Capítulo 11

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El calor de Tailandia era tan abrazadoramente intenso que hacia que con solo un paso sintieras derretirte, pero eso eso no les importaba a Pete y a Fighter, ambos estaban tomados de la mano sin miedo a que las personas los juzgaran. Ambos disfrutaban de un bello momento, las personas que los veían se sorprendían, los dos jóvenes eran  tan hermosos que parecían modelos de revista.

-Pete, ¿estás bien?

-Si.. , ya te lo dije un millón de veces, estoy muy bien, tu pareces más enfermo que yo.

- Oye, mi novio es un hermoso chico digno de portada de revista, tengo miedo a que alguien me lo pueda robar, últimamente eso no me deja dormir - Dijo Figther con una sonrisa, tratando de ocultar que eso era totalmente cierto.

Desde que llegaron a Tailandia y Pete es su novio, tenía tanto miedo a que Ae apareciera  de nuevo, antes de poder suspirar, el chico que le tomaba de las manos, lo saco de sus pensamientos y es que el estaba sumamente emocionado al ver una montaña rusa.

-¿Estas seguro que quieres subir? - Pronuncio Figher.

- Si, ¡estoy seguro! - Pete con un rostro sumamente emocionado, se subió y retrayendo los labios, sonrió  llamándolo con las manos,señalando a su novio para que se sentara a lado de él, Fighter no tuvo más remedio que subir, su corazón no dejaba de palpitar como un loco, pues le tenía demasiado miedo a las alturas, pero no podía mostrarse débil ante su dulce novio.

- ¡Vamos! , esto puede ser demasiado emocionante, recuerda que hoy cenamos con mi madre, ella esta emocionada de conocerte. - Pronuncio Pete.

- Lo sé Pete, estoy nervioso por ello - una sonrisa nerviosa se dibujo en aquel bello rostro.

De un momento a otro el juego mecánico comenzó a ganar altura, cada centímetro más lejos del suelo volvía más loco a Figther, el nerviosismo le estaba ganado, el vacío que sentía en su cuerpo lo hacían querer vomitar y  gritar sin parar, estaba tan inundado en todo lo aterrador que estaba viviendo, que el cálido toque de Pete lo asusta por un momento, pero la suavidad de aquellos dedos entrelazándose con los suyos lo hizo olvidarse del lugar donde estaba, le sorprendió como en un lugar tan inseguro su novio podía llenar el vacío y llenarlo de una seguridad que no había sentido desde hace mucho tiempo, un abrazo le fue dado en las alturas a Figther, el  primer acto de amor sincero que le era dado, las lágrimas salieron como intrusos en esta felicidad, su corazón se encontraba rebosando de felicidad, de pronto de nuevo el miedo se apodero de él, temía a que Pete lo abandonara, odiaba ser tan inseguro, por varios meses había pedido por la salud de su ahora novio, odiaba tanto los hospitales, había perdido a alguien muy especial en uno de sus hospitales, ahora lucharía con todos por defender su amor.

Por fin Figther siente que le devuelven el alma, al pisar tierra.
No hay nada más seguro que sentir que tocas el suelo - Pronuncio Fighter.

Las manos de ambos chicos se volvieron a entrelazar, como si siempre hubiesen pertenecido a ese lugar, las miradas de desconocidos estaban sobre ellos, pero ninguno de los dos se sentía incomodo, ambos estaban extasiados de ellos que las miradas no les preocupaban, las personas que los veían eran demasiado banales y la verdad es que  ambos tenían demasiada hambre que se dirigieron a un restaurante, la comida era demasiado buena.

-Mañana tenemos la visita con mi mamá, no te olvides de eso Pete, no te preocupes mi madre ya te ama, ella es demasiado dulce. 

-¿ Tu padre no estará? 

- No, mi padre estará algo ocupado.
-Fighter sentía demasiada preocupación, pues su padre era una persona sumamente estricto.

-No comas demasiado aún cenaremos con mi madre - Dijo Pete.

Saliendo del Restaurante Figther sintió algo muy raro, la sangre se le congelo, sus pies dejaron de caminar, creyó ver a alguien que no podía ser posible, por un segundo, solo por el rabillo del ojo pudo ver a alguien que no era posible, su corazón comenzó a doler, las lágrimas no dejaron de brotar, sin emitir ningún sonido estaba sufriendo por dentro, el sentía que estaba siendo castigado por ser feliz, Pete se preocupo, y le pregunto que si encontraba bien.

- Pete, ¡suéltalo! -  Un grito desde el otro lado de la acera se escucho, Ae se encontraba ahí, el se acerco cada vez más, al encontrarse le suelta un puñetazo a Fighter, mientras que él aún seguía en algún lugar dentro de el mismo.

-No puede ser, no puede ser - Fighter repetía eso en voz baja.

Ae, le pega de nuevo y lo toma de la camisa, comienza una lucha donde solo el estaba participando.

-Ae, suéltalo, Te dije que lo soltaras. - Grito Pete.

 - Pete, el es un mentiroso, el solo te esta engañando, el es la causa de que nos separaramos.

Mientras Ae le gritaba a Pete, Fighter estaba en shock pensando que esto era un sueño, no podía siquiera ser real.

- Fighter, por favor, despierta - las lágrimas de Pete no paraban de caer, el trataba de que volviera a sus sentidos, la sangre de la nariz y de los labios se podían ver en el rostro del bello chico que se encontraba en el suelo, Pete voltea a ver a Ae con un rostro furioso, Ae se congela pues jamás había visto ese semblante de su dulce amor, Pete seguía llamando a Fighter con desesperación.

- Pete, Pete.... despierta... despierta, - gritaba Ae con desesperación, Fighter por fin despierta al ver que su novio había colapsado, este lo toma de los brazo y lo lleva al hospital, Ae también los siguió, el tuvo tanto miedo al ver como colapso Pete, se sentía tan culpable por provocar algún daño al chico que le dio su primer beso, el que lo hizo sentir completo por primera vez.

Llegando a la sala del hospital ambos son detenidos por las enfermeras y les  dicen que el paciente entrara solo, ambos se vieron fijamente y se sentaron en el pasillo esperando alguna noticia, ambos en ese silencioso y estrecho pasillo de hospital, sintieron terror, Ae se acerca a Figther, los dos se encuentran frente a frente y la tensión no puede ser más grande.

- ¡Se lo que hiciste Figther! , se que no eres el chico bueno todos creen.

- Ae, no se de que diablos hablas, tampoco estoy interesado en tu opinión. 

-Conmigo tus juegos baratos no funcionan, ambos sabemos lo que me hiciste para que te quedaras con Pete.

- Ae, tus celos te están volviendo loco, no tengo ni la más mínima idea de lo que estás hablando.

-Ahora lo sé todo - Pronuncia Ae.
   

Cuando nos conocimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora