Capitulo 21: Adiós peripatéticos

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El gran día ha llegado, la graduación de los peripatéticos. Estaban padres, alumnos, profesores e incluso alumnos que no querían ir a clase y se inventaban que su hermano estaba allí.
Todos estaban reunidos con sus familias esperando a Eugèni pero como no, mis padres no les apeteció venir. Así que ahí estaba yo sola sentada en una silla con el móvil. Harta de ver familias felices me fui a dar una vuelta.
Ya por los pasillos llamé a Julie.
-Hola nena, cuéntame.
-Julie, está pasando.
-¿Dónde estás?
-En el instituto, es la graduación.
-Maricona, ¿por qué no me has avisado? Yo pensaba que era esta tarde.
-Para qué, si no ha venido nadie.
-Déjame adivinar, tus padres no han venido y cuando les has escrito te han dicho que están en el trabajo.
-Efectivamente, pero se lo dije ayer y me soltaron que estaban muy ocupados como para verme.
-Nena, no te me derrumbes, ahora voy.
-Ya es tarde Julie.

Todos llevaban buscándome un buen rato, hasta que Pol abrió la puerta y allí estaba yo, en el aula de los peripatéticos llorando.
-Caria, ven aquí anda.
-No han venido, nunca vienen, ha venido hasta tu padre porque se ha pedido el día.
-Soy el único graduado de la casa, pero entiendo tu punto. Menudos cabrones.
-Esta mañana me dijeron que no tenían tiempo para venir a verme y que eso de la graduación es una pérdida de tiempo.
-¿Les dijiste la opción de la matrícula de honor?
-Les doy igual Pol, soy como un mueble más en esa casa.
-Ni se te ocurra decir eso. Eres una currante y una persona maravillosa y si no quieren verlo pues nena, que se jodan. Te iba a proponer que si al final haces Bellas Artes que te vengas con mi padre y conmigo a casa, que te pilla más cerca de la facultad.
-Me encantaría Pol, muchas gracias.
-Te debo mucho Caria, estoy aquí para lo que necesites.

Cuando llegó Julie, me estuvieron consolando y bajamos. Todos me estaban esperando porque no podían empezar. Cuando llegamos Eugèni empezó a repartir las becas y orlas, después de nombrar a todos y hacernos una foto, nos llamó.
-Chicos, quiero anunciar que este año por fin tenemos una matrícula de honor, después de casi 3 años sin una, sobretodo quiero felicitaros a todos por vuestro esfuerzo y dedicación al igual que vuestro respeto hacia nosotros. Ya sin más esperas, la matrícula de honor es para: Caria Montaner, enhorabuena Caria.
Todos me abrazaron y aplaudieron, yo estaba llorando como una magdalena, no pensaba que yo la fuera a conseguir, todos pensábamos que se la llevaría Joan.
-Hola padres, ya me conocéis bien supongo, soy el señor que vuestros hijos aman. Solo quiero dar la enhorabuena a Caria. Una chica que a pesar de los problemas que tiene ha sabido salir adelante y demostrar lo que vale. Como tú profesor por favor te pido que no cambies, sé la misma Caria que conocí hace unos meses. Estoy muy orgulloso de ti, bueno, todos lo estamos.
-Hola nens, soy el novio de la mejor chica que alguien pudiera conocer, del diamante que ha caído frente a mí y me ha iluminado el camino como la Luna y las estrellas guían a los marineros. Caria, eres lo mejor de este mundo y del siguiente. Te amo.

Tras lloros y abrazos fuimos al local de Oliver para celebrar y nos pasamos allí toda la noche, dormí en casa de Marc y obviamente para celebrar y cerrar la noche, nos entregamos el uno al otro sin saber nuestro futuro o poder conocer nuestro final.

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