Capítulo 41 Jamie

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– ¿No te parece raro que Nicole nos haya llamado a las dos para vernos? – cuestioné a Kat mientras caminábamos por el centro de Boston hacia la cafetería en la que nos había citado Niki.

Hace dos días nos había llegado el mismo mensaje a las dos, Nicole nos preguntaba si podíamos vernos el viernes para pasar un rato juntas. Hacía bastante que yo no la veía, Kat si había coincidido con ella hacia relativamente poco en la casa familiar de Jayson. Me apetecía verla y pasar un rato juntas, me seguía llevando muy bien con ella, pero no sé, qué nos hubiera llegado exactamente el mismo mensaje a Kat y a mí, y de esa forma me parecía algo extraño.

–No. ¿Por qué? – me miró curiosa Kat – Hace mucho que no pasamos un rato las tres juntas, será solo eso – se encogió de hombros – Además seguro que traerá a Arthur.

–Ay, ojála – dijo con una sonrisa. Echaba de menos ver tan habitualmente al pequeño. Podría ser que por eso nos hubiera avisado a Kat y a mí para vernos, sabía de sobra lo enamoradas que estábamos de su hijo.

Caminamos los pocos metros que nos quedaban charlando de nuestro día, faltaba menos de un mes para los exámenes finales y daríamos fin a otro curso. Cuando pensaba que en cuatro meses estaría empezando mi último año de universidad me daba un vuelco el estómago como si estuviera en una montaña rusa.

– ¡Ey, aquí estáis! – dijo Nicole efusiva levantándose para saludarnos en cuanto nos vio aparecer. Estaba en una de las mesas más cercanas a la puerta.

–Hola, cuánto tiempo – la abracé realmente contenta de verla.

Kat y Niki se saludaron de igual forma, me gustaba ver como gran parte de la familia de Jay se llevaban tan bien entre ellos. Nunca había dudado de la relación de primos entre Kat y Jay, pero sí que al conocerlo, y después de que me contara sus problemas familiares me daba la impresión de que ninguno se hablaba con el otro. Según fui relacionándome con su familia me di cuenta de que esto no era del todo así, y aunque no fueran una familia normal, ninguna lo era, y los problemas con sus padres fueran lo suficientemente graves como para que Jay no se sintiera a gusto en su casa, muchas personas de su familia eran increíbles.

– ¿Y Arthur? – preguntamos a la vez Kat y yo como si lo hubiéramos estado ensayando durante todo el camino.

–Ah, muy bien ya veo a que venía tanta alegría por verme – respondió Niki con una sonrisa divertida. Estaba claro que no le molestaba en absoluto que preguntaran por su hijo.

–Nos encanta verte Niki, pero no tienes nada que hacer al lado de Arthur – bromeó Kat.

–Pues lo siento mucho, chicas, pero esta vez os tendréis que conformar solo conmigo. Además, estoy segura que aunque sea por esta vez mi compañía os gustará mucho – sonrió. Y su sonrisa escondía tanto como las palabras que acababa de decir – Pero pedir algo de beber primero – añadió al ver acercarse al camarero.

Nos pusimos al día mientras nos traían nuestras bebidas, café para Kat, Coca-Cola para mí y zumo para Nicole. Esto últomo me pareció bastante raro porque Niki era de Coca-Cola siempre como yo. Y Coca-Cola de verdad, nada de eso de sin cafeína o sin azúcar. Hablamos un poco de todo, Nicole nos preguntó por la universidad y ella nos contó que tenía mucho trabajo. Harry y ella se estaban plateando llevar a Arthur a la guardería cuando cumpliera su primer año.

–Bueno, y una vez que nos hemos puesto al día, y antes de que explote porque me llevo mordiendo la lengua más de media hora; hay algo que os tengo que decir – soltó Nicole de repente – ¡Me caso! – gritó haciendo que las mesas cercanas nos miraran entre sorprendidos y divertidos. Su gesto fue poco para la cara que pusimos Kat y yo ambas nos quedamos observándola con la boca abierta durante unos segundos.

Duele Amarte#2 Trilogía EDLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora