Capítulo 22: Empezar de nuevo

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Después de dos semanas de la graduación, empezamos todos con el agobio de la EBAU, todos los del Guimerá aprobamos y aunque Pol se negaba al principio por el dinero, se nos ocurrió que le ayudáramos todos con el pago así que le ayudamos.
Ahora estaba en casa de Pol porque me iba a mudar con él para estar más cerca de la uni, además de que ahora tenía una oportunidad para alejarme de mis padres. Ellos siguen igual, en la época de la EBAU me dejaron un poco en paz y con las notas tampoco fueron tan duros, aunque prefiero alejarme igualmente.

-Pol, que salen ya las plazas, ¡¡¡¡¡CORREEEE!!!!!
-Voy, espera que abro la puerta.
-Hola neeens.
-Maaarc, mi amor. Gracias por venir.
-Tenía que apoyarte cielo.
-Vamos a ver que tal va.

▪︎LISTA DE BELLAS ARTES: ADMITIDOS
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CARIA MONTANER
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-CHICOOOOS, QUE HE ENTRADO.
-Enhorabuena nena, te amo.
-Esa Cariaaaaa.

-AGOSTO-
-A lo mejor deberíais hablar de esto.
-Ya Pol, pero no es fácil. Nunca esperé que me tendría que separar de él.
-Hablad, por favor.
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-Marc, tengo que hablar contigo.
-Dispara.
-¿Qué va a ser de nosotros en cuánto empieces?
-Caria, me voy ya, mi madre está abajo con el coche.
-Pues contesta.
-Lo primero que quiero que sepas es que te amo, un primer amor no se olvida así como así. Aunque si es verdad que la distancia nunca es fácil, lo siento Caria.
-O sea que se acabó.
-Si, supongo que tenemos caducidad.
-Te amo Marc.
-Te amo Caria.
.........................................................................
-Estoy lista. Me voy contigo.
-¿Segura?
-Sí, ya ha pasado medio mes, quiero dejar de llorar. No le olvidaré pero no quiero compadecerme.
-Así me gusta, vamos.
Estuvimos de fiesta hasta las 3 de la mañana y llegamos muertos a casa. El alcohol nos jugó una mala pasada y el camarero nos puso garrafón.
-Buah no puedo más.
-Lo mismo digo.
-Caria te va a parecer una locura, pero quiero hacerlo. Aquí y ahora, sin remordimientos.
-¿Qué dices pavo?
Pol se acercó a mí y me besó. No fue nada discreto. Me metió la lengua hasta la campanilla. Cuando se alejó le besé y seguimos hasta su habitación.
-No sabía que me seguías molando preciosa. Pero me ponías burraco y lo sigues haciendo.
-Pues no pares Toro.
Me tumbó en su cama y nos devestimos el uno al otro. Bajó por todo mi cuerpo descansando en cada parte de este, mimando cada milímetro de mi cuerpo. Besando, acariciando y tocando cada lunar, pliegue o curva.
Seguimos así por un buen rato. Decidí encabezar una nueva postura. Me levanté, cogí un condón de la mesilla y le senté en la cama, lo coloqué y me subí a él.
-Buaaah Cariaaa...
Entre gemidos y suspiros ambos llegamos al orgasmo. Uno intenso y duradero, que nos congeló en esa postura durante 10 minutos hasta que nos separamos y Pol nos tapó con la manta. Dormimos juntos, la tensión sexual que siempre existió entre nosotros desapareció.

Una Peripatética MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora