Los Grey. {EN EDICIÓN}

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"Tempel"

Después de unas largas y agotadoras horas de viaje me encuentro en mi nuevo internado,¿he dicho nuevo?,perdón mi no-nuevo internado,pues si.Había estado aquí hace unos años,para ser exacta pasé toda mi infancia en este lugar,claro,no lucía para nada igual.

Pero,recordaba cada pasillo o persona que había conocido aquí.Ansiosa y con un poco de inseguridad,estoy sentada en el despacho del director esperando a que este me de la planilla y todos los papeles que tengo que rellenar,después de un rato escribiendo toda mi información,leyendo para ver que no coloqué ningún dato mal,logro finalizar.Vuelvo a el sofá donde estaba sentanda hace unas horas,los nervios me invaden continuamente.No todos los días cambias toda tu vida,dejas a tus amigos atrás.Espero que nunca se enteren de lo que pasó.

No se veía mal,aunque un poco sofisticado.Es un colegio bastante interesante,calmado,ordenado y glamuroso.Me quedé absorta mirando unos cuadros abstractos que estaban por todo el lugar,a decir verdad llamaban mucho la atención.Eran intrigantes y los diferentes colores que habían en ellos hacían un contraste llamativo en todo el lugar y a su vez transmitían armonía.Un conjunto extraño.

En realidad, mis padres decidieron traerme aquí, siempre están viajando y no tienen tiempo para su hija, porque, ¿qué es ella comparada con su trabajo?
Termino de llenar otra planilla,ya hastiada por mis pensamientos.Hasta que la voz del director me saca de mi mundo.

–Señorita Miller. –le presto atención. –Esta será su compañera de cuarto–me señala a una chica que acababa de entrar allí.

Sonrio un poco tímida.Siempre me ha costado hacer amigos,estos últimos años he dejado de confiar en las personas ya que siempre me terminan fallando de una manera dolorosa.Aunque me es fácil descifrar a las personas con solo mirarlas o mantener una pequeña conversación.A veces hasta yo misma me sorprendo por tener esa capacidad de leer a los demás.

–¿Debes ser Zenda?–pregunta de una forma amable.

–Si,un gusto.

Asiente regalándome una cálida sonrisa.

–Mi nombre es Patricia.–responde

Salimos de el despacho del director.Y la verdad hay una tensión palpable en el ambiente por el silencio denso qué hay.

No dejo de mirar el entorno,es hermoso,grandes edificios que se mantienen con una vista bastante elegante al ojo humano,estoy bastante emocionada.Me sorprendí al ver un gran espacio,era inmenso,pude observar estudiantes sentados sobre el pasto verde y sonreían.Centré mi mirada en varios árboles gigantescos que rodeaban todo el colegio.

Habían cambiados muchas cosas por aquí.

Demasiada perfección para mi.Digamos que estaríamos en la fiesta de navidad,ellos serían los primos perfectos y yo la oveja negra.

Sonreí al pensar eso.

Todavía no podía creer que mis padres me obligaran a estar aquí.No es que no me guste,es que ya lo odio con tan solo verlo,no quedaba nada de lo que era antes,ahora solo está lleno de niños pijos y un mundo color rosa.Definitivamente no es mi vida.

Me cuesta demasiado adaptarme a los cambios y uno así me queda bastante grande.

Suspiré y seguí mirando todo.

–Allí vamos a las horas libres y de recreos,es grande pero tiene un aspecto limpio y agradable–añadió Patricia.

–Bueno,al parecer es mejor de lo que pensé,pero esto no es lo mío.

–Tal vez cambies de opinión,solo debes darle una oportunidad.–me guiña un ojo–Vamos te enseñaré nuestra habitación.

Estoy caminando por unas escaleras,cuando veo que abren una puerta en el fondo y todos susurraban,un silencio y susurros de chicas era todo lo que se podía oir.