Capítulo 13: Debes esforzarte más

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Gloria nos subió el examen, tenía un 8,8. No era un 9 y eso significaba que si mis padres me preguntaban y se lo decía me iba a caer la del pollito. Todos me vieron y solo algunos comprendían el porqué de mi cara ante esta nota.
-Tía, un 8,8. ¿De puta madre no?
-Si bueno, en general está bien pero para mí no.
-Vaya tía, pues lo siento mucho. No quería hundirte más.
-Eh Tània, tranquila. No pasa nada.

-Caria, ¿estás bien?
-Merlí, quiero ir al baño, por favor.
-Claro, ve.
-Gracias.
Le dije la nota a mi madre, porque es lo que hago siempre y sino me iba a preguntar igual, pero su respuesta, por decepcionante que suene es lo que me esperaba. Está bien Caria, pero sabes que tienes que sacar más.
Siempre igual, bien pero saca más, debes esforzarte, no haces nada, estudia más...
Me esfuerzo, doy lo mejor de mí, saco todo lo que me propongo pero no, no están orgullosos de mí, lo sé, lo intuyo desde hace un montón de años. Pero oye, cuando hay que presumir soy la primera que sale en las conversaciones porque claro, soy la que más notas saca de sus relaciones. Aunque seguramente sus amigas traten bien a sus hijos y no les castiguen por todo y sean cariñosos con ellos. Que envidia les tengo. Mis padres son más sosos que el cagar y yo soy tan cariñosa que le pido cariño hasta a un profesor que conozco desde hace meses.
Acabé llorando en el baño del agobio que tenía, necesitaba a alguien, escribí a Marc y si con suerte, Merlí le dejaba mirar el móvil iba a venir. Por si acaso también escribí a Oliver, a Bruno y a Joan. Todos ellos sabían mi situación en casa. Sonó el timbre y yo seguía ahí hasta que toda mi clase entró a trompicones al baño y vinieron a abrazarme. Estaba hasta Merlí.
-Caria, alegra esa cara mujer. Por lo menos ahora, venga va. Vamos a reírnos un rato, que Elisenda ha faltado y Merlí nos hace la guardia.
-Voy en un rato.
-Cariño, no tardes que sino Marc se queda solitoooo.
-¿Me lo vas a quitar?
-Puede cielo, que estoy muy solo.
-Me lavo la cara y voy.
-Me quedo cariño.
-¿Así nos quedamos un rato?
-Como tú veas, pero si vienes hoy a comer y ayudarme con Pau podemos estar a solas en lo que el va a las extraescolares.
-Que tentador. Me encanta.
-A mí me encantas tú.
-Me pasa, eres una luz en mi vida.
-Te amo.
-Te amo Marc Vilaseca.

La mañana mejoró notablemente, me encanta porque aquí me siento muy acogida. Amo a los peripatéticos y ser una de ellos.
La tarde pues ya os imagináis cómo fue. Marc y yo, solos, en su casa, en su cama, sin ropa, desnudándonos uno al otro. Uffff me encanta.

Llegué a casa y como siempre, silencio. Estaba sola y mis padres llegarían sobre las ocho. En ese tiempo estuve dibujando y mirando el ordenador. Cuando llegaron ninguno se acercó a mí habitación para saludarme, no les vi hasta que fui a darles las buenas noches, en parte lo agradecía pero también quería sentir que soy querida o que importo.

Una Peripatética MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora