Por fin, la vacaciones. Mañana no hay que venir más a clase y podré estar dos semanas tranquila, salir a dar una vuelta, comer, dormir...
Llegué a casa y preparé la comida, al llegar mis padres les pregunté si podía merendar en casa de Tanià, porque nos íbamos a juntar todos y yo quería llevar a Julie.
-No puedes.
-Vale, pues me voy a mi cuarto.
-¿No vas a preguntar porqué no puedes?
-Si es lo que habéis dicho no os voy a discutir.
-Adiós hija.Estoy hasta el coño, no me dejan hacer nada. ¿Ahora que habré hecho, no cerrar la puerta, dejarme una luz encendida, usar el móvil a destiempo? Ni idea.
Mandé un mensaje por el grupo para decir que no podía y al rato recibí un mensaje.
Jo tía, siento que no puedas. Se te va a echar de menos.😘❤
Y más me dolía a mi Tanià, mucho más.
Me puse que ver una peli mientras dibujaba y de vez en cuando miraba la hora, pero no tenía nada. Ni un mensaje ni nada, solo esperaba que alguien me sacara de este humor de mierda.
Julie me llamó y al contarla todo, me entendió. Me pidió llamarla si tenía un ataque.-Hola, nos vamos ya a trabajar.
-Hola mamá.
-Hija, no te dejamos salir porque tu padre considera que estás saliendo demasiado. Quédate las vacaciones en casa, no hace falta que salgas tanto.
-Te pones de su lado, genial mamá. Tú eres la primera que me deja salir y no quiere que me agobie en casa pero le apoyas.
-Cielo déjalo. Quédate en casa y ya está.
-Vale.
-No te enfades cielo, adiós.
-Adiós.Una historia, y otra, y otra. Ver Instagram y todas las historias de los chicos me estaba matando. Yo quería ir, estar ahí, salir en esas fotos. Putos padres macho.
Tras acabar la peli, me voy a la ducha y cuando me sumergí en el agua, lloré, maldije e insulté. Exploté. Ya está. Siempre tocaba el límite.
Al salir llamé a Julie, y al colgarla tenía un mensaje de Marc.
Hola guapa, sé que no te dejan salir pero, ¿puedes abrirme la puerta y te doy algo?
Miré la hora. Eran las 5 y mis padres venían a las 8, tenía tiempo.Al llegar Marc le abracé y acabé llorando, me acariciaba como si me fuera a romper, pero el que se rompió fue él cuando le agarré las manos y le hice apretar el abrazo.
-Princesa, te vengo a salvar.
-Oh mi amado príncipe, dime.
-Para ti.
Era una cesta con chocolate, gominolas y mucha más comida para consolarme. Debajo de todo había una camiseta suya, según él para que cuando le echara de menos, la agarrara. Si es que me lo como.
-Te amo.
-Yo muchísimo más.
Se fue al rato y antes de eso le di una camiseta mía, lo cual agradeció más que yo.Al llegar mis padres del trabajo, se asomaron a mi habitación, pero del cabreo que tenía no quería ni verlos en pintura así que me hice la dormida. Me vieron y se fueron, sin acercarse, sin preocuparse, como siempre. Están para las broncas pero no para el resto.
A la mañana siguiente ellos, no estaban en casa, así que hice lo que me dio la gana, estoy harta de todo de verdad.
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Una Peripatética Más
Teen FictionElla es Caria, tras muchos cambios de instituto porque no encuentra su vocación, iniciará sus estudios de bachillerato en el instituto Àngel Guimerà. Será compañera de la clase más divertida y problemática de todo el instituto, la clase liderada por...