Capítulo 2

112 16 0
                                    

Caía la primera nevada, los copos de nieve advertían que el frío sería abrazador, Pete tenía un color de piel rosáceo, la nariz con un tono rojizo hacia ver a ese rostro joven un poco cómico, el frío delataba a Pete pues  temblaba con desesperación, aunque dentro de él solo suplicaba con fervor muy en lo profundo de su corazón el que pudiera  ver el próximo año los fríos copos de nieve, deseaba con desesperación no desaparecer, deseaba aún no ser un recuerdo, la concentración reinaba en él, que se había olvidado que alguien más lo acompañaba.


Un chico algo desalineado, con una chamarra café, pantalones rosa, tenis color blanco, estaba en cuclillas tocando con delicadeza la nieve que se reunía frente a él, solo podía imaginar el bello rostro de Pete sonriendo  teniéndolo a metros de distancia, el solo quería estar a lado de su novio, aun cuando no lo fueran de verdad, podría dar su propia vida para salvarlo, lo dejaría todo por el, aún cuando el mundo se encontrara en su contra, solo con poder ver esa bella sonrisa que tenia, era suficiente, tocar su cabello, tocar sus dedos ahora se había vuelto una adicción, la nieve no dejaba de caer y el chico que estaba ahora frente a el lo hacia sentirse en el verdadero cielo.

-Pete, Pete es tan lindo estar contigo aquí. Pete parecía no escuchar a aquel joven, se veía absorto en sus pensamientos, las lágrimas estaban apunto de reinar en ese bello rostro, el Joven no podía permitirlo más, así que con pasos ligeros dio pequeños pasitos, levantó los brazos se puso a espaldas de Pete y aventó un poco de nieve en su rostro, el frío de la nieve hizo regresarlo de sus pensamientos, un pequeño puchero apareció y sus mejillas regordetas no podían dejar de ser tan lindas , en ese callejón frío y con poca luz se podía sentir  calor, dos hermosos jóvenes no paraban de sonreír y jugar con la nieve.

-¿Esta frío? Pete se toco ligeramente su rostro y comenzó a reír, el joven sopla con su cálido aliento las manos y las coloca en el bello rostro de Pete, este le responde, colocando las manos sobre las de el, ambas manos estaban juntas, la calidez de ese momento podía inundar los corazones de ambos, aun cuando todo en la vida de ambos parecía ir contra reloj, contra ellos, en ese momento sintieron verdadero amor, la confusión en Pete podía sentirla, estaba comenzando a sentir algo por aquel joven, el miedo inunda su ser, había prometido solo amar a Ae pero en este instante sus sentimientos eran demasiado confusos, otra vez esta inmerso en sus propios sentimientos, cuando de pronto con una sonrisa cálida el silencio es interrumpido. 

-Pete ¿vamos a casa?,¡vamos responde! ,Tengo hambre. -Tú siempre tienes hambre. responde Pete

-Tengo hambre de ti .Pete sonríe y ese rostro tan transparente se vuelve de color rojo, sus orejas delatan todo su cuerpo un pequeño cosquilleo comienza a apoderarse de su ser, aun con eso tenia miedo de que sus sentimientos no fueran correctos.

-Pete eres tan lindo - El joven toca su cabello.

(Ring.. Ring.. Ring...)Suena el teléfono del joven.

-Pásame a Pete-¿Como obtuviste mi número?

-Pásame a Pete te dije.

-Ae - El Joven lo pronuncia con voz fuerte que Pete alcanza a escuchar, la sonrisa que hace un momento reinaba en el desapareció.

-Déjame hablar con él. pronuncia aquella voz tan conocida para ambos

-El no quiere hablar contigo. 

Pete se acercaba al joven con pasos temblorosos, su corazón sentía que estallaba, su rostro parecía indeciso, levanto ligeramente el brazo pidiendo el celular del Joven, su garganta parecía estar luchando ,sus brazos estaban apunto de colapsar, sus pies pesaban demasiado, pero con todas sus fuerzas pronuncia: 

-Ae soy Pete, !por favor, no me molestes! y menos a mi novio, tengo una vida que quiero disfrutar con el, tu ya me hiciste demasiado daño. Y sin darle ningún segundo a que Ae pudiera contestar este cuelga, tenia miedo a seguir escuchando aquella dulce voz que lo había abandonado.

-Cambio de planes, ¡hoy vamos a beber! dijo Pete.

-¿Pete estás seguro?

-Hoy lo voy a olvidar. 

El joven no se negó y siguió al pete, el acaba de despertar algo más que el amor puro en aquel joven, sabia que hoy marcaria un antes y un después en esta situación que ni siquiera el sabia que era, pero que con tal de estar junto a su amado, estaba dispuesto a seguir a si, su corazón estaba inundado de amor por Pete que el Joven solo quería su felicidad.

Cuando nos conocimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora