Los Grey. {EN EDICIÓN}

6

"Dos horas"

Nos encontrábamos todos limpiando la sangre que está esparcida por todos lados, no lo entiendo,¿lo lógico no sería llamar a el director y avisar a la policía qué hay un loco suelto y que nos ha dejado una amenaza?,pero en este caso eso no es lo que va a pasar,son las tres de la mañana y los chicos aún están aquí ayudándonos a ordenar todo y obviamente no nos quieren dejar solas,pero tampoco me quejo,todo mi cuerpo cosquilleaba de nervios.

Hace un rato pasó la señora Rodriguez,que es la que vigila para que no se junte el ganado como ella dice, pero por suerte no vio nada y Eros fue a hablar con ella,con sus encantos logró que se quedaran,y claro,¿que no resuelve el dinero?

Me levanté de la cama y fui al baño necesitaba hacer mis necesidades,pero creo que me llevé una gran sorpresa cuando abrí la puerta.

–¡Chicos!–grité.

–Dios mío–dice Patricia retrocediendo sus pasos con intensidad.

Esto es demasiado.

–Bueno ya sabemos de quien es la sangre–afirma Eros con esa frialdad,sin ningún tipo de expresión en su rostro,como si esto fuera tan normal,como si no tuviéramos ahora mismo una chica muerta en mi baño,la cual no sabemos ni quién es.

–¿Eso es todo lo que vas a decir?,no lo entiendo,esta chica la cual ni siquiera conocemos,esta muerta por culpa del loco que me dejó a mi o a Patricia esa amenaza,¿y eso es todo lo que dices?–pregunto alterada por la tranquilidad con que se toma la situación.

Para sorpresa de todos,Javier habló:

–Yo la conozco–informó colocándose las manos en su rostro.

Lo que faltaba.

–¿Qué?,¿de dónde?,¿quién es?–pregunta Patricia,un poco estresada.

–¿Qué haremos con ella?–pregunto.–Hay que llamar a la policía ,a alguien–caminaba de un lado a otro por los nervios.

–Ella es de este colegio,fue la primera vez que apostamos todos por una chica–titubeó Javier con un tono de culpabilidad.

–Es curioso,la primera por la que todo empezó–miro a la chica y me doy cuenta que hay una pequeña hoja de papel entre sus dedos.

La señalé y rápidamente Eros la toma:

–Zenda,huye mientras puedas,pero bueno igual te encontraré–lee Eros algo confundido.

Ok,eso dio miedo.

No me sorprende.

Exhalé y sacudí mi cabeza lentamente,un poco abrumada.En estos momentos,no sentí nada,ni preocupación,ni siquiera estoy asustada.No puedo creer que esto todavía siga.

-Otra vez no-dije mientras titubeaba.

Nunca se detendrá.Es mi destino,es mi perdición.

En mis labios se formó una fina y casi inexistente sonrisa.Sabía como era e incluso sabía que no iba a parar lo que quería y eso era verme muerta.

–Encontremos a la persona que hizo esto–musité un poco relajada,a lo que todos se me quedaron observando con asombro,obviamente se esperaban otra reacción,pero no,no conocían esa oscuridad que existe en mi.No saben todo lo que he tenido que pasar.

Observé a Eros,sus labios estaban curvados,con esa sonrisa de él.Mantenía una mirada segura y una oscuridad brotaba de sus hermosos ojos color celestes,emanaba un misterio el cuál hace que cualquiera chica se fije en el,solo por ese encanto y enigma que destilaban sus poros,se ve como el típico chico que ves en la discoteca y ni siquiera se voltea a verte o te nota,el que sabes que nunca te haría el mínimo caso,el que parece sacado de una revista,nunca pasaría desapercibido.