Mi respiración se entrecorta cuando veo a Christian tensar la mandíbula. Soy consciente del miedo en sus ojos. Está viendo amenazadas a las tres personas más importantes de su vida y lucha por mantener el control de la situación, a pesar de que esto es algo que se escapa de sus manos.
Teddy se remueve entre mis brazos y veo horrorizada como el hombre acerca más el arma hacia él. Lo fulmino con la mirada y acomodo a mis bebés mejor entre mis brazos, intentando absurdamente mantenerlos a salvo de esa manera.
-Aléjate. De. Mi. Hijo. -Gruño. A pesar de lo que está sucediendo, encuentro fuerza en mi interior para encararlo. Por mis hijos soy capaz de cualquier cosa.
-Una palabra más... -Se calla, pero comprendo perfectamente su advertencia. Mi lengua viperina, como le dice Christian, está a punto de lanzar algún tipo de comentario mordaz, pero por el bien de mis hijos, guardo silencio.
-Sr. Grey. -Una mujer aparece y por un momento Palidezco. ¿Será también una ex-sumisa? Suspiro aliviada cuando veo su cabello rojizo ondear con el viento, sin duda alguna es su tono natural -Queremos un millón de dólares a cambio de su esposa y sus hijos. -Sonríe triunfante, como alguien que por fin ve materializado el sueño de su vida.
Siento la necesidad de bufar... Es una ridícula cantidad de dinero en comparación a todo lo que posee Christian, pero por supuesto, no pienso aclarar ese punto. Están exponiendo la vida de mis hijos por unos cuántos dólares, como si sus vidas no valiesen muchísimo más que eso. Mis bebés son invaluables, pero estas personas están poniéndoles un precio.
-De acuerdo. -Me sorprende la rapidez con que accede, pero entonces recuerdo lo que está en juego. Taylor entra en nuestra casa y desaparece unos minutos, cuando regresa trae una bolsa de papel en sus manos. Christian revisa el contenido y da algunos pasos hacia adelante.
Golpean mi mejilla con la pistola que estuvo en mi cabeza hasta hace apenas unos segundos. Comienzo a tocer y escupo sangre.
-¡No se mueva, Grey! -Grita el hombre y él se paraliza al verme. Le sonrío para tranquilizarlo y hacerle saber que estoy bien. Pero entonces soy consciente del sabor de la sangre en mi boca y sospecho que mis dientes deben estar manchados de ella.
-Aquí está el millón de dólares. Entreguenme a mi familia. -Deja la bolsa en el suelo y espera. Transcurren algunos y nada sucede.
-Claro, tomamos el dinero, le entregamos a su familia, nos vamos y luego somos perseguidos y atrapados. -Dice la mujer con una sonrisa -Que gran plan para ustedes, pero no para nosotros. Nos llevaremos a nuestra garantía con nosotros. -Se acerca a mí e intenta quitar a Ted de mis brazos, pero me resisto. Uno de los hombres apunta a mi hijo y termino cediéndoselo.
Ella fulmina con la mirada al hombre -Si algo le sucede a alguno de estos niños, yo misma me haré cargo de ustedes. -Amenaza y dejo escapar el aire.
-No son tus hijos. -Se burla y ella saca un arma y lo golpea con ella en la cabeza.
-¡Alejate de mi vista! -Gruñe y observa detenidamente a Ted, quien comienza a llorar y extender los brazos en mi dirección.
-Devuelvemelo, por favor. -Le ruego, pero ella me ignora y fija su atención en Christian.
-Nos llevaremos el dinero y a su familia. Si nos siguen, olvidese de su esposa. Si no lo hacen, los dejaremos en algún lugar desde donde puedan regresar aquí. Es muy simple, Sr. Grey. -Observa la camioneta de reojo y frunce el ceño -Pero deberá proporcionarnos otro medio de transporte.
-No dejaré que se lleven a mi familia. -Dice Christian con esa voz amenazante que hace temblar a cualquiera, pero ella no parece inmutarse.
-Si se pone difícil, tal vez considere quedarme con este pequeño. -Acaricia la mejilla de mi hijo y quiero saltarle encima y decirle que es mi bebé, no suyo -Yo tuve un hijo, y... -Su voz se pierde y su mirada se oscurece -Él podría ser mi nuevo hijo.
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Cincuenta Secretos©
FanfictionHuí porque el miedo me invadió. No podía decirle a Christian acerca de mi embarazo, se habría vuelto loco. Podría decir que mi peor error ha sido abandonar a mi cincuenta, pero luego cometí uno mucho peor: Abandoné a mi hijo. Aunque se lo haya dejad...