– ¿Ya te vas? – pregunté a Jamie que se acababa de sentar en la cama mientras se ponía su ropa interior sin perder tiempo.
Se giró hacia mí después de pasar su jersey por la cabeza y me miró confundida antes de volverse de nuevo hacia el frente.
–Sí. Es tarde y ambos tenemos que dormir – respondió mientras se acababa de vestir.
–Te conozco, Jamie. Y no me sorprende que hayas venido a follar – dije claramente sin andarme con rodeos – Llevamos así semanas, pero si tu actitud. Parece que mi cama tiene pulgas – comenté molesto – No has aguantado ni cinco jodidos minutos tumbada. Te corres y te vas – solté brusco.
Jamie levantó la cabeza como un resorte, estaba concentrada en ponerse sus zapatos. Yo mientras la observaba con detalle sentado en la cama con la sábana por debajo de mi abdomen. Su cara, sus gestos, su rapidez al querer irse... algo ocultaba. No dormíamos juntos desde que lo habíamos dejado, pero, joder, entre eso y huir de mi cama había una puta gran diferencia.
–No tenía que haber venido. Parece que aquí cuando eres tú el que quiere follar – escupió también con rabia – Todo está bien, Jay, pero si soy yo la que te busco te utilizo.
–No he dicho eso, Jamie. No sé qué cojones te pasa, pero si desahogarte conmigo sexual y verbalmente te ayuda. Venga, puedes insultarme.
–No quiero insultarte, Jayson – respondió rendida tras un suspiro – Simplemente es tarde, y, creo que lo mejor es que me vaya – me quedé observándola fijamente. No me creía ni una puñetera palabra, y ella lo sabía – Por hoy ya hemos compartido demasiado.
Así que era eso, habíamos pasado parte de la tarde juntos con Alice. Y no una simple tarde, había habido muchos jodidos sentimientos por parte de los dos. Y ahora Jamie quería marcar la distancia. Hasta ahí perfecto, la entendía, era propio de ella alejarse cuando tenía miedo de no poder controlar la situación. ¿Pero por qué había venido entonces? Vale que quisiera follar, pero si tanta distancia quería mantener no podía aguantar un par de días. Algo más escondía, lo que no estaba seguro era de querer averiguarlo.
–Ya te lo dije en el parque, pero, joder, siento haberte involucrado en lo de Alice. No sabía cómo mierda contárselo, y tú me das calma, Jamie. Sabes cuándo tienes que hablar por mí, y cuando darme mi espacio.
– ¿De verdad que se hacer todo eso, Jay? – preguntó graciosa – Si nos entendiéramos tan bien quizás seguiríamos juntos – se burló.
La sonrisa apareció sola en mi cara. Me gustaban estos momentos en que ambos nos lanzamos pullitas.
–No siempre. Tampoco te lo creas mucho, enana – me reí – Pero en los momentos de tensión si lo haces – añadí más serio.
–No me arrepiento de haberme quedado a ayudarte con Alice, Jay – suspiró poniéndose seria también – Solo quiero que el haber pasado más tiempo juntos, y ese tipo de tiempo – se mordió el labio nerviosa, y yo solo tuve ganas de tirar de ella para meterla de nuevo en mi cama – No estropee lo que habíamos conseguido. Hemos sabido seguir con nuestras vidas después de la ruptura, y ahora el mezclar sentimientos, familias y acostarnos lo puede fastidiar todo.
– ¿Y por qué me da la sensación de que hay algo más? Si piensas eso, ¿por qué has venido, Jamie? – cuestioné. Ella solo me miraba en silencio, pero continuó mordiéndose el labio inconscientemente como siempre que estaba nerviosa – Cuando he abierto la puerta, me has dicho" te necesito, Jayson" – seguí hablando – ¿Qué ha pasado, enana?
Por un momento, pensé que fuera lo que fuera lo que le rondaba por la cabeza me lo iba a decir. Sin embargo, en un segundo, su gesto nervioso y de duda se esfumó, y negando con la cabeza acabó con cualquier posibilidad que había de contármelo. Las cosas para ambos habían han cambiado, y en otra ocasión no la hubiera dejado salir de mi habitación sin antes insistirle hasta que acabara confesado. Ahora ya no, si Jamie no me quería contar sus preocupaciones, era su jodido problema, y su decisión.
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Duele Amarte#2 Trilogía EDL
RomanceJayson y Jamie por fin han conseguido estar juntos. Ha pasado ya un año desde su reconciliación; los dos han superado momentos difíciles, han madurado, y sobre, todo han sabido permanecer unidos. Sin embargo, la relativa calma a la que se han acost...