–Pensaba... pensaba que habías.... – dije intentando dejar de llorar. No podía expresar con palabras el miedo que había sentido a que mi pesadilla se hiciera realidad. Desde que había recibido la llamada del hospital, y no me habían podido decir como estaba Jay, simplemente que había ingresado en urgencias, esa horrible idea se había apoderado de mí.
–Chss, no hace falta que lo digas. Estoy bien, enana. Mírame, estoy bien – pidió Jayson sujetando mi cara con cariño.
Subí la mirada y cuando me encontré con sus ojos las lágrimas bajaron por mis mejillas sin que pudiera controlarlas. ¡Dios, cuanto lo quería! Me dolía tanto verlo en este estado. Tenía la cara destrozada. Un corte en su labio inferior, otro en la ceja izquierda y varios moratones de un color entre morado y verde horribles por toda la cara.
–Yo no te veo tan bien – comenté con la voz temblorosa.
Jay se carcajeó, pero pronto vi como ese gesto cambiaba por uno de dolor. Hasta ese pequeño gesto tan característico suyo de achinar los ojos al sonreír se veía raro en él con esos golpes que tenía.
–Jamie, será mejor dejarle un poco de espacio. Los calmantes no han hecho todavía efecto – escuché la voz de Liam, y rápidamente me di cuenta de lo que había hecho.
–Ay, dios. Perdón, perdón. Lo siento muchísimo. Joder, que tonta soy – me levanté torpemente. Solo se me ocurría a mí tirarme encima de una persona que acababa de tener un accidente de coche.
–No te ralles, enana – se rio Jay levemente recolocándose en la cama – Ey, tío. ¿Qué tal? No te había visto – saludó detrás de mí y me giré para ver como Colin le devolvía la sonrisa – Gracias por traerla – dijo haciendo un gesto con la cabeza hacia mí.
Colin sonreía, parecía mucho más tranquilo que cuando veníamos en el coche. Aunque su frente arrugada seguía señalando que algo no iba bien.
–El qué tal debería preguntarlo yo – bromeó Colin – Me alegro de verte tan animado – comentó acercándose y ambos chocaron las manos.
–Chicos, yo os dejo un rato solos. La policía entrará en unos minutos a tomarte declaración, Jay – anunció Liam.
Observé a Jayson y vi como el estado relajado en el que estaba se tambaleaba un poco en sus ojos. Mi cuñado se acercó a mí me recordó de nuevo que estaba fuera para lo que necesitara, y besó mi frente antes de salir de la habitación. Al cerrar la puerta un silencio bastante tenso nos rodeó.
– ¿Qué ha pasado, Jay? – preguntó Colin rompiendo el hielo. Miraba con dureza a su amigo.
–Creo que está bastante claro, Colin. Ha tenido un accidente de coche. ¿Por qué se lo preguntas así? – quizás fui demasiado brusca, pero tenía la necesidad de defender a Jayson.
Jay me miró, y aunque intentó mantenerme la mirada acabó cerrando los ojos mientras suspiraba. El cable que andaba suelto por mi cerebro pareció conectarse al resto y el chispazo me hizo reaccionar. ¡Joder, no podía ser verdad!
–No. No me lo creo. No puedes haber sido tan imbécil, Jay – solté cabreándome solo de pensarlo. Y mi enfado solo aumentó al ver como sonreía – ¿Te hace gracia?
– ¿Qué? No, no es eso, Jamie. Es que cuando... Da igual, déjalo. No me estoy riendo por lo que tú crees.
– ¿Y entonces vas a decirnos que ha pasado? – inquirió Colin de malas formas. Nunca lo había visto así.
–Creo que ya lo tienes claro, ¿no, colega? – comento Jay irónico. Los dos se aguantaron la mirada enfadados.
No podía estar pasando esto de nuevo, me negaba a creerlo. Mi cabeza daba vueltas a mil por hora buscando una explicación para que Jay hubiera hecho esto.
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Duele Amarte#2 Trilogía EDL
RomanceJayson y Jamie por fin han conseguido estar juntos. Ha pasado ya un año desde su reconciliación; los dos han superado momentos difíciles, han madurado, y sobre, todo han sabido permanecer unidos. Sin embargo, la relativa calma a la que se han acost...