Improbable © (SGL3) [Cristiana]

Capítulo 34: Villachin ♫

Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
Hebreos 12:15

Sam
Lunes 15 de mayo

Villachin está cerca y aunque nunca antes había estado allí. Antonio me guía con el GPS bastante bien.

- ¿Cuánto queda? -pregunta Sunny inquieta. La reina no ha dicho ni una palabra en todo el viaje.

-Quince minutos

-¿Sabes que en este pueblo tiene una casa Max?

-¿Quién es Max ? -pregunto.

- El abuelo de California

-¿Y de Christian ?

-Obvio Sam,son primos

El silencio vuelve, recuerdo a ese señor del cumpleaños de Lexy, la prima de ambos. Siempre lleva sombrero y viste súper elegante. Fan del estilo de ese anciano.

Mi hermano coloca algo de música. Es una canción que canta un grupo conocido, Sunny empieza a cantar y Tom cambia la canción.

-¡Oye! -se queja.

- Esta es mejor -dice. Comienza a sonar una canción vieja como las que tanto ama Allan. Aprieto el volante y resoplo. Escucho a Sunny tararear la canción.

- Si el sol llegara a oscurecer y no brille más. Yo igual confío en el señor, que no va a fallar. 🎵

- Aburrido -murmuro. Las canciones tan lentas no son mis favoritas.

La segunda estrofa comienza y entonces escucho la voz de su excelencia. Me estremezco, la voz de los ángeles y la suya son iguales.

Conduzco con precaución pero con mi oído atento a sus voces.

Tom, Sunny y Sharon cantan al unísono pero sin duda la solista es la más mayor.

Cuando llegamos al pueblo, ya han cantado quizás cinco canciones y yo no he podido dejar de imaginarme en el cielo. Cuando ella canta, su sola voz te acerca al salvador porque la perfección en su voz te demuestra que alguien tuvo que haber creado la melodía perfecta, Jesús.

Aparco el coche a las afueras de Villachin. Es un pueblo pequeñito al lado de un bosque enorme. No tiene carretera y sus calles son de barro.

La reina camina con sus tacones como si el terreno no fuese pedregoso.

Tom y Evan hablan, Sunny corre a arrancar unas flores silvestres que dice que disecará para hacer un marca páginas.

Me acerco a la chica de cabello perfecto. No me mira, solo camina.

Tom pregunta cuál es el siguiente paso y le propongo a él y a Sunny que pregunten por las casas, dónde estaba la casa de Rosario. Si se crió en el pueblo,los vecinos deben recordarla.