Parte 5: ¿Cuál es tú nombre?

162 25 3
                                    

Las lágrimas de Pete cayeron lentamente sin dar tregua a sus sentimientos, el joven lo consolaba acariciando lentamente su espalda, parecían una dulce pareja, el joven tenía la esperanza de reconfortar a Pete, sus lamentos comenzaron a sonar algo más fuerte, el corazón le dolía con demasía, y aunque sabía que lloraba en los hombros de un completo desconocido, Pete por fin pudo llorar con compañía, había estado un mes solo llorando y tratando de asimilar lo que le pasaba.

Se sentía tan solo, que el cálido abrazo de ese desconocido lo hizo sentir como si ese fuera su lugar, de pronto los sollozos cesaron y la habitación volvió a quedar en completo silencio, ambos estaban sin saber que hacer o decir.

-Pete cariño, aun cuando la noche es oscura puedes encontrar belleza en ello.

-Pete tu eres la noche y yo seré tu oscuridad, sé que recién te conozco, pero, quiero estar contigo, no te preocupes -un pequeño silencio aparece -no te amo, ni nada de eso, solo quiero estar junto a ti, como un buen amigoen ese momento no sabía si se mentía a sí mismo o si en realidad eso es lo que pensaba.

- ¿Y qué paso con lo de que eres mi novio?pronunció Pete.

-Ya sabía Pete, que no te podías resistirte a mí, pero lo siento, solo quiero ser tu novio falsoSu corazón se aceleró y le dolió un poco al decirlo- mientras estabas inconsciente me preguntaron que era de ti, escuche que dentro de tus lamentos mencionabas a un "Ae"-pone una cara de fastidio -así que deduje que era tu novio y se lo dije al doctor, termino creyéndome.

"Así que, eso paso" pensó Pete.

- Vamos a comer tengo hambre, ¿puedes caminar Pete?, no pienses que te cargaré, pesas demasiado una sonrisa nació de ese joven con labios hermosos.

-Tampoco te lo pediría pronunció Pete.

-Vamos – dijo el joven.

Pete asiente y antes de ponerse de pie pregunta:

- Por cierto ¿Cuál es tu nombre? es injusto tu sabes más de mí y yo no sé nada de ti -realiza un pequeño puchero, sus cachetes por alguna razón se veían tan tentadores, sus labios eran tentadores, jamás había visto a un hombre con semejantes características, de pronto el joven se siente abrumado y en sus pensamientos más profundos solo podía pensar.

"Rayos, como puede pete ser tan lindo"

- beep beep beep - Suena el teléfono de aquel joven.

-Permíteme Pete, tengo que contestar.

El joven sale de la habitación de hospital, sin alejarse demasiado, Pete comienza a arreglarse la ropa y ponerse los zapatos. Mientras tanto en el pasillo del hospital el joven tenía una conversación por el teléfono.

-Te dije que traje a mi novio al hospital. –con un tono de despreocupación le contesta.

- Novio? ¿Tienes novio? ¿Un momento eres gay? - una voz de sorpresa se puede escuchar.

-Mamá cálmate, una pregunta a la vez, por favor - Si, si tengo novio, Nunca le preste atención a si soy gay o no, supongo que lo soy.

-Madre ¿Tienes algún problema?

-Qué forma de salir del closet hijo, -Se escuchan risas -tráeme a tu novio necesito darle el visto bueno.

-Claro que no.

-Eres mi único hijo y heredarás todo lo de la familia, ¿Él sabe quién eres?

-Claro que no madre, no le digas aún a Papá, ¡por favor! - Se detiene por un momento antes de continuar - no quiero que acose a mi novio.

- ¿estás seguro hijo?

-Si madre.

-Voy a colgar, te llamo la semana que viene.

-Solo una cosa hijo, no ames más a tu novio que a mí -risas.

-Madura mamá.

El joven cuelga el teléfono y regresa a la habitación

- Pete vamos, tenemos que comer, tengo antojo de algo, recuerda tú me invitas, soy tu novio después de todo. Pete ¿Te gustan los camarones?

Cuando nos conocimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora