucharlas. Cabeceo.
—duerme pequeño —se burla Bo dejando las baquetas sobre el tambor.
—Voy a echarme agua en la cara. Sino me dormiré en la primera nana de Sharon
Allan tiene los audífonos puestos y toca el piano con concentración, no me escucha.Bo se ríe.
—Dudo que te duermas al oírla
—Las voces de los ángeles también dan sueño
Me levanto y voy bajando las escaleras del altar. A mitad de escalón me detengo. La veo.
Sharon camina hacia Cathy con elegancia. En su rostro hay una sonrisa perfecta. Saluda a la morena, Cathy le dice algo gesticulando. Los ojos verdes de Sharon se abren antes de reírse. Su cabello se mueve de un lado a otro en sintonía con su cuerpo. Lleva un vestido verde largo y unos tacones a juego. No me mira pero no soy capaz de moverme. ¿Cuándo se volvió tan guapa?
Bajo las escaleras con lentitud para no tropezar.
En realidad no es para tanto. Sí, es Sharon. Sí, canta bien. Pero nada más. ¡Ni que fuese una de las hijas de Job!
Cuando llego al baño lo primero que hago es echarme agua en la cara. Me miro en el espejo. Mi rostro está rojo. Hace calor aquí. Resoplo.
—¡Sam!
—No es para tanto —digo en voz alta.
—¿Qué has dicho?
—Nada Tom. ¿Qué pasa?
Mi hermano se cruza de brazos y carraspea.Tiene quince años y físicamente es igualito a mi madre. Sus ojos oscuros me miran con seriedad.
—Voy a ir a casa de Sunny
—Hace mucho calor. Te llevo —propongo.
—Es primavera. Hace buen tiempo.Puedo ir andando
—Estaba lloviendo
—¿Eh? Acabas de decir que hacía calor — dice confundido. A ver, cualquiera se puede contradecir. Resoplo.
Salgo del baño con él. Chateo a Chris y le explico que volveré pronto. Sin despedirme o saludar a nadie salgo del templo. Él me sigue.