Una Peripatética Más

Capítulo 6: Dejadme ser feliz

Al irse Marc, entré en casa y mi madre estaba de pie en el salón.
-Te he dejado la cena en tu cuarto, come cuando te dé la gana. Por cierto, muy majo el chico.
-Mamá, es mi novio y se llama Marc.
-¿Tú con novio? Pobrecillo, a ver si con suerte es una apuesta porque cielo, a ti una persona es difícil que te quiera como eres.
-¡MAMÁ VALE YA! Me tienes harta, soy tu hija. Por dios, quiéreme un poco. Soy válida tanto como tú y vale, no tengo un cuerpo de escándalo pero joder soy más que un cuerpo.
-A mí no me hables así Caria y lo que te digo es la verdad, prefiero ser sincera que mentirte y luego te osties con la realidad. Ve a tu cuarto y cena.
-Voy mamá.

Cené tardando mucho pues no tenía ganas por las razones de siempre pero ahora más por la discusión. Tenía unos nervios del copón y no podía más, me faltaba el aire. No sé si debí hacerlo pero llamé a Marc, después de lo de antes si le cuento esto le tengo aquí en menos de 5 minutos.
-Hola preciosa.
-Ho-hola cielo.
-¿Estás bien?
-No, te he hecho caso. Le he plantado cara, no podía más y me trata como la mierda. No puedo más, te lo juro. Esto me sobrepasa y mucho.
-Para empezar, estoy muy orgulloso de ti, cariño, sé que es difícil, pero no te rindas, sé que eres fuerte y que lo vas a pasar. Intenta estar tranquila por la noche y mañana estaremos juntos. Me voy a despertar antes para irte a buscar y desayunar juntos, ¿te parece?
-Me encantaría pero no quiero molestarte, tienes que descansar.
-Nunca me molestas, grábate eso a fuego.
-Voy a intentar dormir. Buenas noches cariño.
-Buenas noches preciosa.

Al día siguiente Marc me vino a buscar, desayunamos en un bar cerca del instituto y fuimos a clase. Al llegar Pol me paró y le dije a Marc que siguiera andando.
-Caria, siento mucho lo del otro día, si tan solo hubiera sabido que te gustaba Marc no lo hubiera hecho.
-No pasa nada Pol, agua pasada. Seamos amigos.
-Amigos somos, cuéntame cualquier cosa que necesites estoy aquí para todo, ¿me oyes? A y si Marc y tú, que Dios no lo quiera, flojeais yo sigo disponible, por si ya sabes, quieres probar.
-Pol, te has cargado todo. Vete a la mierda. Entre unos y otros no dejáis de amargarme la vida, dejadme ser feliz de una puta vez en mi vida ya macho. Haré como que no me has dicho esto, adiós.

Llegué a clase y Marc me preguntó que me pasa, solo le dije: Pol es imbécil, y seguí abrazándome a él pues ahora era de lo poco que tengo y le quiero mucho como para perderle.