Duele Amarte#2 Trilogía EDL

Capítulo 20 Jamie

–Tenía ganas de verte, Jamie. Gracias por los mensajes y por llamar a mi madre – dijo Connor en cuanto nos separamos del abrazo – No tenías por qué hacerlo, y me has demostrado lo que de verdad hace una amiga.

–No tienes que darme las gracias, lo he hecho porque quería – me encogí de hombros restándole importancia. Me alegraba ver a Connor más alegre y el abrazo había salido de ambos, ni siquiera lo había pensado, pero al segundo fui consciente de que Jay nos estaba observando. Podía sentir su mirada clavada en mi espalda.

–Aun así, gracias por ser como eres Jamie – dijo a la vez que dejaba una leve caricia en mi brazo.

Sonreí un poco incómoda por la situación y negué con la cabeza sin saber que más decir. Kat y yo habíamos quedado allí con nuestros novios y amigos para cenar, nada más entrar había visto que Jay y el resto nos esperaban en una de las mesas del fondo. Lo que no esperaba es que Connor iba también a estar allí, había oído mi nombre y al girarme lo había visto acercarse. Lo había abrazado como saludo sin ningún pensamiento más en mi cabeza, pero según iban pasando los minutos lo que acababa de ocurrir iba cobrando importancia en mi cabeza.

–Bueno, ya nos veremos por la residencia y hablaremos con calma, ahora te están esperando – comentó señalando con un gesto de cabeza hacia mi derecha. Giré mi cabeza y me encontré con Kat que me miraba por primera vez sin ninguna emoción en su cara.

–Sí, claro ya nos veremos, Connor. Mándale recuerdos Beatrice – sonreí como despedida antes de darme la vuelta y acercarme a mi amiga.

No quería ni levantar mi mirada hacia la mesa donde estaba Jay, si Kat me estaba observando como si me hubieran crecido dos cabezas no quería ni pensar cual sería la reacción de mi novio.

– ¿Qué ha sido eso, Jamie? ¿Por qué acabas de darle un abrazo a tu ex delante de todo el mundo? ¿Por qué parecéis amigos? ¿Y por qué no me has dicho nada de él en las dos horas que llevamos juntas? – empezó a disparar una pregunta tras otra y sentí como me costaba trabajo respirar. Entendía que Kat estuviera tan sorprendida habíamos hablado de mil temas durante este rato juntas; ella me había contado sus vacaciones con su familia y yo le había contado el encuentro de esta mañana con mi padre, y como me había costado casi todo el día cerrar de nuevo la puerta a esos recuerdos. Le había hablado sobre todo de mis días en Londres, hasta le había hablado de mi nueva amistad con Alex, pero no se me había pasado por la cabeza contarle que me había reconciliado con Connor. No podía asegurar si era porque no le daba importancia o porque mi mente lo había normalizado tanto que no lo veía como algo nuevo ser su amiga.

–No me he acorado de contártelo – comenté distraída mientras sus preguntas se repetían en mi cabeza. ¡Joder, acababa de abrazar a mi ex delante de Jay, nuestros amigos y medio campus! – Somos amigos de otra vez – dije midiendo cada palabra.

– ¡¿Qué dices, Jamie?! – exclamó Kat subiendo claramente el tono de voz. Pero no pude contestarle nada más porque ya estábamos delante de la mesa donde estaban todos.

Algunos no pudieron disimular la mirada de sorpresa que todavía tenían, estaba claro que ellos tampoco entendían lo que acababan de ver. Pero me saludaron con normalidad, como si no hubieran visto nada.

–Hola... – dije suavemente una vez que quedé delante de Jay. Éste me observó en silencio sin responder. Estaba enfadado, su mandíbula apretada solo me lo confirmaba. De pronto sus manos me rodearon la cintura y su boca se pegó a la mía con brusquedad forzándome a que abriera mis labios y su lengua entrara en mi boca.

Jayson nunca me había besado así, no sentía ese calor que siempre me provocaba cualquier contacto con su cuerpo. Sus manos agarraban mi cadera, pero yo solo notaba la frialdad y la rabia que desprendía ese contacto. Estaba claro que el capullo que llevaba dentro acababa de salir a relucir, con este beso intentaba marcar su territorio y que todos vieran que después del abrazo con Connor yo seguía siendo suya. Puse mis manos en su pecho y me retiré lo más discreta que pude, tuve que usar todo mi auto control para soltarle una bofetada. No quería montar ningún espectáculo delante de nuestros amigos, aunque sus caras al separarme de Jay me hicieron pensar que quizás no lo había conseguido.