~¿Qué es la vida sin un poco de riesgo?~ S. B
Dale un espacio a la imaginación y disfruta de estas ideas que salen de mi cabeza. Espero sean de su agrado.
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POV. JAMES
Y ahí estaba, de nuevo Sirius armando sus grandes planes para poder conquistar a la chica de sus sueños. Llevamos más de dos meses intentando hacer que aquella testaruda diga al menos un simple 'Si', tanto Lúnatico como yo creemos que realmente Sirius exagera, ya ni siquiera soy así con mi bella Lily-Flor.
No estoy escuchando nada de lo que Canuto dice, asiento con la cabeza cuando es necesario e intercambio algunas miradas con Remus. Si nosotros ya estamos hartos de los planes de Sirius, pobre _____ _____.
-...Y entonces, en el techo se encontrará Colagusano, cuando dé la señal...¡PUM! Lúnatico dejará caer a Colagusano y éste caerá frente a _____ haciendo que detenga su paso. En ese momento, Cornamenta hace el ademán de querer atacarla en su forma animaga y yo salgo al rescate de mi nena, ¿Entendieron?- Explicó Sirius bastante emocionado y orgulloso del plan. Remus y yo intercambiamos una otra mirada.
-¿No crees que es algo peligroso dejar caer a Pete del techo?- Preguntó el lobito con algo de obviedad en su voz.
-¡Mierda! No pensé en eso...Entonces quitamos lo de Colagusano- Comenzó a trazar una gran tacha en aquel pergamino que estaba en medio de la mesa- Y nos vamos directamente con lo de Cornamenta. ¡Genial! Por eso, mi querido Lunático, es que eres el cerebro del grupo.
Tanto Remus como yo nos dimos una bofetada mental, era díficil intentar hablar con Sirius sin que se ponga serio.
-Canuto...Emm...no crees que...¿Deberías darle un tiempo a _____?- Dije con toda la amabilidad que podía. Tampoco quería herir sus sentimientos, pero si alguien no lo decía, esto podría terminar peor, ¡Y eso que la última vez terminamos todos en la enfermería!- Todos los días intentas pedirle una cita, las primera semanas que empezamos con esto al menos ella se quedaba a escuchar tus palabras, después nos evitaba, y...ahora vive con miedo de que te aparezcas en su habitación en medio de la noche. La hemos visto y anda demasiado paranoica- Expliqué.
La sonrisa de Canuto comenzó a contraerse y su rostro adoptó una expresión de tristeza y decepción.
-Al menos dale su tiempo, si no funcionaron nuestros planes fue por algo...tal vez y a ella simplemente no le gus...
-¿Saben qué? Tienen razón- Me interrumpió con la voz cargada de tristeza- Creo que...las cosas salieron peor de lo que pensé, aún así gracias por su ayuda- Comenzó a recoger sus cosas y camino hacia la puerta de la habitación. Antes de que Lunático y yo podamos abrir la boca para llamarlo, la puerta se cerró en nuestras narices de un fuerte estruendo.
¿Qué he hecho, Merlín?
[...]
Las semanas pasaron y con ello aquella plática con Sirius. Realmente pareció no importarle demasiado, pero su actitud cambió y volvió a ser la misma de siempre: arrogante y mujeriego.
