Ya que saldremos juntos, decidimos que el comunicado a la prensa se publicara hoy mismo en una columna de uno de los blogs más leídos de los Estados Unidos. Según los informes que ha recibido Christian en la última media hora, somos la noticia más popular y comentada del momento.
Todos los medios reproducen el comunicado, los noticieros y programas de chismes lo leen y comentan en vivo, al parecer #Eldivorcionodivorciodelosgrey y #escandalogrey son trending topic en twitter.
Bajamos tomados de la mano, cada uno con un bebé en brazos hasta el estacionamiento de Escala. Me maravilla ver que en la parte trasera del R8 ya hay otro asiento para bebés. Christian asegura a sus hijos en ellos como si fuesen su vida entera... Y en realidad, lo son.
Ocupo el asiento del copiloto y mi cincuenta toma el volante. Suspira con pesadez y comienza a conducir hacia la salida.
-¿Preparada? -Pregunta y lo miro sin comprender -Ana, afuera deben estar los reporteros y fotógrafos de todos los periódicos, programas y noticieros de Seattle. Por no mencionar los que deben estar en camino desde otros estados intentando conseguir una declaración nuestra.
Palidezco. En Nueva York no tenía que lidiar con nada de esto, mis mayores problemas eran los autores que exigían más dinero por sus libros del que la editorial estaba dispuesta a darles.
-Si estoy a tu lado, sé que todo estará bien. -Le sonrío. No cambiaría estar junto a mi familia por nada en el mundo, tal vez en Nueva York no debía enfrentar a la prensa o intentar ignorar a los paparazzi empeñados en conseguir una foto mía, pero sin Christian todo lo que pueda poseer carece de importancia.
Cuando la luz del sol llega a mis ojos es rápidamente obstruida por la cantidad de cámaras y micrófonos que literalmente están sobre el auto. Los paparazzi bloquean el camino y no paran de lanzar preguntas que somos incapaces de escuchar debido a que llevamos los vidrios arriba.
Rápidamente Taylor, Sawyer y dos hombres más dispersan a la multitud y Christian se abre paso hasta la calle. Conduce a una velocidad prudente hasta nuestro destino, donde no bajamos del auto hasta que nuestra seguridad se reúne con nosotros.
Christian toma en sus brazos a ambos bebés y besa sus frentes, yo sonrío como una boba y camino a su lado hasta dentro del edificio. Es un lugar como cualquier otro, con una recepcionista que masca un chicle de manera exagerada y nos observa con petulancia.
-¿En qué puedo ayudarles? -Al menos tiene la gracia de ser amable, pero sospecho que se debe a que se siente atrída por mi esposo, no puedo culparla, pero tampoco logro evitar poner los ojos en blanco de manera exagerada.
-Venimos a cambiar el apellido de nuestros hijos. -Responde en seguida. La mujer frunce el ceño.
-¿Por qué desean hacer eso?
-Mi hijo solo lleva mi apellido y mi hija el de su madre, queremos que ambos lleven los dos apellidos.
-Dígame los nombres de los niños, por favor.
-Theodore Grey y Phoebe Steele. -Me adelanto esta vez. La mujer teclea en su computadora que parece ser de las primeras que fabricaron en la historia y sus ojos se abren con sorpresa.
-¿Por qué ambos declararon al otro como ausente, estando conscientes de que no era algo verdadero? Es un delito mentir en un documento oficial.
-Tuvimos nuestros motivos, ahora por favor, ¿Con quién necesitamos hablar?
-Jamie Edward, tercera puerta a la derecha, al final de un pasillo que encontrarán allí puerta derecha nuevamente.
-Gracias. -Murmuro.
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Cincuenta Secretos©
FanfictionHuí porque el miedo me invadió. No podía decirle a Christian acerca de mi embarazo, se habría vuelto loco. Podría decir que mi peor error ha sido abandonar a mi cincuenta, pero luego cometí uno mucho peor: Abandoné a mi hijo. Aunque se lo haya dejad...