Anastasia - Christian: Momentos.

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ANASTASIA POV.

La puerta de mi oficina se abre y no puedo creer lo que estoy viendo. Mi respiración se detiene y mi corazón late cien veces por segundo.

Christian está aquí.

Palidezco cuando cierra la puerta con seguro. Aunque me niegue a admitirlo en voz alta o a demostrarlo, tengo miedo.

-Anastasia. -Su voz es un susurro suave pero amenazante.

-Christian. -Respondo suavemente.

Da grandes zancadas en mi dirección y me envuelve entre sus brazos. Mi cuerpo sucumbe a la ola de emociones que me inundan y sollozo mientras grandes lágrimas se deslizan a través de mi rostro. No merezco a este hombre. A pesar de todo lo que he hecho y el daño que le he infligido aquí está, transmitiéndome todo el amor que siente por mí a través de este gesto.

Extrañé estar entre sus brazos. Este es mi lugar favorito en todo el mundo y desearía jamás haberme ido.

Me separo de su lado dándole la espalda y limpiando mis lágrimas bruscamente.

-¿Qué haces aquí, Christian? -Mi voz es un susurro entrecortado. Me volteo para encararlo y su mirada me desarma por completo. Sus ojos son una tormenta gris llena de emociones, la más clara es el enojo, pero también veo miedo.

Lo conozco lo suficientemente bien como para saber que está herido. Mierda.

-Te he buscado desde que desapareciste, Anastasia. -Suena desesperado -¿Por qué? -No grita, pero habla lo bastante alto como para asustarme.

-Todo era muy nuevo para nosotros, Christian. -Intento sonar tranquila, pero fallo aparatosamente -Cuando me enteré de mi embarazo entré en pánico, sabía que te volverías loco ante la noticia y simplemente huí. -Sollozo -No entendí la magnitud de lo que estaba haciendo hasta que tuve a... -Me callo antes de mencionar a los mellizos. Christian no puede conocer la existencia de Phoebe. ¡Mierda! ¡Mi hija! -Ted. -Me mira confuso, me conoce muy bien y sabe que le oculto algo -Te vi en televisión. Te veías tan triste... Y pensé que él sería una razón de ser feliz para ti, lo que te mantendría alejado de tu mundo de sombras. Por eso tomé la dolorosa decisión de dejarlo contigo. Me preguntaste hace un momento porqué, ahora te doy la respuesta -Tomo una bocanada de aire -Huí porque me dio pánico decirte de mi embarazo y abandoné a mi hijo por la culpa que me carcomía.

Caigo de rodillas en el suelo, sollozando. Mi cuerpo se agita y mi vista se nubla. Espero sentir los brazos de Christian a mi alrededor, pero eso no sucede. Pasan algunos minutos antes de que logre calmarme un poco para enfrentarme a él.

Al voltear a verlo, me encuentro con una mirada de acerco que me taladra hasta el alma.

-¿Tanto miedo me tenías? -Susurra, incrédulo.

-¡No! -Grito -Yo... Solo... Era muy feliz a tu lado, pero sabía que no estabas listo para ser padre y tu inseguridad y sentir que las cosas se salieron de tu control probablemente harían que saliese a la luz el hombre que eras cuando te conocí. Y en ese momento sí, tuve mucho miedo, porque sabía que nada bueno podría salir de esa conversación. No quería ser el blanco de tu ira y temí que eso le hiciese daño a mi blip.

-Probablemente tengas razón, me habría vuelto loco al saber que estabas embarazada.

-Pero ahora me doy cuenta de que con el tiempo te habrías acostumbrado a la idea. ¿Cómo está Ted?

-Bien, es un niño maravilloso. Se la pasa corriendo en su andadera por todo el escala y le está saliendo su primer diente, muerde todos sus juguetes o cualquier cosa que encuentre. -Una sonrisa se formó en su rostro al hablar de nuestro hijo. Me abruma el amor que sin duda le tiene a Theodore. Cuando Kate me trajo a mi bebé hace unos días si noté su pequeño diente y además antes de irse me mordió la mejilla, dejándola llena de baba.

Cincuenta Secretos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora