Era consciente de la jodida cara de gilipollas que tenía en este momento. Si Evan me viera querría pegarme una paliza al ver la sonrisa de tonto que no podía borrar. Mi día había mejorado exponencialmente, y parecía no tener fin, aunque Jamie a mi lado no pensara lo mismo.
– ¿Vas a estar con esa cara de cabreo toda la tarde? – sonreí observándola de reojo mientras conducía.
Tras nuestros respectivos momentos de disfrute había acabado convenciendo a Jamie de venir conmigo a la fiesta de Harry y Nicole. Quizás decir que la había convencido era ser jodidamente correcto. Al comprobar que el autobús que la llevaba de vuelta a Boston tardaría más de una hora en pasar le dije que yo la llevaría antes de irme a la fiesta. Una vez en el coche fui sincero y confesé que ambos íbamos de camino a mi casa. No se había pasado por mi jodida cabeza ir sin Jamie. La quería allí conmigo.
–Esto es un secuestro. Estoy aquí en contra de mi voluntad – dijo enfurruñada de brazos cruzados – Además él que debería cambiar la cara eres tú. Con esa sonrisa todo el mundo se va a enterrar de lo que hemos hecho, Jay.
– ¿Qué hemos hecho? – me burlé partiéndome de risa. Echaba de menos estos momentos.
Me había alejado de Jamie para protegerla de mí, y de las posibles consecuencias que pudieran tener mis actos. Pensaba, supongo, que intentando engañarme a mí mismo de nuevo de que la distancia me serviría para pasar página, pero la puta conclusión a la que había llegado es que la necesitaba en mi vida. Y la noche que había acabado en casa de Vanessa, me lo había acabado de confirmar. No podía obligarme a luchar contra mis propios sentimientos. Estos meses me habían servido para reflexionar sobre muchas cosas. Era verdad que Jamie y yo nos habíamos hecho mucho daño, cuando me fui lo hice creyendo que lo nuestro era imposible. Pero me había acabado dado cuenta de que podíamos conseguirlo, podíamos estar juntos sin hacernos daño. No era por ser ególatra, pero había madurado en estos meses, había sabido ver mis jodidos errores, y superarlos.
Por eso, aunque de una forma espontánea le había acabado confesando a Jamie que seguía enamorado de ella. ¿Para qué cojones ocultarlo más? ¿Para qué castigarnos más estando separados? Lo único que me faltaba era una señal por parte de Jamie, y cuando no me dijo que parara, lo vi claro. Podría ser que quisiera solo sexo, no era un secreto que ambos disfrutábamos sexualmente con el otro, pero conocía a Jamie. Sus ojos, su forma de mirarme, decían más que ella.
– ¿Estás seguro que así vamos bien? – preguntó observando su ropa para luego hacerlo con la mía. Un pantalón vaquero, una camiseta de manga corta blanca con el logo de Adidas y unas zapatillas de la misma marca era lo que llevaba – No sé si llevamos la ropa más correcta para una fiesta de matrimonio.
–Es solo una fiesta familiar, Jamie. No creo que nadie vaya a ir disfrazado de boda – ironicé – Harry no me ha dicho nada de como debía ir.
–Tampoco le hubieras hecho caso – bufó.
–También es verdad – sonreí chulesco de que me conociera tan bien.
–Cuando lleguemos entro yo antes mientras tú aparcas, ¿vale?
– ¿Qué? Enana, conoces a toda mi familia y ellos te conocen a ti, ¿por qué estás tan nerviosa? ¿Qué te preocupa?
–Se supone que tú y yo no estamos juntos, y ahora de repente llegamos como si nada. ¿No te parece raro?
– ¿Has dicho "se supone"?
–Ves ese es el problema. Ni nosotros mismos lo tenemos claro como lo va a tener claro el resto. Prefiero que lo que esté pasando entre nosotros por ahora siga solo para nosotros.
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Duele Amarte#2 Trilogía EDL
RomanceJayson y Jamie por fin han conseguido estar juntos. Ha pasado ya un año desde su reconciliación; los dos han superado momentos difíciles, han madurado, y sobre, todo han sabido permanecer unidos. Sin embargo, la relativa calma a la que se han acost...