Cincuenta Secretos©

Me encanta despertar a tu lado.

Me despierto con ganas de ir al baño. Voy corriendo y apenas regreso observo enternecida la escena que tengo ante mis ojos.

Christian está profundamente dormido junto a mis bebés y tiene uno de sus brazos sobre ellos protectoramente. No estaba de acuerdo en que durmieran con nosotros, ya que tenía miedo de aplastarlos ya que los cuatro juntos ocupamos mucho espacio.

Ted abre sus ojos y me observa fijamente mientras sonríe y balbucea. Miro el reloj y me sorprendo al ver que son las seis de la mañana, la alarma de mi esposo debe estar a punto de sonar.

Cargo con cuidado a mi bebé y lo lleno de besos, estos momentos los atesoro en mi alma.

-¿Cómo estás, bebé de mami? -Olisqueo su cabello, amo su aroma.

Él me responde balbuceando y posando sus manos en mi rostro. Sus ojos azules son hermosos, tienen algunos destellos grises y además son gigantes. Mi niño es precioso.

-¿Quieres que mami te alimente como hace mucho no lo hace? -Susurro.

Desde que llegué no me he atrevido a amamantar a Teddy, él ha continuado tomando fórmula. Me pregunto si aceptará la leche materna de nuevo.

Me siento en la cama y descubro mi seno para metérselo en la boca, pero él se hace a un lado.

-¿Prefieres un biberón? -Sonríe y aplaude, haciéndome reír. Es muy listo.

-Vamos a darle de comer al bebé, pero primero necesitas un cambio de pañal.

Quince minutos después con Ted en mis brazos ya cambiado voy a la cocina donde le preparo su biberón y él lo toma en tiempo récord. Le saco los gases y vuelvo a la habitación.

Dejo a mi bebé al lado de su hermana con la intención de despertar a Christian pero mi niña despierta y voy a cambiarla y llenarla de mimos, además de amamantarla.

Cuando termino la dejo en la cuna y busco a Ted para hacerle compañía.

Mi cincuenta continúa dormido y se ve tan tranquilo que no quiero interrumpir su descanso, pero hoy tenemos un gran día por delante.

Me acuesto a su lado y beso sus labios, luego su nariz y sus mejillas, su sonrisa me hace saber que ha despertado. Al ver que no abre los ojos beso su frente y luego comienzo a dejar ligeros mordiscos en su cuello.

-Buenos días, Sr. Grey. -Digo con una tierna sonrisa al encontrarme con el gris de sus ojos adormilados.

-Buenos días, Sra. Grey. -Responde y se apodera de mis labios mientras enreda sus dedos en mi cabello. Cuando nos separamos, estamos jadeantes -Me encanta despertar a tu lado. -Me trae hacia su cuerpo y su erección golpea contra mi cadera. Suelto una risita y lo beso juguetonamente.

-Oh no, Sr. Grey, debemos comenzar con la mudanza. -Mi voz destila emoción, ¡Ya quiero vivir en nuestro propio hogar!

-Será rápido, Sra. Grey. -Se posa sobre mí y me besa apasionadamente para luego verme directamente a los ojos, su deseo despierta mis partes bajas y nos entregamos al placer durante una hora...

Mi cabello es un desastre. Christian me arrinconó en la pared de la ducha e hicimos el amor nuevamente, estoy agotada y todo mi cuerpo duele deliciosamente.

Me rindo y me hago una coleta. Me coloco un conjunto de bragas y brassier negro, un pantalón negro y una blusa suelta del mismo color. Mis converse también negras completan mi look para la mudanza.

Christian está impecable con su pantalón de mezclilla y camiseta blanca. Zapatos marrones y las gafas de aviador colgando del cuello en v de su camiseta.