Sam detesta a Sharon.
Sharon es la definición de realeza.
Todo se tuerce cuando él inicia una guerra de bromas con ella.
¿Quién ganará?
𝒐𝒉 𝑫𝒊𝒐𝒔, 𝒕𝒖́ 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒎𝒊 𝑫𝒊𝒐𝒔; 𝒚𝒐 𝒕𝒆 𝒃𝒖𝒔𝒄𝒐 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒔𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆. 𝑴𝒊 𝒂𝒍𝒎𝒂 𝒕𝒊�...
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La mujer besó la frente de su hija. Luego caminó hacia la cocina, al llegar no encendió la luz como acostumbraba. La noche se cernía sobre ellas. Su marido no llegaría hasta medianoche. Ya había llamado anunciando su hora de llegada. Su trabajo era excesivamente demandante.
Escuchó la llave girar y unos pasos entrar. Cogió un vaso y lo llenó de agua. Caminó hacia los pasos sorprendida por su llegada.
—Amor, la niña... — dijo la mujer. Pero al ver quién era, calló.
—Sabías que esto pasaría — habló el hombre con voz grave. No era su esposo. Ella camino hacia atrás. Su cuerpo chocó contra la encimera de la cocina. Dejó el vaso. Él llevaba una chaqueta y un pantalón oscuro. Una gorra oscurecía su rostro. Caminó con seguridad hasta ella en medio de de las sombras.
La mujer mostraba tal tranquilidad que él se sorprendió. Pero, no soltó el arma.
— Tengo una esperanza que tú no puedes quitarme.—habló ella. No le tembló la voz.
— Sí. Quédate con tu esperanza que yo me quedo con tu vida