Cuando nos conocimos

Parte 8: corazones acelerados.

Pete se dirigió tambaleante a donde se encontraba Ae, ambos se encontraban sumamente nerviosos, sus corazones estaban en una guerra constante con su cerebro, que no se ponían de acuerdo respecto a cómo actuar y que decirse, el pasillo jamás había parecido tan largo de caminar, se subieron al ascensor, ninguno pronunció alguna palabra, el silencio era tan incómodo, las manos de Pete sudaban sin dar ninguna señal de detenerse pronto, se abre la puerta y ambos se disponen a partir, Ae intempestivamente intenta tocar ligeramente la camisa de Pete, pero éste no se da cuenta. Ae camina tras Pete, lo ve introducir números que no eran los anteriores.

-Pasa. – dice Pete.

Pete prende las luces de la habitación, Ae se da cuenta que casi todo sigue igual, solo hacían falta las fotos de ellos. Sintió un vacío en lo más profundo de su ser pensaba que Pete a pesar de todo el seguiría atesorando sus momentos, Ae toma la mano de pete con fuerza y lo dirige sobre la puerta, comienza a tocar su cuerpo y lo besa con agresividad, pero también con ternura.

-Pete, te extraño -pronuncia Ae

Pete con toda la fuerza que tiene empuja a Ae, y limpia los besos con la mano, con el rostro lleno de enojo y furia.

- ¿Me extrañas? – Pete pronuncia esas palabras con frialdad, como si quisiera reclamar tanto.

- Si, te extraño, perdóname. Fui un tonto.

- ¿Sabes lo que sentí cuando llegue a nuestra casa y tus cosas no estaban?, ¿sabes lo mucho que me preocupe?, llame a tu mamá y ella me dijo que no te buscará más. -lágrimas corrieran en el rostro de Pete.

-Lo siento Pete, escúchame tengo que contarte tanto.

-No Ae, no quiero escuchar tus mentiras.

-Yo te amo con locura Pete, Sabes que odie que ese chico tocara tus mejillas y dijera que es tu novio.

-Ae, te amé con locura, te amé que estaba dispuesto a vivir hasta el final contigo, antes de llamar a tus padres, te busque en todos los hospitales, cárceles, te llame un millón de veces y tu número ya no estaba disponible, espere por meses a que tocaras la puerta; mire y mire esa puerta, sin que tu aparecieras, tenía la esperanza de que tu llegaras con esa sonrisa que ame –lagrimas no dejan de caer en el hermoso rostro de Pete.

-Pete sé que fui un tonto, pero por favor, quiero decirte que paso.

-No quiero escucharte, pasaron 6 meses Ae, fui a tu trabajo con la esperanza de encontrarte y así fue, lo hice te encontré y para mi sorpresa, estabas ahí con una sonrisa, mientras yo me desmoronaba, me culpé a mí mismo por no darme cuenta que yo no era necesario en tu vida, mi corazón se rompió en mil pedazos, cuando estaba a punto de irme, vi como una chica se acercó a ti y te beso, tú le correspondiste sin más, ese día entendí que el único que amaba en esa relación ¡era yo!

-Pete, lo siento, sé que te hice sufrir, pero necesitaba hacer eso.

-Ae, yo nunca necesite hacer eso, para saber que te amaba, no necesite de más personas para saber que te quería en mi vida. Dejaste algunas cosas, las puse en una caja, llévatelas o las tirare en la basura. – un pequeño silencio se presenta – Ae, no quiero ser tu amigo, no quiero verte más, ya no me puedes hacer más daño.

-Pete no digas eso, sé que aún me amas -las lágrimas corren en el rostro de Ae.

-Ae, te amé tanto que cuando te fuiste sin decir adiós pensé que mi vida se había terminado, pero no es así, tu vida seguirá sin mí, mis lágrimas y las tuyas se secaran. Ve con lala ella parece linda, siempre supe que querrías una familia, tener bebes y una esposa.

-Pete, tonto, no es eso.

-Así es soy un tonto por creerte, pero ahora ya no es así. Recuerdas cuando nos besamos por primera vez en mi auto, los casilleros y tus celos con Sun, todo esos son recuerdos que nos harán reír luego, así que ya no quiero que me hagas daño Ae.

-Pete te amo, perdóname, por favor. –Ae no puede dejar de llorar.

-Ae, ¡ya no te amo!

-Sé que mientes Pete.

Ae toma a Pete de las manos, mientras que Pete intenta zafarse con fuerza.

-Ae, suéltame, ya no te amo, ¡entiende!

De pronto a lo lejos se escuchó:

-Ae que no escuchaste a Pete, ¡suelta a mi novio!

El joven se dirige a Ae y le clava un golpe en la mejilla.

-¡¡Deja a mi novio en paz!!