Capítulo 39: Madera ♔

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Sharon
Domingo 22 de mayo

Entro por una puerta. En ella hay apenas un rayo de luz que ilumina una figura en el suelo. Camino hasta ella con lentitud.

—¿Estás bien ? —pregunto pero no responde. Mis tacones resuenen sobre la madera y llego hasta ella. Tiene el pelo sobre la cara. Muevo su hombro para girar su cuerpo. Sus ojos están abiertos y sus rostro muestra una mueca de puro terror. Sus labios morados y su piel fría muestran que no tiene vida.
Chillo.

Retrocedo y me levanto. Mi pecho arde. Me giro y alguien con capucha camina hacia mí sosteniendo un cuchillo en alto. Corro.

Tropiezo con una lámina del suelo  y caigo. Quiero levantarme pero mi cuerpo pesa y no cede. Grito cuando siento una punta pesada en mi espalda.

Abro los ojos. Estoy en mi cama. Me llevo una mano al pecho tratando de que los latidos de mi corazón no golpeen mi pecho con tanta fuerza . Comienzo a repetir frases tranquilizantes  pero no funciona.

Me levanto y camino por la estancia. Las piernas aún me tiemblan. Alba. Alba está muerta.

Lo veo en mis sueños una y otra vez. Mis pensamientos se materializan en los sueños.

Sé que no es mi culpa ni mi responsabilidad. Aún así no puedo evitar sentir que podía haber hecho algo más. Si hubiese hablado con las autoridades ella estaría en la cárcel. Sin embargo aquello la hubiese mantenido con vida.

Miró la hora en mi reloj. Acaricio mi cabello y observo mi camisón blanco.
Mis pies sienten el frío del suelo y vuelvo a la cama. Me tumbo pero doy una vuelta. Y otra.

Por mi mente cruzan varias ideas pero ninguna con la suficiente fuerza como para hablar con alguien.

Adara conocía a Alba. Estaba relacionada con ella y aunque la probabilidad de que la matase es baja, es posible que supiese que ocurrió.
Aún así prefería mantenerme alejada de ella tras saber que vivió con Guillermo tantos años.

Me giro al lado contrario de la cama y pienso en las drogas que tenía Alba. Solo conozco a alguien que distribuya droga libremente. Kek.

***
Estoy tumbada en el sofá junto con Willow. Extrañamente ha decidido echarse una siesta y estoy a punto de imitarle.
No logré conciliar el sueño anoche. Fue imposible tras despertar. La imagen del rostro blanco y sin vida de Alba me perseguía cada vez que cerraba los ojos.

La fina manta que nos cubría hacia de este momento el idóneo para caer en los brazos de morfeo.

Mi hermana Leslie leía sentada en el pequeño sofá al lado del nuestro. Contemplaba con admiración su libro favorito. Uno sobre princesas.  Tenía entre sus piernas tres o cuatro libros diferentes.

Me apoyo en la almohada y cierro los ojos. Escucho voces a lo lejos pero supongo que es Sunshine armando jaleo en el jardín.

Willow se mueve un instante. Por su respiración tranquila sé que sigue dormido.

Mi mente lucha entre el sueño y el despertar. El cansancio se acumula y cedo.

Escucho una voz conocida que no distinto y a Leslie pidiendo silencio.

Ella murmura y mi cerebro no asimila lo que dicen. Coloco un brazo sobre el cuerpo del peque para asegurarme de que no se cae.

—Este libro me lo regalo Chris. Me gusta mucho. ¿A que es bonito Sam ?

Sonrío al imaginar la cara del chico. Últimamente mira mal al rubio. Supongo que es debido a la broma del conserje.

Mi mente se reinicia y abro los ojos.¡Samuel está en mi casa! 

Improbable © (SGL3) [Cristiana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora