Nuestra cena ha sido maravillosa. Ted y Phoebe se han comportado estupendamente y disfrutaron la crema de verduras que prepararon en el restaurante especialmente para ellos. Incluso estuve a punto de pedir una para mí, estaba deliciosa.
-Las ostras me traen buenos recuerdos, Sra. Grey. -Murmura mientras se inclina para besarme. Dejo que sus labios jueguen con los míos mientras soy plenamente consciente de la mirada de todos los comensales sobre nosotros.
-A mi me encantan. Sobretodo si usted me las da en la boca, Sr. Grey. -Susurro mientras me muerdo el labio, consciente del efecto que eso tiene sobre él.
Toma una y la hace deslizarse por mi lengua hacia mi garganta. Recuerdo cuando discutimos nuestro contrato... Hemos recorrido un largo camino desde entonces.
-Delicioso. -Sonrío y lo beso -Pruebalo. -Explora mi boca por completo hasta que nos separamos jadeantes. Sus ojos brillan con una promesa: Luego, nena.
Continuamos nuestra cena entre risas, besos y caricias furtivas por debajo de la mesa. Apenas terminamos cargamos a nuestros hijos y salimos del restaurante.
Somos cegados por los flashes de las cámaras de los paparazzi, quienes se amontonan sobre nosotros. Taylor y Sawyer llegan a nuestro lado pero son superados en número y las cámaras y micrófonos se acercan demasiado a nosotros. Christian me abraza y escondo mi rostro en su pecho, nuestros bebés comienzan a llorar, visiblemente aterrorizados por la situación.
-¡Están asustando a nuestros hijos, por favor, paren! -Chillo pero solo consigo que se acerquen aún más. Veo como una de las cámaras intenta enfocar a Ted y golpea su cabeza, eso me enfurece al igual que a Christian, quien me entrega a los niños y se abalanza contra el camarógrafo. Taylor rápidamente se hace cargo de la situación y los separa.
-¡Jodido imbécil, te demandaré! -Gruñe mientras me cubre con su cuerpo y salimos del lugar como podemos. Cuando por fin mis niños están cómodos en sus asientos del auto y nosotros en los nuestros, dejo escapar un gran suspiro.
Ted no ha parado de llorar lo que me preocupa. Christian rápidamente conduce a casa de su madre y entiendo porqué. Apenas llegamos tomo entre mis brazos a mi hijo mientras mi amado esposo calma los nervios de Phoebe y entramos apresuradamente.
Todos los Grey están aquí y se sorprende al vernos, Grace me mira extrañamente pero no tengo tiempo para pensar en ello.
-Un paparazzi golpeó a Ted con su cámara. -Digo y se desata el desastre. Grace lo quita de mis brazos y lo examina minuciosamente, hace una mueca y mi preocupación crece.
-Elliot, busca mi botiquín. -Ordena mientras se sienta en el sofá y yo ocupo el lugar su lado -Necesita una cinta especial para heridas. No necesitará puntos, pero sí tiene una pequeña abertura, nada grave. -Christian rápidamente me abraza, es justo lo que necesito.
Apenas Elliot regresa Grace limpia cuidadosamente la herida y coloca una pequeña cinta. Mi bebé deja de llorar apenas comienzan a llenarlo de mimos, pero yo siento que no puedo moverme.
-Ana, él está bien. -Susurra Christian en mi oído.
-Destruye a ese camarógrafo. -Murmuro.
-No lo dudes, nena. -Besa mi cabello y me da un azote en el culo -Vamos a abrazar a nuestro hijo.
Sonrío y corro a buscar a mi bebé, quien se encuentra en brazos de su tía Mía. Ella al verme evita mi mirada y simplemente me entrega a mi hijo. Me duele su actitud, pero no quiero hacerlo algo obvio.
-¿Estás bien, bebé? -Acaricio su nariz con la mía y él ríe -Te amo tanto. -Lo abrazo con fuerza y beso muchas veces sus mejillas -Mami te protegerá. A ti y a tu hermana. Y papi también.
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Cincuenta Secretos©
FanfictionHuí porque el miedo me invadió. No podía decirle a Christian acerca de mi embarazo, se habría vuelto loco. Podría decir que mi peor error ha sido abandonar a mi cincuenta, pero luego cometí uno mucho peor: Abandoné a mi hijo. Aunque se lo haya dejad...