Cuando nos conocimos

Parte 7: ¿Se conocen?

En aquel puesto de comida callejera, se podía sentir un ambiente pesado e incómodo, la chica no sabía lo que ocurría, se paró y tomo el brazo izquierdo de Ae, este dio un ligero salto y trato de quitar el abrazo de la chica, Pete no podía ver a Ae sentía que se desmayaba. Ae pudo liberarse de los brazos de aquella chica y dio pasos pequeños y temblorosos hacia a Pete, pero el Joven se interpuso a Ae, ambos se dan una mirada retadora y Ae da una ligera sonrisa burlona.

-Hola Pete ¿Cómo has estado? - Pronunció Ae con un tono lo más amable que pudo pronunciar.

- ¿Se conocen? -Pregunto aquella chica.

-Si lala, nos conocemos. - Exclamo Ae.

- ¿Podemos salir a hablar afuera Pete? – Sugirió Ae, quien tenía ganas de tomar la mano de Pete, pero alguien los interrumpía.

-No, no pueden, estamos comiendo, interrumpen nuestra cita, les agradecería nos dejaran solos.

-Le pregunte a Pete no a ti. – Exclama con una voz retadora Ae.

Pete no podía dejar de temblar, respiro profundamente y dijo:

-Hola Ae, tanto tiempo... lo siento ahora estoy con mi novio y no puedo dejarlo.

Ae se quedó desconcertado por las palabras temblorosas de Pete, escucharlo pronunciar esas palabras fueron como un veneno que recorrió por todo su ser, y el que tenía la cura, lo estaba envenenando.

-Hablemos ¡por favor! –Una voz suplicante podía escucharse en Ae.

- ¡Ya te dijo que no!, no insistas. – La voz furiosa del Joven se pudo escuchar por todo el lugar, las miradas se concentraban en aquella mesa con cuatro jóvenes. Lala solo seguía viendo esa escena sin encontrar explicación; el joven hervía de frustración, podía ver al hombre que dejo solo a Pete con su enfermedad, podía imaginar a Pete llorando solo noches innumerables, quería golpear a ese hombre llamado Ae, el odio recorrió por todo su ser, mientras tanto Pete observo al joven y le tomo la mano, mientras Ae observo como Pete tomaba la mano del Joven.

-Está bien hablemos. - Pronuncio Pete, teniendo miedo de lo que recién pronuncio, pero entendió que sería algo más grande si no aceptaba, conocía demasiado bien a Ae. Todos se asombraron.

-Hablemos en mi casa y mi novio nos acompañara. – Pete no espero la respuesta de Ae y se levantó de aquella mesa, aún con el dolor de que sentía física y mentalmente, él ya había tomado una decisión.

-Solo quiero hablar contigo. -Pronuncio Ae.

-Pero yo no. -Dijo Pete

Ae solo puede enfocarse en las manos de Pete y ese chico, como Pete podía estar saliendo con alguien un poco más joven que él, está seguro que no es su tipo, aunque no podía negar que era atractivo, pero su Pete no podía dejarlo de amar, estaba seguro de eso.

-Está bien, vamos. - Pronuncio Ae.

-Lala te llamo luego, tengo que hablar con Pete.

- Pero Ae ¿qué pasa con nuestra cita?

-Te llamo mañana.

-Está bien Ae. – Exclama aquella joven de ojos lindos, casi llorando.

Los tres se dispusieron a conseguir un taxi, Ae se sienta en el asiento de copiloto, Pete y el Joven se sentaron en el asiento trasero, era un momento tan incómodo para los tres. Pete da la dirección de su casa y se dirigen a ese lugar, mientras ambos se toman de la mano, Pete intentaba soltarse, pero en algún momento se rindió, además de que agradecía en sus adentros el poder tener a alguien a su lado, el silencio reinaba en el taxi, el joven solo quería calmar el pesar que puede estar sintiendo su novio falso.

-Llegamos joven. – Pete se sorprendió de lo eterno que podía ser llegar a su casa, los tres bajaron del taxi y se dirigieron al edificio en el que se encontraba su hogar.

-Sube Ae, hablare con mi novio, cambie la contraseña, espérame en la puerta.

-Te puedes ir si quieres, Gracias por seguirme hasta aquí - Pronuncio Pete al joven.

-Pete, ¿estás loco? Me quedare esperando aquí, ¿vas a perdonarlo tonto?

El joven noto que estaba hablándole con un tono muy exagerado y fuerte, así que se relajó, respiro y dijo:

-Pete, te dije que estaría contigo y eso es cierto, así que estaré esperando aquí. Dame tu número de teléfono.

Pete le da su número de teléfono y le marca.

-Ese es mi número, si en 2 horas no me llamas, subiré, dame tu contraseña y el número de habitación, por favor.

Pete asiente, y se lo da. El joven se da cuenta que Ae los ve a lo lejos y como queriendo que el los viera, le toca suavemente la mejilla a Pete y le da un pequeño beso, Pete se sorprende y quería darle un golpe, pero el joven le toma la mano y lo abraza fuertemente.

-Mi querido Novio te estaré esperando aquí, no lo olvides, ya no estás solo. ¿entendiste verdad?

Pete solo puede asentir... y así se marchó dejándolo solo ahí.