Parte 4: ¿Saben que estoy aquí?

184 23 2
                                    

Pete sentía algo extraño al ser abrazado por un desconocido, pero no podía rechazar aquel abrazó, por ser del joven que lo trajo al hospital, sentía una deuda moral con él además no podía negar que el necesitaba el abrazo de alguien, pero recordó todo lo que paso y pronunció con voz temblorosa:

- ¿Me puedes soltar por favor?

- ¿A dónde fuiste?, sabes lo que me asusté, pensé que te habías marchado.

El joven pronunció con una voz totalmente molesta, él no puede ver su propio rostro, pero está reflejaba preocupación, Pete lo ve con curiosidad e inclina ligeramente la cabeza a la izquierda, como si tratará de entender al joven.

- ¿Saben que estoy aquí verdad tortolitos?

Los dos se sorprenden por lo pronunciando por el Doctor, ambos no podían creer lo que pasaba, sus mejillas se sonrojaron automáticamente "Pete como puedes tener esas mejillas, quiero apretarlas" pensó el joven.

-Pete, puedes irte a tu casa, programe tu primera consulta para el próximo viernes, tienes tres días para descansar, Ae asegúrate que esta vez venga.

El doctor fulmina al joven con una mirada amenazante, siente la mirada de ambos clavados en él, por diferentes circunstancias.

-No se preocupe, el estará aquí el viernes, aunque sea a rastras, pero se lo traeré. -Ahora él joven es quien ve a Pete con una mirada amenazante.

-El sistema de apoyo es importante para los pacientes con cáncer, así que es necesario que le presente atención. - Se lo dice al joven de manera discreta, antes de salir de la habitación.

-Sí doctor, ahora seré su sombra ¿existe alguna instrucción especial para su cuidado?

-Por ahora, es necesario que coma a sus horas y trate de relajarse.

-Gracias Doctor. -Pronuncia el joven

-Los espero el viernes.

El doctor se retiró y un silencio incómodo se presentó en aquella habitación, se podía escuchar la respiración de ambos, Pete ve sus pies y realiza una mueca como si el dolor fuera algo demasiado difícil de soportar, el Joven también baja la vista y visualiza las heridas de Pete.

- ¿Te duele mucho?Pregunta el joven con una voz que emana preocupación.

Pete mueve la cabeza en señal de negación, se veía tan adorable, parecía un niño tan lindo en el cuerpo de un adulto, el joven se puso nervioso sin razón aparente, su corazón se sentía demasiado extraño, era una sensación que nunca había experimentado.

-Dame tu número de teléfono Pete. - El joven tenía miedo de no poder contactarlo, sentía que había encontrado a alguien que nunca pensó que necesitaría conocer.

- ¿ah? –Pete inclina el rostro y se pregunta: - ¿Porque?

-No escuchaste al doctor, - había en el joven un sentido de desesperación- además le prometí que sería tu sombra y yo cumplo mis promesas.

-No es necesario, eres un desconocido, ¡tú no sabes nada de mí!

Pronuncia Pete con una voz furiosa y llena de algo de melancolía, aunque se le veía el rostro lleno de dolor. El joven se inclina y toca suavemente la herida de los pies de Pete, "¿cuánto habrán soportado? ¿cuánto habrán caminado sin destino?"- pensó el joven, El toque fue con una ternura tal, que Pete sintió que podía romperse, tal vez era el que se encontraba solo desde hace mucho, que sintió unas ganas enormes de acortar la distancia entre el Joven y el.

Cuando nos conocimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora